Terminan su beso y el posa sobre ella para seguirla besando como a él le gusta, apasionadamente pero al querer levantarse su cabeza golpea con un buro y a este le caen muchas cajas en ellas una en especial que decía "Evan".
Se levanta y toma la caja para abrirla y sacar un papel, lo lee y una sonrisa cargada de nostalgia se forma en sus labios.
―Por eso creía que me amabas, nadie escribe cosas tan hermosas como lo hacías tú, nadie arriesgaba su vida por mí que no fueses tú, al creerte muerto creí que lo habías hecho por mí y crecí con ese pensamiento, que tu habías muerto por amor.
―Ya ves que no fue así―Dice tajante―También creí amarte pero al crecer me di cuenta que jamás fue así, alguien como yo jamás podría amarte y ya como no quisiste irte cuando te lo pedí decidí regresar a tu vida y aquí estoy nena―Dice Evan guiñándole el ojo, recoge las cajas y las coloca en su lugar al volver a echar un vistazo a la habitación se encontró con un cuadro tirado y al recogerlo su rostro divertido cambia a uno nostálgico y cargado de tristeza pues a pesar de todo el sí amaba a Maia en ese entonces.
Era la fotografía del baile que decía "Dulce sabor a muerte", la típica frase de ellos dos, comienza a apretar muy fuerte el cuadro con intenciones de romperlo pero Maia se lo quita rápidamente y la pone en su pecho.
―Déjame quedarme con los recuerdos, aun no puedo asimilar la realidad―Dice abrazando con todas sus fuerzas la foto como si su vida dependiera de ello. El solo sonríe y se acerca a ella.
―Te mostrare la verdadera realidad―Dice sonriendo y mirándola con esos hermosos ojos grises dominantes que el posee―Ponte más hermosa saldremos a un lugar―ella solo obedece.
Al bajar se encuentra vestida con un hermoso vestido rojo que ceñía perfectamente sus curvas y unos tacones del mismo color su cabello estaba despeinado pero sexy su labial rojo intenso hacia lucir muy bien sus azulados ojos.
― ¿A dónde iremos?―Dice Maia ―A mi casa― Contesta Evan.
Suben a su auto y en todo el camino no dicen nada, al llegar a su casa Maia observa con detenimiento la enorme mansión de este.
― ¿Aquí vives? ―Dice asombrada Maia
―Sí, te dije que tenía la vida comprada
Al entrar Evan se encuentra con la sorpresa que su compañero de casa organizo una fiesta sin su consentimiento, los ojos grises de Evan se agrandan cuando ve a Maia observando muy ansiosa como dos hombres follan a una prostituta mientras ella sigue bebiendo alcohol.
En la toma de la mano y busca a Mark, lo ve encima de una prostituta metiendo su mano muy alocadamente mientras este se la come a besos.
― ¡Mark, ¿Por qué carajos organizaste una fiesta?!
― ¡Por creí que vendrías hasta mañana de con tu amada Maia! ―Dice gritando mientras Evan se pone rojo por el comentario revelador de Mark.
―Como sea, despídete de tu amiga quiero mostrarle a mi amada como se debe de jugar
― ¿Seguro que quieres jugar con ella?
―Si tú solo déjala, date una ducha y nos alcanzas.
Maia comenzaba a sentir mucho calor, no sabía de lo que "jugar" se trataba.
Subieron las escaleras y llegaron hasta la habitación de Evan, esta parecía una recamara de hotel, un jacuzzi en una esquina junto a una gran cama y un armario enorme.
Después de todo Evan tenía un buen gusto, el cierra la puerta y oprime un botón donde la luz cambia de ser blanca a luces ámbar.
― ¿A qué se refieren con jugar? ―Suelta Maia mientras Evan de quita la camisa y le baja lentamente el tirante del vestido a Maia.
―Esto es lo que quiero hacer solo si tú quieres, si no te puedo llevar a casa, sé que esto lo necesitas pero no sé si quieras probar esto.
―Dime que es―Evan comienza a besarla apasionadamente y el calor entre ellos aumentaba, ella con una seña le pide que le quite el vestido pero él niega con la cabeza y siguen besándose.
De pronto escuchan que alguien cierra la puerta, Maia esta tan concentrada en su beso que no se percata hasta que siente que alguien la rodea por la cintura y la besa en el cuello, ella abre los ojos y mira a Evan.
―Puedes irte si lo deseas―Dice Evan con un tono cargado de excitación.
Maia no sabe qué hacer, sigue besando a Evan mientras que Mark le desabrocha el vestido y este cae al suelo, dejan a la vista el sexy conjunto de ropa interior rojo que trae puesto, ambos se voltean a ver ya que ese es su color preferido en las mujeres.
Evan la empuja violetamente a la cama y esta cae muy fuerte que rebota en la cama―Por dios que diosa tan más bella―Dice Mark.
Evan se posa detrás de ella y le quita su sostén para tocarle sus pezones mientras que Mark baja y le quita sus bragas lentamente, el pasa sus manos por sus muslos hasta la cara interna de sus piernas lo cual hace que mande un pequeño escalofrió en la espina dorsal de Maia.
Evan le masajea sus senos ―Te ofrezco a mi mujer―al escuchar eso Maia hace que se humedezca.
Evan abre las piernas de Maia mientras que Mark se acerca y acerca su cálida lengua a su sexo hasta sacar su clítoris y juguetear con él, ella es todo jadeos ―Sabia que te gustaría mi amor―escuchar eso hace que Maia disfrute más del erótico momento, ama oírlo de Evan aunque sea solo en el sexo ―Exquisita diosa, tu mujer es muy caliente hermano―Dice Mark.
Mark la toma por los muslo y salvajemente la voltea mientras Evan la besa―Tranquila cariño, solo queremos usar tu cuerpo para tu propio placer―Mark introduce un dedo seguidas veces en la vagina de Maia mientras ella pidiendo más mueve sus caderas y comienza a gemir cosa que a ellos les agrada.
―Danos tu culito mami―Dice en el oído Mark para dilatarla y después sentarla en su pene, Evan la sostiene y comienza a moverla, ella cree que le dolerá pero no es así, aquel caliente momento hace que se olvide de todo dolor.
Ella casi gritando del placer comienza a moverse por sí sola y cuando cree que llegaría a la cima la ponen en cuatro nuevamente y Evan le acerca su gran erección para que ella se la estimule con su lengua.
Ella deseosa lo hace mientras Mark la sigue penetrando por detrás, los tres están disfrutando de una sola mujer y eso se siente glorioso, cuando de nuevo siente que se va a correr Evan entra en ella mientras que Mark sigue dentro.
―Espéranos hermosa, todos juntos si―ella siente que explotara, solo quiere llegar a la cima, ambos la penetran con salvajismo mientras ella es todo gemidos cosa que para ellos es su música preferida.
Siguen disfrutando los tres algunos minutos más hasta que los tres llegan al orgasmo.
―Esto no ha terminado linda―Dice Mark al ver el rostro de Maia sonriendo del placer, con pocas ganas de levantarse lo hace y los tres entran al jacuzzi, entre los dos toquetean a Maia y de nuevo la hacen que entre en excitación.
Los dos introducen sus dedos en ella y logran que de nuevo se dilate, Evan le hace una seña, ambos asientan ― ¿Lista mi amor? ―Maia solo asienta y la penetran ambos por la misma cavidad.
Doble penetración era lo que necesitaba para terminar de zacearse de esos dos titanes que la embriagaban con sus envestidas, entre gemidos y jadeos de los tres llegan a la cima y termina su noche de pasión, lujuria y juegos calientes.
Evan se levanta en la madrugada para tomar un poco de agua, un desastre se encuentra en su sala, condones usados tirados, dilos y gente dormida en su sala.
Tocan la puerta y el abre preguntándose quien será, al abrirla una mujer rubia delgada se prende como víbora de su cuello y comienza a besarlo.
Maia al no sentirlo baja a buscarlo y al ver hacia al frente se encuentra con tal escena que hace que su furia se desate al máximo lanzando un vaso de vidrio hacia ellos.
Maia no es la más inocente y nunca dejo de ser una asesina...
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Dulce Sabor a Muerte © Libro I y II
Aktuelle LiteraturSin darme cuenta ella tomo su cuchillo y me hace una gran herida placentera en mi pecho para saborear el dulce elixir que anuncia la muerte. Nos seducimos a miradas, succionamos este amor y deseo carnal que nos invade todo nuestro cuerpo, junto a un...