Evan
Han pasado varios días desde que Maia y yo nos arreglamos, me he sentido bien al lado de ella, creo que estoy dejando de ser tan oscuro y frio desde la declaración de Maia.
Es que ciertamente el perder a mi pequeña me hizo entender muchas cosas, como que puedo ser muy mierda con todos excepto con ella, es mi razón de vivir, no puedo ser malo con ella... bueno solo en la cama.
Creo que ahora es ilegal tener sexo con ella ya que soy mayor de edad y ella sigue siendo una pequeña, mejor entre más ilegal más intenso serán nuestros encuentros.
Estoy por tomar una ducha y pongo música en mi celular, le doy play toda la lista de reproducción de Slipknot y me hundo en mis pensamientos mientras me ducho.
Recuerdo todo lo que ha pasado desde que llegue a América, mi vida ha cambiado demasiado.
¿Para bien o para mal?...
Dependiendo en qué sentido lo vea ya que me han pasado cosas buenas y cosas malas.
Lo analizare...
Cosas buenas:
Conocí a Maia y gracias a ella supe que era sentir y vivir.
Mi madre y yo nos acercamos un poco más.
Me quede con todos los bienes de Manuel.
Mate a mi padre y al fin pude cobrar venganza.
Cosas malas:
Mi madre murió junto a Manuel.
Me quede completamente solo.
Casi pierdo a Maia lo único que me queda.
Conocí mi debilidad, una pequeña chica.
Me convertí en un maravilloso asesino.
En conclusión conocer a Maia es lo mejor y peor que me ha pasado en la vida.
Termino de ducharme, salgo solo una toalla puesta por la cintura y en eso escucho un ruido en la planta de abajo pero no le tomo importancia.
Salgo del baño y me paro frente al espejo a contemplar mis más marcados abdominales, tengo muchas más cicatrices que cuando llegue pero no me arrepiento.
Ahora sé que es lo que se siente vivir...
Vuelvo a escuchar otro ruido esta vez fuera de mi habitación, tomo el cuchillo y abro la puerta para ver de qué se trata cuando de pronto veo a mi pequeña saltar para querer asustarme, algo que me produce mucha gracia pero finjo estar enojado para asustarla a ella.
Con un brazo la cargo de la cintura brutalmente y la tiro a la cama, ella asustada me mira con sus bellos ojos azules grandes y le pongo el cuchillo en su cuello.
- ¡No vuelvas a entrar a mi casa así!- Le digo fuertemente y ella asienta muy asustada, yo sonrió ante su cara- Porque no me asusta nena, pero veo que yo a ti si-.
Ella solo me golpea, en realidad si estaba muy asustada.
- Eres un idiota, creí que si estabas enojado- Dice sonriendo.
- Claro que no me enojaría por eso, eres una tonta- Le beso la punta de su nariz y ella me sonríe.
- Estas... solo con una toalla puesta- Se cubre el rostro con sus manos.
- Si, ¿Cuál es el problema? Ya me has visto desnudo.
- Pero no a plena luz del día, vístete.
- Me vestiré... Me vestiré de tu sonrisa, de tus gemidos, me vestiré de ti- Le doy un corto beso en sus labios.
- Evan es enserio
- ¿No te gusta? Tan feo soy
- No, no para nada no eres feo tu eres hermoso y perfecto
- Oh creo que somos iguales entonces.
La comienzo a besar apasionadamente y meto una de mis piernas entre las de ella y le acerco a mi amigo algo emocionado.
Ella se percata de eso y suelta un jadeo, muevo mi cadera y un gemido sale de sus labios, sé que lo quiere al igual que yo.
- ¿Te acabas de duchar?
- Si, ¿por qué?
- Tu cabello mojado
- Oh si lo siento por mojarte
- No lo sientas, mejor mójame- Al decir eso una sonrisa perversa sale de nosotros dos y comenzamos con lo nuestro.
Me quita la toalla de la cintura y quedo completamente desnudo ante ella.
Se da un tiempo para apreciar mi desnudez, como yo suelo hacer con ella, se muerde su labio inferior y me acerca de nuevo para tomar con posesión mis labios.
Esta vez que lo hicimos nos entregamos más allá de la lujuria y la pasión que siente el uno por el otro, esto fue como si fuera la última vez que estuviésemos juntos piel con piel.
Yo cuide de ella como ella de mí, esas miradas jamás las olvidare la manera en que rasguñaba mí y ella se arqueaba del placer, son momentos únicos que jamás olvidare.
Sentí algo mas allá, no puedo creer que diga esto pero al fin sentí algo por Maia.
Es algo que no puedo describirlo con palabras, es una sensación de bienestar, una paz, algo de alegría mezclada con unas ganas de jamás soltarla y estar a si por siempre.
Tal vez sea... ¿amor?
Si eso fue, amor, estoy enamorado de Maia
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Dulce Sabor a Muerte © Libro I y II
General FictionSin darme cuenta ella tomo su cuchillo y me hace una gran herida placentera en mi pecho para saborear el dulce elixir que anuncia la muerte. Nos seducimos a miradas, succionamos este amor y deseo carnal que nos invade todo nuestro cuerpo, junto a un...