Capitulo 21: Celos Vanos Parte 1

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Maia

Nos incorporamos después del acercamiento tan pasional que hicimos...

Bueno hicimos el amor...

Y fue maravilloso, inesperado, erótico y celestial. Estar en los brazos de Evan es el alimento que necesita mi alma para ser feliz, para vivir y sentir todo lo que este chico sádico y misterioso me transmite con una caricia.

Me duele serle infiel a mi Trevor...

¿Cómo puedo llamarle amor a lo que tengo con Trevor?

Si cada vez que estoy con Evan no resisto en desearle que me toque, que me haga suya a si tal como a él le gusta...

Me siento avergonzada, culpable y estúpida muy estúpida por seguir con esta farsa. Es que es obvio que ya no siento nada por Trevor.

Si ya no amo a Trevor...

¿Qué es lo que siento por Evan?

¿Amor, pasión, lujuria, obsesión?

¡¿Me estaré enamorando de Evan?!...

¡Eso no es posible, Evan no puede amar... él es SADICO Y OSCURO!

El me lo ha dicho jamás amaría a una chica como yo...

Por alguna razón la idea de estarme enamorando de Evan me asusta, me inquieta y me altera. No puedo estarme enamorando de alguien que no puede sentir lo mismo por mí, no es sano.

Me visto rápidamente y miro a Evan de manera diferente, como si no reconociera quien es el chico a mi lado, él se aleja posa sus manos en su cabeza y patea un objeto del cual no me percato muy bien que es.

- ¡Mierda!- Se queja y me mira de forma furiosa.

- ¿Qué pasa?- Pregunto algo nerviosa.

- Tuve la oportunidad de follarme a Aiza y lo arruine por venir a arreglar las cosas contigo.- Me dice en forma de reproche y por alguna razón eso me molesta y provoca que explote.

- ¿Pues qué esperas?, ve con ella de seguro te ha de estar esperando en la misma habitación o si no es que alguien más ya se la está follando por ti, pero no, solo estas aquí conmigo perdiendo el tiempo con una estúpida masoquista.

- No sé por qué carajos te enojas, creí que ya habíamos arreglado todo.

- Pues creíste muy mal, nunca arreglaras nada tú ya no tienes salvación nada de esto lo tiene, será mejor que aquí dejemos todo esto y no nos volvamos a buscar nunca.

Se acerca furiosamente a mí y con sus fuertes manos sostiene las mías lo que hace que yo trate de zafarme en vano ya que es más fuerte.

- ¿Salvación?, ¿Crees que tú también tienes un carajo de salvación?, Maia tú al igual estas condenada crees que estar aquí conmigo teniendo sexo detrás de la casa de tu novio mientras el atiende a los invitados, ¿Crees que no es pecado y mereces salvación?, tú ya no eres pura yo estoy destruyendo cada parte de pureza en tu ser solo para mis propósitos ególatras.

- ¿Y qué carajos ganas haciendo eso?- Digo reprochándole con los mis ojos llenos de lágrimas, escuchar lo anterior me afecto demasiado.

- Destruirte, dañarte, matar cada parte de tu ser sin hacer algo físico, quiero que pagues todo lo que ha provocado en mí, me hiciste débil e inútil ahora tengo que protegerte de todo para que no lleguen a intentar hacerme daño a mí.

- Eso no es algo lógico, yo no tengo la culpa de lo que sientas y lo que eso te provoque, deja de hacerme daño y vete déjame vivir mi vida normal si tú eres un miserable infeliz inadaptado es tu maldito problema pero no me sigas enam...

Dulce Sabor a Muerte © Libro I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora