Dulce Sabor a Muerte © Libro I y II

Capitulo 27: Edward Black "Feliz Navidad" Parte 1 [Especial Maraton Navideño]

Maia

Han pasado varios días desde lo que paso con Evan esa noche del baile, todo ha estado muy calmado, mi príncipe oscuro y yo hemos estado juntos todo el tiempo estudiando para los exámenes finales.

Entregando trabajos, proyectos y demás no hemos tenido tiempo de que pase algo más entre nosotros, admito que me gustaría ser algo más de Evan que solamente su "Amiga".

En fin esta es la última semana de clases, solo nos presentamos a firmar nuestras calificaciones y es de suma importancia presentarse.

Solo faltan dos semanas para navidad y estoy tan emocionada por lo que viene, los regalos, la cena en fin amo este día tan familiar.

Llego a la escuela, y me percato de que Evan no está, entran todo el grupo y la clase comienza.

Termina la clase y comienza otra, no hay rastro ni seña de Evan.

¿Qué le habrá pasado?

Él es muy puntual...

¿Tengo que preocuparme?...

En fin terminan las clases y salgo con mis amigas para después sentarnos en una banca de afuera para conversar sobre donde pasaremos la navidad que recibiríamos de regalo etc.

A lo lejos puedo notar la moto de Evan y al montado en ella, pero hay otra igual pero más grande con un sujeto extraño.

Evan se estaciona y se acerca a mí con su típica sonrisa sínica, sé que sonríe a si porque puede notar mi rostro lleno de preocupación por el.

Detrás de él se acerca un sujeto enorme corpulento, de tez morena, se quita los lentes oscuros y se puede notar su gran mirada penetrante grisácea, su cabello es corto pero con una pequeña cascada que le llega hasta sus ojos, debo decir que para su edad es muy bien parecido, es alto y musculoso e intimidante.

Me recuerda a Evan...

El hombre posa sus intensos ojos grises en mí y logra amordazarme con la mirada, es enserio intimidante.

Me mira fijamente pero a pesar de su distancia siento que atraviesa mis ojos y llega hasta mi alma, la destruye, la mata y la hace añicos para después desaparecerla, no pierdo de vista su mirada quiero tratar de evadirlo que se aleje de mi pero no lo logro es indomable.

- Hola pequeña, ¿estabas preocupada por mí?- Dice Evan

- Si, ¿Por qué faltaste a las firmas?, tu nunca faltas.- Le digo en tono preocupado.

- Es que estaba con su padre.- Dice el intenso hombre de ojos grises.

Se acerca a Evan y lo toma de los hombros, Evan solo cierra los ojos con prepotencia y aprieta la mandíbula, sé que quiere hacerle muchas cosas.

El hombre vestía todo de negro como mi príncipe oscuro, llevaba una gabardina negra de cuero, unas enormes botas del mismo color, por dentro se podía apreciar su camisa negra medio fajada y su cinturón de una calavera con ojos rojos te ponía la piel de gallina.

Sus múltiples cadenas de oro y plata hacían juego con todo su atuendo de mafioso, quien lo viera en la noche se tiraría a correr por el miedo de pensar que un demonio lo perseguía... o al menos eso parecía.

- Chicas él es Edward Black.- Dice Evan con cierto odio en sus palabras.

- Su padre... eso te falto decir hijo.- Dice el hombre.

Maldita sea ese es el padre de Evan...

Es Edward... el hombre que le arruino la vida a mi príncipe oscuro y que lo convirtió en un ser sádico y sin sentimientos...

Mi piel se pone aún más de gallina, me siento intimidada por la mirada de ambos, son tan iguales solo que Evan saco su tez blanca pálida a su madre eso supongo, pero de ahí en fuera son idénticos, su mirar, sus gestos, hasta su cabello, esa melena negra que me hace suspirar y que cae en pequeñas cascadas en su rostro cuando me enviste... simplemente es espectacular su gran parecido.

Me sonrojo al recordar la caída de su cabello cuando me enviste...

Evan arquea una ceja y me mira desconcertado al notar mi reacción, miles de cosas pasan por mi mente en este instante.

- Vine para justificar la falta de hoy y firmar de una vez

- Que bien porque gracias al cielo hoy es el último día.- Dice Macy alzando sus manos al cielo.

- No seas infantil Macy, solo tendremos dos meses de vacaciones no es para tanto, me aburriré a muerte en mi casa.- Dice Katy

- Cuidado con esas palabras nena, no sabes que loco que ande por ahí pueda malinterpretar tus palabras, con la muerte no se juega.- Dice Edward con la vista muy fija en los ojos verdes de mi amiga.

- Eso es tan cierto, muchas gracias por sus consejos señor Black gusto en conocerlo, adiós Evan.- Dice Macy tomando a Katy de la manga y jalándola para irse.

Las chicas se van y nos quedamos los tres en un incómodo trio.

- ¿No me vas a presentar a tu amiguita?- Dice Edward

- No es mi amiguita... Es mi novia.- Dice Evan y me abraza por la cintura.

¡No puedo creerlo dijo que era su novia!

¡Eso me hizo sentir tan feliz y no lo puedo negar!

Volteo a verlo impresionada, pero él ni me miro a los ojos al contrario estaba tratando de intimidar a su padre y este a él, es como si me quisiera proteger de algo.

Tal vez solo lo dijo para protegerme...

Eso hace que vuelva de inmediato a la realidad... a mi realidad.

Es triste saber que solo lo dijo por protegerme, es que es obvio que él no quiere nada serio con nadie, y menos conmigo.

Me fulmina con la mirada para que diga algo y de inmediato salgo de mi trance.

- Oh si soy su novia, soy Maia Jones.- Le digo al hombre y le estrecho la mano pero el la toma y le da un beso.

- Mucho gusto, señorita Jones no sabía que mi hijo tenía una novia tan hermosa como usted.

Eso en vez de hacerme sonrojar solo me dio miedo mucho miedo.

Sentir sus labios en mi piel aunque solo fuese mi mano hizo que sintiera un enorme escalofrío en todo mi cuerpo, sus labios son demasiado fríos como un metal, como el metal de un cuchillo, el arma de un asesino.

Evan le arrebato mi mano de las suyas y volvió a abrazarme de la cintura como si eso fuese una advertencia para que nadie se acerque a mí.

- Pues ahora sabes que la tengo

- Entonces cuídala mucho sería muy lamentable que algo malo le sucediera.- Dice muy serio y sin perder de vista a Evan.

- Lamentable será quien se meta con mi novia.- Dice Evan

- Bien dicho ya lo veremos, tengo que irme hijo mío pero nos vemos más tarde tengo unos asuntos que atender, con permiso señorita Jones.- Dice Edward

- Propio.

El hombre se monta en su gran moto y se pierde entre toda la niebla que hay a su paso.

Evan se sienta en la banca y posa sus manos sobre su cabeza.

- Volvió ese imbécil con un solo propósito.-Dice Evan

Yo no sé qué decir ante ello y me siento al lado de el para abrazarlo.

Evan de nuevo me necesita...

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