Despertamos al mismo tiempo y nos duchamos juntos ya que no deseamos separarnos el uno de otro.
Nos cambiamos de ropa y la acompaño hasta a su casa, teniendo cuidado que nadie me reconozca ya que aún soy sospechoso de la muerte de Trevor.
Llegamos a su casa y ella no me quiere soltar como yo a ella, tengo un mal presentimiento desde que salimos de mi casa.
- ¿Qué te pasa Evan? Te noto un poco mal desde que salimos de tu casa
- Es que hay algo que deseo decirte desde hace meses, es algo que siento y que había estado esperando el momento necesario para decirlo ya que es complicado.
- Anda, entonces dilo
- Yo, es que yo te... Yo te siento, yo te estimo yo...
En eso los papas de Maia llegan a casa.
- Me lo dices después ahora vete porque mis padres si te ven te denunciaran.
- Si, está bien.
Ella sube por el árbol para llegar a su habitación.
Cuando intento irme siento un fuerte golpe en la cabeza.
Al despertar estoy amordazado a un tronco de un árbol, hay una fogata frente a mí y un montón de hombre vigilando.
Trato de aclarar la vista en la oscuridad pero no puedo, al fondo está un hombre corpulento y alto parecido a Edward.
Eso no puede ser él está muerto...
Al acercarse noto la diferencia, es otro sujeto pero vestido igual vestido como mi padre.
- Hay Evan, ¿Creíste que no cumpliríamos nuestra promesa? Por supuesto que sí, nosotros si cumplimos nuestras promesas no como el estúpido de tu padre.
- Él no era mi padre
- Si lo era los dos son iguales de ingenuos, tu padre Edward siempre creyó que estábamos con el como una familia, pero no, en una mafia nadie es familia y todos estamos unidos solo por una cosa... Dinero.
- ¿Qué buscan en mí, dinero? Se los doy si quieren pero suéltenme
- No queremos tu putrefacto dinero ahórratelo para tu funeral, buscamos a la chica que escogió el potro, con esa chica ganaremos una fortuna.
- Si la quieren por pura y casta olvídenlo, ya no lo es.
- Eso no importa, ella es hermosa y joven con eso nos basta, aparte tú la amas y eso será una venganza contra tu padre.
- Pero yo no soy mi padre, háganme lo que quieran a mí pero dejen a Maia.
- Tu eres su hijo por lo tanto es igual hacerte miserable a ti que a tu padre.
- Ya veo, no es venganza lo que buscas solo quieres ser como el, tú le tenías envidia a él por lo poderoso y rico que era déjame decirte que nunca lograras ser como el, no hay nadie más sanguinario y sin corazón como él.
- ¡Te equivocas!- Me da un fuerte golpe en la mandíbula que me hace escupir sangre- Jamás vuelvas a decir estupideces o mato a la chica frente a ti, eres igual de débil que tu padre su debilidad eran las mujeres pero solo una era su mayor debilidad... tu madre.
- ¿Y por eso la mato? No tu no conociste a tu jefe maldito mediocre él no quería a nadie
- De nuevo te equivocas, tu padre adoraba a tu madre cuando tu naciste fue el hombre más feliz de la mafia luego creciste y te quiso educar a su manera pero con su carácter todo se le salió de las manos por eso cayo en prisión.
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Dulce Sabor a Muerte © Libro I y II
General FictionSin darme cuenta ella tomo su cuchillo y me hace una gran herida placentera en mi pecho para saborear el dulce elixir que anuncia la muerte. Nos seducimos a miradas, succionamos este amor y deseo carnal que nos invade todo nuestro cuerpo, junto a un...