Mi hermano es famoso (Harry Potter)

Los ocho Potters

Narra Harry

Estaba en Privet Drive, dando una vuelta por la casa, completamente vacía. No había ni los muebles a los que tan acostumbrado estaba ya, ni recibís ningún grito. Entré a lo que una vez fue la cocina, encontrándome a mi tía todavía allí.

-Tía Petúnia, deberías irte. Los mortífagos, no tienes ni idea de lo que...

-¿Crees que no sé lo que se siente?- Escupió las palabras interrumpiéndome.- ¿Crees que no sé de lo que son capaces? Esa noche, no solo perdiste a tu madre. Yo... yo perdía a mi hermana.- Me miró por última vez, y abrió la boca como si quisiera decir algo, pero no pronunció ninguna palabra. Pasó por mi lado, y salió de la casa metiéndose en el coche.

-¿Porqué él no viene con nosotros?- Oí a Dudley preguntar.

-Porqué el no quiere. No quieres, ¿no chico?- Respondió Vernon sorprendido.

-Nono.- Me apresuré a responder.

-Adiós Harry.- Dudley se acercó, y me dio un apretón de manos.

-Adiós, Big D.- Le devolví el apretón y le compuse una sonrisa. Quizás mi primo no fuera tan malo.

En cuanto hube perdido el coche de vista, volvía a entrar en la casa para, minutos después, oír de nuevo la puerta. La abrí, encontrándome a Hagrid.

-¡Hagrid!- En cuanto me separé de su abrazo, vi a Ron y a Hermione detrás, a los que también abracé. Me costaba no abrazar también a mi hermana. La echaba de menos.

Invité a todos a entrar a la casa. Al entrar Tonks, me enseño su mano, adornada por un anillo de matrimonio. Miré sorprendido a Remus.

-¿Os habéis casado? ¡Vaya! ¡Felicidades!

-Si. Lamento no haberte invitado, pero con todo esto de la guerra...

-¡Dejemos las buenas noticias para después!- Gritó Ojoloco Moody. Nos giramos todos a mirarle. Estaban en semicírculo alrededor mío.-Potter.

-¿Porqué tantos? ¿Qué ha cambiado?

-Un pequeño cambio. No podemos usar ni la red Flu, ni la desaparición, ni nada de eso. Seremos tu escolta, y, con esto...- Dijo sacando una botellita.

-¡Ah no!- Exclamé.-¡No podéis hacer eso!- Dije entendiendo todo el plan.- ¡No dejaré que lo hagais!

-Todos aquí son mayores de edad Potter.- Intentó convencerme.

-¡Aún así no podéis! Necesitáis un mechón de mi pelo. No podréis si yo no colaboro.

-Si, eso es un problema.- Dijo uno de los gemelos detrás mío.

-Tienes razón Fred. Obviamente, siete magos no podremos contra uno que ni siquiera puede usar la magia.- Dijo George con ironía.

-Granger.- Murmuró Ojo-loco. Hermione se acercó y me arrancó un mechón de pelo.

-¡Au!- Acaricié la parte maltratada de mi cabeza. Moody lo mezcló y pasó la botella a todos. Poco a poco, uno a uno, les vi convertirse en mi. Fred y George se miraron y exclamaron "¡Somos idénticos!" Fleur se avergonzaba, y según Ron y Hermione, sabía mejor que Crabbe y Goyle.

-Vale. Aquí tenéis la ropa.- Dijo Moody lanzando un saco blando, de donde sacaron ropa como la que yo llevaría. Todos empezaron a desvestirse ahí mismo. Me sentí invadido. Supongo que a ellos no les importaba desnudarse, pues no era su cuerpo, ¡Pero a mi si! Que Tonks, Hermione, Fleur... que eran chicas, estuvieran viendo mi cuerpo multiplicado por siete.

-¿¡Estamos todos?

-Si.- Murmuraron todos, callando el murmullo que había.

-Bien. Granger, con Kingsley en un thestral. Delacour, con William Weasley, en un thestral. Fred Weasley, con tu padre en escoba. George Weasley, con Lupin también en escoba. Ronald Weasley, con Tonks igual. Mundungus, ¡Tu conmigo! Potter, tu irás con Hagrid en su motocicleta.