Esta es mi vida

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Cuando empiezas desde cero tienes la oportunidad de omitir cosas de tu pasado, no pasa nada si no das detalles personales a la gente nueva, las personas tienden a creer en tu palabra. Bueno, yo no me invente una vida nueva, simplemente omití a Christian Grey en mi presente, y quiero omitirlo en mi futuro. Me ha funcionado de maravilla, todo esta en orden y ser Jefa de Redacción en Hachette Book Group USA me ha dado una satisfacción personal increíble, saber que este puesto lo tengo porque me lo merezco y no porque este con el jefe del jefe de mi jefe.

-¿Ana? Lo siento, pero estas muy distraída. ¿Te pasa algo?-
-Nada Marlen, lo siento pero no he tenido una mañana muy buena, pero todo esta en orden-
-Bien, sigamos entonces-

Marlen siempre se ha preocupado por mi, es una grandiosa asistente y pensar que casi me quedo sin ella cuando se iba a casar. Sinceramente Marlen ha sido la mejor asistente en estos tres años que llevo en el puesto, no solo hace su trabajo si no que se preocupa por mi, por mi salud y mi estado emocional. Creo que a mis amistades me gusta escogerlas diferentes a mi, ella es demasiado divertida, sociable y espontánea, sin dejar fuera lo guapa que es aunque que es rubia es muy inteligente, comienzo a creer que las morenas decimos que las rubias son tontas solo por celos. Kate y Marlen son tan parecidas y buenas en lo que hacen. Todas las rubias que he conocido son muy bellas e inteligentes, no logro comprender por qué a Christian no le atraían.
Y ahí está de nuevo, mi mente divagando y llegando a Christian, me da no sé que estar pensando en él, llevaba más de un año sin pesadillas y sin pensar en él, no entiendo por qué ahora esta nuevamente en mis pensamientos. Quizá es el miedo que me ha dado el hecho de que hay un nuevo socio, me da miedo que sea él, me da miedo que me haya localizado y haya decidido controlar mi vida mi vida nuevamente, pero Marlen me ha dicho que no cree que sea Christian Grey, porque qué haría un magnate como él invirtiendo en una editorial, no es su mundo, no lo es.

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-¡Por favor, Ana! Hace dos años que no vienes a vernos a mi y a Kate, siempre estas trabajando ¿qué no tienes vacaciones?-
-José, para ¿si? Pareces niño chiquito haciendo berrinche-
-Mira que tan bajo he caído para que vengas, soy un niño chiquito- los dos reímos al mismo tiempo- Vamos Ana, tienes que ver mi exposición-
-¡BIEN! Iré, solo por una semana.... Y ni intentes convencerme de que vaya más tiempo ¿estamos? Es lo que ofrezco-
-Dios, Ana. Segura que no quieres ser abogada, ofreces muy buenas tratos, claro que injustos para unos-
-No me estoy riendo, José. Bien, avísale a Kate que nos vemos en una semana ¿bien?-
-Bien- casi puedo oír como sonríe- Nos vemos en una semana señora jefa de redacción, que difícil eres Ana-

Dicho eso colgamos. Debo decir que me pone nerviosa ir a Seattle a ver a mis amigos, me da miedo encontrarme con Christian, tengo que decirle a Kate que no le diga nada a Elliot de mi visita o que no le diga nada Elliot a Christian.
Ahora ¿cómo le digo a David que voy a viajar a Seattle?

-Pues así como es Ana, no creo que te lo impida o si lo hace ¿le harías caso? No te imagine como una mujer que pide permiso- me dice Marlen con un tono desaprobatorio
- No es eso y lo sabes, solo que no quiero que piense mal, solo ustedes dos saben de Christian y no quiero que piense que voy a verlo, no quiero tener problemas-
-Y por qué no le pides que te acompañe, seria un lindo gesto de ambas partes-
-¿Acompañarme? Uhm, no lo había pensado, creo que es una buena idea, gracias Marlen, eres un ángel-
-Lo sé-
-¿Marlen? ¿Por qué no vienes tú también? Las dos tenemos vacaciones dentro de una semana y sé que no vas a viajar a Canadá hasta navidad ¿qué dices?-
-¿De verdad Ana? ¡Claro! Gracias, eres la mejor jefa y una excelente amiga-

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-¿No crees que sería divertido? Marlen va a ir, por qué tú no- le grito a David desde la habitación de su departamento
-Ana, cariño. Sabes que no es porque no suene genial, por primera vez conocería a tus amigos y eso me hace ilusión de que lo nuestro es en serio- no creí que presentarle a mis amigos seria tan en serio para él, quizá debo reconsiderarlo ¿qué?- pero seguramente Grey estará ahí y no quiero que intente algo-
- ¿Christian? Vamos David ¿por qué estaría él para recibirme?-
-Ana una de tus mejores amigas sale con su hermano-

Suena algo triste y preocupado, de verdad quiero que vaya, quiero estar con él y decirle a todos que lo de 50 sombras esta mas que superado y que ahora tengo mi vida hecha junto a un hombre que es.....

-Por favor, amor. Por mi ¿si?- ya estoy en la cocina y lo rodeo con mis brazos y mis piernas las pongo en su cadera y lo beso en el cuello.
   -Ana, amor. Basta, estoy tratando de hacerte de cenar y tú- me da un beso corto- me distraes-

Y eso es lo que intento, quiero seducirlo no solo por querer que vaya conmigo, si no porque quiero sacarme de la mente a Christian. Necesito estar con mi novio, necesito hacer el amor con él.

     -Vamos, en este momento tengo hambre pero no necesariamente de comida- le guiñó un ojo y le doy un beso profundo
-Ana, basta. Estoy haciendo de cenar, bájate-
Dicho una vez eso me bajo y me llega una frustración por no tener que lo que quiero, es hasta cierto punto normal que en ocasiones me rechace o prefiera hacer otra cosa, he llegado a pensar que no le gustó tanto como a mi me gustaría.

-David ¿puedo preguntarte algo?- el sigo cortando los pimientos, pero me ve y asiente- ¿No te gusto físicamente? ¿No soy atractiva para ti?-

Deja de cortar los pimientos y me mira como con compasión y odio que me mire así, como si fuera una niña caprichosa. Estoy cruzada de brazos y se me acerca, me toma por la cintura y me da un fuerte abrazo, me empieza a besar en el cuello, me pone una mano en el trasero y me da un beso profundo y largo, nuestras lenguas se unen en un beso lleno de pasión y amor.

-Cómo puedes decir eso Ana, yo te deseo como un loco, pero ahora estoy haciendo la cena. No me hagas pucheros, cariño.- sigo haciendo pucheros y me da un beso en la nariz- bien, iré contigo a Seattle ¿contenta? Ahora sigo con la cena.

Y ahí está de nuevo, me deja con las ganas y me deja mas confundida que antes. Si me desea como dice, por qué no me lo hace saber, por qué me rechaza.
Lo único que puedo hacer es sonreír y aceptar que siga con la cena, bueno, al menos ha aceptado ir conmigo a ver a Kate y a José.
Me pregunto si veré a Christian. Debo admitir que quiero verlo, solo para saber como esta pero al mismo tiempo ruego para que no se entere que voy a Seattle. Aunque me digo a mi misma que es absurdo que me quiera buscar, si no lo ha hecho en casi 5 años, menos lo hará ahora que tengo mi vida hecha, menos ahora que tengo a David y ahora que soy feliz.

¿Pero por qué y quiero que me busque? ¿Por qué quiero verlo y estar entre sus brazos? ¿Por qué no puedo olvidarte Christian?

¿Qué tal? Espero sea de su agrado.
No falta mucho para que Christian y Ana se encuentren.
¿Qué les gustaría leer cuando eso pase?
No olviden dejarme su opinión. Nos leemos pronto.

14/octubre/15

50 sombras destrozadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora