50 sombras destrozadas

Buenas intenciones

Cuantas veces alguien tiene que equivocarse con la misma persona, cuántas veces tendré que cometer el mismo error. Hace tanto que deje ser ese Christian dominante y dejar de intentar que todo salga como a mí me gustaría, me cuesta entender cada vez más eso, es como si tuviera que retroceder cada vez que Ana aparece.

-Christian....-

¿Acaso es tan difícil que todo salga como yo quiero? ¿Tan difícil es entender cómo me gustan las cosas? ¿Por qué no puede hacer lo que yo quiero? Ese maldito solo apareció a complicar todo, si tan solo Ana hubiese obedecido en no ir a New York, si hubiese entendido que con una llamada era más que suficiente, él ya lo sabia, yo me había encargado de eso. No tenía que hacer nada más que quedarse en el departamento y esperarme. Así sería más fácil todos los días.

-Christian.....-

Si tan solo ella entendiera, si tan solo yo entendiera.

-Christian, por más que me encante que vengas solo a pensar y cobrar por ello, debo decir que si has venido es porque necesitas mi ayuda. O quizá solo te gusta verme-

Intento regresar a la realidad y mirar a Flynn, llevo quizá media hora sentando y sin decir nada, me río para mis adentros pensando que venir me hace pensar mejor, o quizá es que aquí nadie me pide nada, nadie me obliga a tomar una desiciones. Nadie me cuestiona. Aunque Mia me hizo reaccionar un poco, no logro comprender del todo. En momentos pienso que todo estuvo bien, que hice bien y en momentos la culpa me invade.

-Por qué no empiezas por decirme cómo fue en realidad todo, y por favor que sea lo más real posible-
-¿Qué quieres decir?-
-Quiero decir que no te hagas más responsable de todo y tampoco trates de quitarte toda la culpa. Dímelo como es-

Frunzo el ceño ¿quitarme la culpa? ¿Cargar con todo? Ni si quiera sé en qué punto estoy. Todo es tan confuso, ella están complicada.
Tomo aire para poder relatar lo sucedido.

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Mi puños están listos para ser utilizados, él los mira y en lugar de tenerme solo se ríe, ese cabron solo se ríe de mí furia, de la furia que tengo contenida en este momento, podría acabarlo a golpes, alegaría que fue en defensa propia, que quiso quitarme del camino para estar con Ana y con eso no me tocarían.

    -Señor Grey, si lo que usted quiere es matarme a golpes le sugiero que no lo haga aquí-
    -Dame una buena razón para no hacerlo-
   -Hay cámaras. Ya que usted mismo mando a ponerlas, que no se le olvide-
   -¿Me estás retando?-
  -Lo que le digo es que no se meta en problemas por alguien como yo-

¿Alguien como él? De alguna manera su tranquilidad no hace más que sacarme de mis casillas aún más, no demuestra miedo ni si quiera ha bajado la mirada cuando lo veo, golpeó la mesa y él no deja de mirarme, cualquier cosa que haga para retarlo él lo toma a juego o ni si quiera le interesa, ese maldito hijo de puta no me tiene miedo, ni una pizca.

    -Señor Grey, por qué no me dice todo lo que necesite. Entiendo que es a lo que ha venido-
    - Quiero que te alejes de Ana- se ríe
    -No lo haré si ella no me lo pide-
   -¿Qué quieres? ¿Cuál es tu precio?-
   -¿Disculpe?- se ha ofendido
   -Todos tienen un precio. Algunos quieren dinero, otros no. Pero sin duda tú tienes un precio. Es lo que ofrezco para que te alejes de Ana-

Se levanta y me mira con rencor pero no es lo que busco, quiero miedo en su mirada o al menos algo que me diga que está considerando mi oferta pero no, él se ha ofendido.