Estar aquí sola me ha servido para poder pensar bien que voy a hacer con mi vida, cómo enfrentaré lo que venga en el futuro. Aceptar el dinero que me dio Christian por Wanda fue una buena elección, hoy hace un año que vivo en New York y si no hubiese aceptado ese dinero no habría podido venir y dejar todo atrás. El cambio ha sido muy drástico para mí, pero no podía seguir engañada, no podía aún creer que Christian podría cambiar, que mejoraríamos nuestra relación, lo que hice al dejarlo fue una buena decisión. Aunque a todos les tomó por sorpresa que me haya ido de Seattle me siento tan cómoda con mi elección, soy más feliz lejos de él, de su mundo al que no pertenezco.
Ahora mi trabajo no es el mejor, pero por algo tengo que empezar, soy buena asistente de mi jefe, aunque yo daría por todo por su puesto, en realidad soy yo quién debería estar de jefa ya que yo hago todo lo que él debería hacer, nunca había conocido a alguien que no hiciera más que dormir en su oficina, no tengo la menor idea de porque está contratado.
-¡Ana!-
Y con ese grito que pega mi jefe es más que suficiente para que yo salga disparada de mi asiento hacia su oficina, a veces me da miedo que me despida en uno de sus arranques de furia, como lo ha hecho con otras dos asistentes según lo que me han contando.
-¿Si señor Holbrook?-
-Me voy a casa, no soporto seguir aquí. Encárgate de que el último manuscrito que te di, este listo para hoy en la tarde y llevas estos papeles- señala una carpeta en la esquina de su escritorio- a administración, tendría que hacerlo yo, pero eres mejor que yo en ese sentido-
-Si señor ¿algo más?-
-No, es todo. Hasta mañana-No puedo creer que no haya ni estado 4 horas en su oficina y decida qué es hora de regresar a su casa, cómo si el hiciera algo en todo el día. A veces me dan muchísimo coraje que no ame lo que tiene que hacer, lo que daría por estar en su lugar, daría lo que fuera por estar sentada en tu silla y hacer lo que ya hago ahora.
-Marlen, el señor Holbrook ya se fue a casa, y me encargo estos papeles- le digo agitándolos casi en mi cara- tengo que llevarlos a administración, pero también tengo que hacer más trabajo que no hace él. ¿Puedes pedir que alguien de administración venga por estos papeles que tengo aquí?-
-Claro Ana, en seguida me encargo de ello- y me cuelgaMarlen es una de las pocas personas que me habla desde que llegue a trabajar aquí, hace casi un año, es recepcionista así que creo que la primera vez que hablamos fue por obligación, era su deber hablar conmigo en ese momento, pero al paso del tiempo siguió siendo amable, todas las mañanas me saludaba con una gran sonrisa, cosa que al parecer aquí en New York no es muy común. Al paso del tiempo se ha convertido en una amiga, la única amiga que tengo aquí y con la única que he hablo por casi un mes ya que Kate se ha ido de viaje con su flamante novio y José está más ocupado que nunca con sus exposiciones de arte, me alegro por él aunque extraño mucho hablar con mi mejor amigo.
Estoy tan concentrada en mi manuscrito que no escucho que hay alguien más aquí, no oí cuando llegó y al momento de que me interrumpe doy un salto del susto, casi me caigo de mi silla y el hombre que tengo en frente reí, le parece gracioso hacer algo así y en automático me desagrada.-Lo siento, no pretendía asustarte de esta manera. Me han enviado de administración a recoger unos papeles del señor Holbrook-
No lo había visto con detenimiento, pero ahora que ha hablo levanto la vista y observarlo, es un hombre con cara agradable. Va demasiado bien vestido para ser un mensajero, no había visto que algún mensajero vistiera con un saco y camisa blanca, aunque el pantalón de jean le da un aire relajado sigue siendo muy formal para ser mensajero.
-Si, claro. Son estos, toma- le doy los papales y prosigo a seguir leyendo, pero él no se va- ¿Necesitas algo más?-
-No, solo... bueno.... yo-
-¿Disculpa? -
-No escuche tu nombre-
-Si, quizá porque no lo dije-
-¿Puedo preguntar cómo te llamas?
-¿Disculpa?-
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50 sombras destrozadas
FanfictionAnastasia decide dejar a Christian cuando sabe el alcance que tiene al castigarla, ella no cree que pueda ser capaz de llevar una vida como su sumisa. Pero el destino ha decidido que su historia aun no acaba, aún tienen muchas cosas que aclarar. 5...