Beep

2.6K 188 18
                                    

Las voces que escucho están más lejos de lo que puedo imaginar, no hay nada más a mi alrededor. Todo está negro y me veo a mí misma llorando en un rincón, aquí me quiero quedar, me quiero alejar de todo, no quiero más sufrimiento. No hay manera de estar bien con Christian, siempre habrá algo que dificulte nuestro amor, no puedo estar con él si no quiere a beep, no puedo imaginar si quiera perderlo, y ahora estoy aquí, llorando y suplicando no perder a este pequeño, no quiero. Estoy lista, estoy lista para ser mamá.
Quiero a beep. Quiero a Christian. Quiero una familia.


Mis oídos se adaptan al lugar en donde me encuentro y lo primero que escucho son las máquinas que monitorean mis signos vitales, aun mantengo los ojos cerrados porque tengo miedo de ver a Christian, tengo miedo de que esté aquí. Puedo sentir como alguien se acerca hasta mi cama, y toma mi mano.

-Ana, por favor despierta-

Es Christian, siento su dedo pulgar acariciando mi mano, mientras que con una mano me acaricia, la otra sube hasta mi cabello y lo acomoda, quizá estoy sumamente despeinada. Dejo que mis ojos se abran lentamente, puedo ver a Christian y parece diez años mayor, en sus ojos veo el dolor y la tristeza que siente al verme así, sus ojos están muy hinchados y me cuestiono si ha llorado por mi, me pregunto cuánto tiempo llevo aquí.

-¡¿Ana?!-

Me suelta y retrocede bruscamente por la alegría y el asombro de verme despierta, casi puedo ver las lágrimas correr por sus mejillas, siento como mi pecho se llena de dolor por verlo de esta manera; está cansado, devastado y dolido por todo lo que ha sucedido.
Aunque me duele verlo así, mi primera acción es llevar mi mano a mí vientre, tocándolo y esperando sentir algo, alguna señal de que todo está bien.

-¿Beep?- preguntó

No consigo respuesta de Christian y puedo sentir el balde de agua fría que me cae en la cabeza, comienzo a sollozar de dolor, me intentó convencer de que si hubiera perdido a beep lo sentiría. Lloro con desesperación y pataleo como niña chiquita, estoy a punto de caerme de la cama, pero Christian me sostiene e intenta tranquilizarme, me toma de los brazos y dice mi nombre una y otra vez, no puedo, simplemente no puedo....

-Ana, Ana.... por favor. Escúchame- es inútil porque no dejo de llorar, no dejo de lamentarme- ¡Anaaa! El bebé está bien, él o ella está bien-

Al escuchar eso, mis lloriqueos desaparecen, dejo de luchar con Christian y me lanzo a sus brazos, lo tomo por sorpresa pero no rechaza mi abrazo lleno de desesperación y alivio al mismo tiempo. Lloro en sus brazos pero ya no de dolor, sino de alivio, aún tengo a beep conmigo, me separo de Christian y me acarició el vientre con una sonrisa llena de lágrimas.
Christian se levanta y me asusta que se vaya, pero al mismo tiempo se que será lo mejor, no pienso deshacerme de beep, y no lo detendré si él se quiere ir.
Sale de la habitación dedicándome una sonrisa triste y confusa, por unos instantes creo que se ha ido, que me ha dejado pero regresa con una enfermera que comienza a revisarme.

Mientras el doctor me explica lo sucedido, no dejó de ver a Christian que esta del otro lado de la habitación, lo veo lleno de dudas, está confundido, me gustaría decirle que yo también estoy confundida, pero no como él.
Después de unos minutos el doctor por fin me confirma lo que más temía.

-Si quiere que el embarazo llegue al final tendrá que estar en cama y sin hacer esfuerzos, por el bien del feto. En esta ocasión es diferente señora Grey, la última vez que estuvo aquí solo tenía que guardar reposo hasta que pasara el peligro pero esta vez le exijo que guarde reposo total hasta el final del embarazo. Usted ha tenido dos amenazas de aborto, que gracias a nuestra intervención ha podido librarlas, pero me temo que una tercera sería una dificultad mayor no solo para el feto, sino para usted y futuros embarazos-

50 sombras destrozadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora