Paciencia

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Desde lejos puedo ver que en el pequeño restaurante esta Ana, le veo de espaldas y le pido a Taylor que se detenga, quiero mirarla. Mi delicada Ana está esperándome y aunque no puedo creer esto, que algo por fin este saliendo bien. Cálmate Grey, si todo está bien es porque Ana no sabe nada, lo has mantenido en secreto.
Suspiro y trato de controlarme, eso no va a pasar, ella no va a saberlo , todo va a salir según al plan. Se quedará conmigo y él no se opondrá, me dio su palabra. Si ella me elige, él se va a alejar de ella, será como si nunca hubiera existido algo entre ellos.
Cierro mis puños, estoy tratando de calmarme, de alguna manera el miedo me invade, no quiero volver a sentirme como cuando ella me dejó, cuando sentí que su luz se iba de mi vida.

-Señor- Taylor me saca de mis pensamientos
-Si Taylor- me obligo a mirarlo

Sigo su mirada y puedo ver que Ana no está sola, hay una mujer frene a ella y al parecer esta bañada en lo que creo que es agua.
Me bajo de coche y mientras me aproximo a la mesa de Ana, me doy cuenta que la mujer es Elena. Está con ella y puedo escuchar que se están gritando. Taylor viene atrás de mi, volteo por un segundo y también mira la situación impresionado.

Los meseros de lugar intentan calmarlas pero Elena se resiste a soltar a Ana.

-Ella se va conmigo-
-Christian, querido-
-Suéltala Elena-

Mi mirada la intimida y suelta a Ana, a pesar de que la suelta la sigo mirando. Algo no está bien aquí. No entiendo cómo es que Elena podría estar por estos rumbos. No quiero pensar que está siguiendo a Ana, no puedo ser. Esa no es la Elena que conozco.
Ana nos mira a los dos sin saber qué hacer o que decir. Le dedico una mirada que espero que puedo transmitir que todo estará bien. No quiero armar un escándalo y menos aquí porque ahora todos nos prestan atención. Hasta el gerente ha salido a ver qué sucede.

-Quiero hablar contigo, Christian-
-No es el momento, Elena-
-Es importante-

Trato de mantener el control de la situación, quiero alejarme junto con Ana pero siento que debo hablar con Elena, debo saber el por qué está aquí y por qué empezó todo esto.

-Ve con Taylor, Ana. Te veré en casa-
-¿Ahora es casa de los dos?-

Ignoro el comentario de Elena y dejó que Taylor se aproxime a Ana. La toma por sus hombros y trata de alejarla de aquí pero Ana pone resistencia. Es el momento menos indicado para este tipo de comportamiento.

-No-
-Ana, vete a casa y ahí te veré en un momento-
-No pienso irme, Christian- mi cólera aumenta
-No estoy para juegos Ana ¡VETE A CASA!- me reta con la mirada y no puedo creer que eso me excite y al mismo tiempo me enoje- Vete a casa, carajo-
-¿Problemas en el paraíso?-
-Cállate, Elena-
-¿Quieres quedarte con ella? Pues bien, quédate. Es todo suyo-

Ana se aleja de mí, abre paso hasta Taylor que la empieza a seguir.
Se que la llevara a casa y ahí podré hablar con ella y tratar de que entienda por qué me quedo. Ni tú sabes por qué te quedas Grey.
Dejo de seguirla con la mirada y me concentro en Elena. La gente sigue viéndonos así que trato de mantener la calma.
Le pido que tome asiento y ella lo hace. En seguida llega un mesero a pedir mi orden.

  -Lo que haya pedido la señorita que se acaba de ir, lo pones en mi cuenta-
-Si señor-

Se retira y creo que Elena lo ha intimidado. Es el efecto que suele causar con los hombres jóvenes. Verla de alguna manera me recuerda  a cuando yo me impresionaba con ella, con su físico y la manera en la que decía mi nombre. Puedo comprender cómo es que pone a los hombres así, la manera en que la miran me dejo de importar hace tantos años, puedo recordar cuando era más joven y aún era su sumiso. Muchas veces la miraban con deseos muchos hombres y eso me cabreaba muchísimo. Quería matar a cada hombre que la miraba así, pero desde hace tanto que me dejo de importar qué la sigan mirando así.

50 sombras destrozadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora