Celos

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El dolor de estómago es lo que me despierta, siento como si algo estuviera quemándose por dentro, me levanto corriendo al baño por la sensación que tengo, me coloco de rodillas frente al retrete y mi cuerpo se convulsiona cuando comienzo a vomitar. Coloco mis manos en el estomago, y me quejo en silencio del dolor, no quiero que Christian se despierte y se asuste por esto que estoy segura que no es nada , solo lo preocuparía por algo sin sentido y quizá solo he comido algo en mal estado.
Vuelvo a vomitar e intentó mantenerme tranquila, aunque comience a asustarme. Me levanto y me siento en el retrete, suspiro y pasó mis manos por mi cabello, mientras intento volver a la normalidad, no quiero preocupar a Christian. Escucho que se levanta y me apresuro a jalar la palanca del baño y comienzo a lavarme los dientes cuando él está entrando, me examina con la mirada mientras decide si es bueno pasar o no, sonrío con mis ojos en modo de aceptación y pasa al baño, se coloca atrás de mi, comienza a besarme el cuello, enseguida me intenta hacer un masaje pero no lo logra porque me muevo demasiado, el suspira y yo sonrío para mi. Cuando terminó de lavarme los dientes, me agacho para escupir lo que sobra en mi boca, intentó ponerme derecha pero sus manos no me dejan, me levanta el camisón de seda que tengo puesto y deja expuesto mi trasero, yo chillo por la sorpresa pero me gano una nalgada, casi puedo oír cómo suspira por la excitación que le causó darme esa nalgada, vuelvo a sentir su mano sobre mi trasero una vez más, pero en esta ocasión más fuerte, vuelvo a chillar. Me suelta y abandona el baño, yo me incorporo con dudas y lo sigo a la recámara, está sentado en la orilla de la cama y con una mueca de dolor y preocupación, me quedo a un metro de él y me pongo de rodillas para que pueda verle el rostro, aunque estamos a una corta distancia, sigue sin levantar la cara y me empieza a preocupar, quizá se dio cuenta de que estoy mal del estómago y piensa que no le tengo confianza, pero no es eso. Antes de que empiece a pedir disculpas, él me mira y en sus ojos hay lagrimas acumuladas.

-¿Christian? ¿Todo está bien?-
-Perdón por haberte hecho eso-
-¿De qué hablas?-
-No debí haberte azotado-
-Christian...... eso no fue nada, de hecho me gustó-
-No digas eso, no intentes engañarme-

Me levanto y lo tomo por su cabello cuando intenta esconder su rostro en mi estomago, lo obligó a mirarme e intentó mantenerlo así, lo beso en su frente, me abraza con mucha necesidad. No logro que me suelte, así que lo dejo desahogarse. Después de unos minutos comienzo a desesperarme.

-Christian, basta de esto- le digo pero no obtengo respuesta alguna- ¿vas a hacer esto cada vez que pase algo así?- intentó mantener la calma mientras hablo- Christian, respóndeme-

Por fin me suelta y puedo ver lágrimas en sus ojos, lo beso delicadamente en sus labios, poco a poco el beso se convierte en algo más, me toma por el trasero y me tumba sobre de él, mi risa se apodera de Christian, porque de igual manera se ríe.

-No quiero perderte, Ana-
-No lo vas a hacer, nunca lo harás-

Me toma por la cintura y me sube el camisón, se baja el bóxer que tiene puesto y está listo para hacer el amor, de un cajón saca un condon y se lo pone, me sienta sobre él, me toma por la espalda mientras nuestros besos se convierten pasión pura.



Las horas pasan mientras yo espero mi entrevista de trabajo, me siento impaciente, me acomodo la falda por décima vez. Me limpio la manga del blazer, aunque no tenga nada.

-Anastasia Steele-
-Si- brinco del sillón hacia la recepción- Soy yo-
-Puede pasar-
-Gracias-

Me miró al espejo antes de pasar e intento no salir corriendo por mi look, la falda es muy pegada pero así son las faldas lápiz. Creo que estoy bien con el look que traigo, no es muy anticuado o exageradamente atrevido.

50 sombras destrozadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora