Noche de bodas

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La fiesta es magnífica pero tiene un fin, aunque nuestras baterías están a todo lo que dan. Estoy despidiéndome de mi hijo que se queda con la madre de Christian. Le doy un beso en su frente mientras se rasca en sueños mi beso.

-Disfruten su noche Ana, todo estará tranquilo aquí por la mañana. Tu madre se quedará aquí y este pequeño será el niño más consentido mañana- sonrío porque sé que es verdad

Todos se despiden de nosotros mientras Christian y Elliot están haciéndose bromas de nuestra noche de bodas, aunque mi esposo es conservador puedo notar que nada de eso lo pone a la defensiva y me llena el corazón.

-Caray, cuñada... ¿Qué le has dado a mi hermano?- pregunta incrédulo por la aceptación de sus bromas - Cómo fue que no te conoció antes-
-Lo importante aquí querido hermano, es que ya está en mi vida... y para siempre- Lo dice mientras me besa fugazmente los labios

Me despido de mis padres que llegan enseguida y de Kate que me hace querer prometerle contarle todo sobre esta noche, aunque no accedo ella se hace loca y dice que lo he prometido.

Caminos al auto donde Taylor está listo esperándonos.

-Sr y Sra Grey, permítanme felicitarlos con mucha sinceridad-
-Muchas gracias Taylor- Le dice Christian mientras lo abraza y le da palmadas en la espalda que deja a Taylor conmocionado
-Gracias Taylor, por todo- Le contestó y lo abrazo tímidamente

Subo al auto con el vestido aún, pues Christian me ha pedido dejármelo hasta la casa. Decimos adiós a los que quedan en la boda.

-Todo ha sido maravilloso Christian, gracias-
-Todo gracias a ti Ana-

En cuestión de segundos me quedo dormida recargada en su hombro y su aroma me llena el alma.


    -Sra Grey, despierte- oigo a mi esposo en sueños, pero me niego a abrir los ojos- Ay Ana ¿tan cansada para la noche de bodas?- me pregunta mientras oigo una risa pícara
    -Estoy despierta- le digo mientras me estiro poco a poco

Christian baja del coche y abre mi puerta, miro a nuestro al rededor y me doy cuenta que no estamos en casa, estamos en otro lado, un bello jardín que no tiene fin y a lo lejos hay una gran casa, una casa hermosa y enorme.

     -Bienvenida a casa, sra Grey-
    - ¿A casa? ¿Esto es tuyo?-
    -Nuestro, mi amor-

Christian me toma en brazos y camina hacia la enorme casa, río mientras camina cargándome. Me besa la frente y me río con más inocencia hasta que llegamos a la puerta y la abre con su pie, cruzamos el umbral y me baja justo frente a unas escaleras enormes. Sonrió y giro para estar frente a mi esposo, me toma por la cintura y me pega a él, me besa con pasión y con poco de desesperación pero a los pocos segundos me separa y me voltea hacia las enormes escaleras. Las miro, van hacia ambos lados del segundo piso, subo las pocas que están antes de que se separen y miro hacia ambos lados, esperando ver algo más allá de paredes llenas de cuadros pero solo veo largos pasillos, giro a ver a Christian que sonríe y asienta con la cabeza para que siga mi camino, giro hacia la izquierda y comienzo a caminar, veo un pasillo con muchas fotos nuestras, nuestra primer foto en el periódico pero agrandada, siguen fotos mías dormida y las fotos que José me tomó, veo a Christian conmigo en varías fotos y a mi pequeño hijo, a mi misma embarazada y las lágrimas salen desesperadamente, no puedo con este pasillo lleno de declaraciones de amor, toco una por una mientras camino, el pasillo acaba y los caminos son dos, tomó una vez más hacia la izquierda y hay 4 puertas, abro una por una y primero esta la que al parecer es un armario enorme, lleno de ropa de ambos junto con un enorme mueble en el centro, cierro enseguida y voy con la siguiente, es una habitación de juegos para mi pequeño, lleno de juguetes y cosas para él, voy con la siguiente y es la habitación de mi hijo, es enorme y su closet está en esta misma habitación, y por último llego hasta al fondo y es nuestra habitación, tiene una enorme ventana que está frente a nuestra cama, la habitación es enorme, junto con un baño que tiene una bañera y su regadera, me siento en un hotel pero extrañamente se siente mi hogar, salgo del baño y mi esposo está en la cama sin camisa y me mira con mucho deseo.

50 sombras destrozadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora