50 sombras destrozadas

Bueno o malo

Tener una sensación nueva de cómo se rompe tu corazón es extraña. Hace algunos años había decidió seguir mi camino lejos de Christian, lejos de su mundo, de lo que quería que fuera. Encontrar a David Miller había sido un golpe de suerte, encontrar a alguien que me quisiera con mis fantasmas y que sobre todo me tuviera paciencia fue increíble pero ahora ya no lo veo de esa manera, no puedo verlo con la admiración que le tenía, ya no. Sentía mi mano arder, pedía a gritos que me desquitara de alguna manera, lo hice sin pensar. Lleve mi mano abierta hasta su mejilla, el golpe fue bastante fuerte porque en cuanto quite mi mano comenzó a arderme, sus ojos de David se abrieron como platos y se llevó su mano a la mejilla, me miró y supe que no le quedaba claro el por qué lo había abofeteado pero para mí estaba más que claro. Lo mire llena de rabia y asco. ¿Había dejado a Christian por esto? ¿Me había pelado con Christian por intentar hacer las cosas bien? ¿Por este maldito mentiroso?. Toda nuestra relación había sido una mentira. Una maldita manipulación de Elena, siempre fue ella.
Mis ojos se llenaron de lágrimas al igual que los de David, pero no podía sentir ni tantita pena por él, nada, no sentía nada. Elena seguía sonriendo y me miraba. No lo pensé, deje a David atrás y me planté frente a Elena que seguía sonriendo.

-Eso ha sido muy satisfactorio para mí. Ver cómo te sientes en este momento, no eres nada para nadie y nunca lo serás, Anastasia-

Mi puño conecto con su nariz y ella cayó al suelo, se había quedado sin palabras. Su nariz comenzaba a sangrar y mi puño me ardía sin parar pero el dolor era un premio a lo que le había hecho. Se limpió la nariz con el antebrazo y dejó de sonreír. Me giré para ver a David que seguía de pie atrás de mi, no había intentado pararme o si quiere defender a Elena, solo nos miraba. Su mirada mostraba dudas y por un segundo la que dudo fui yo. Quizá no era como pensaba, quizá......

Mira a Elena y me mira a mi, no decía nada y eso me desespera. Levante la frente en alto y camine hasta el ascensor para poder salir de aquí, no soportaba un segundo más con esto. David me tomo por el brazo y me hace girar para poder verle a los ojos. Me quiere decir algo pero no sabe cómo, no sabe qué decir y me libero. No quiero llorar frente a ellos y darles la satisfacción de verme derrotada.

      -No entiendo- me dice David
     -¿No?-me río- ahora resulta que no entiendes nada- camino hacia el ascensor con mis maletas- Por un segundo la que se sentía culpable fui yo, pero no debí, no debí regresar a darte una explicación, no te la mereces-

Mientras David intenta comprender todo yo sigo mi camino, volteo por última vez y miro a Elena que sigue en el piso y miro a David que aún finge no comprender nada. Me voy con la frente en alto.

    -Ana-

David corre hacia el ascensor para detenerme pero es demasiado tarde para eso, las puertas se cierran y me dejo caer de rodillas, tapando  mi boca con mis manos dejo escapar unos sollozos de dolor. Puedo sentir como se me sale el corazón. Yo le confíe mi corazón, le creí  cuando me decía tantas cosas lindas, cuando me hacia sentir la única. Le creí cada una de sus palabras, cada cosa que me había dicho yo como una idiota le había creído, había confiado en él desde hace años y ahora lo veo así, lo veo con ella y todo está más que claro, siempre estuvieron jugando conmigo, con mis sentimientos. Las puertas del elevador se abren y me reincorporo rápidamente, me aliso la blusa con las manos y tomo mis maletas, es momento de salir de aquí. Hasta mañana regreso al trabajo e igual Marlen, ella debe  estar con Andros ¿pero dónde? Tomo mi celular y la llamo con la esperanza de que ya esté despierta y pueda hablar conmigo en este momento. No tengo a Kate aquí y de verdad necesito un buen abrazo.

-Bueno- contesta casi enseguida
-¿Marlen? Soy Ana ¿dónde estás? Te necesito- le digo en modo de súplica
-¿Todo bien?-
-No, nada está bien- le digo llorando
-Ana, tranquila. Estoy en el departamento de Andros pero puedo ir al mío si ya estás allá-
-No, está bien. Estoy afuera del edificio-
-¿Viniste a ver a David?-
-Si-
-¿No está?-
-Si, si esta pero algo salió mal, de verdad te necesito ahora mismo-
-Bien, sube-