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Al día siguiente, viernes, saldría con Cris, así que decidí cambiar un poco mi vestuario, al fin y al cabo, también podíamos ir más casual el viernes. Tomé un pantalón negro, ligeramente más entubado del resto, una blusa roja cuya espalda estaba descubierta y con cuello en V y una chamarra negra de piel, unos tacones negros, listo. Sí, ese es mi vestuario de cita. Mi cabello lo dejé suelto y me maquille más oscuro que de costumbre, pero no tanto; tengo trabajo al final.
Me subí al taxi, y puedo decir que al parecer lucía bien, pues alcanzaba a ver como el conductor me veía de reojo. Incómodo. Bajé del taxi lo más rápido que pude.
Cuando llegué mis alumnos se sorprendieron mucho.

- Maestra...
- ¿Sí, Elizabeth? – OK, sé, de nuevo, por dónde va esto.
- ¿Por qué viene vestida así?
- Pues... Voy a salir.
- Se ve muy bonita.
- Gracias, Roy.

Dos pares de pasos se escucharon llegar.

-Te gané, Dany.
-Eres un tramposo, Kike.
- No lo soy, tú eres muy len- ¿Maestra?

Dany y Quique me veían boquiabiertos por como venía vestida.

- Maestra... -Empezó Dany. - ¿Por qué viene vestida así?
- ¿Me veo mal?
- No. – Kike me dio una larga repasada con la mirada. – Se ve increíble.
- Gracias. – Les sonreí pero ninguno me respondió, sólo continuaron viéndome.

Las clases prosiguieron de manera habitual; dejando de lado mi indumentaria los niños estuvieron tranquilos.

- Tía.
- Dime, Dany
- ¿Vas salir con el papá de Kike?

Casi me ahogo con el agua que estaba tomando. Dany sabe como matar mi ánimo.

- ¿Qué?
- Sí, te pusiste bonita porque vas a salir con él, ¿verdad?
- Este... No, Dany. No voy a verlo a él.
- Entonces... ¿Por qué te vestiste así?
- Pues... voy a salir con Cris.

Dany se puso seria otra vez. Me vio algo triste y se fue.

-- A LA SALIDA --

Me despedí de los niños y Dany se quedó conmigo a esperar a Cristóbal. Cuando éste llegó fue directo a saludarme.

- ¡Mia! ¿Cómo estás?
- Bien, Cris, ¿y tú?
- Bien, te ves muy guapa. - Se agachó a saludar a Dany. - ¿Cómo estás, Daniela?
- Bien, Cristóbal. - Me abrazó la pierna. - ¿Me van a llevar a mi casa?
- Sí, hoy yo las llevo.
- OK.

Y ya. La niña volteaba a cualquier nado menos a Cris, que tampoco le prestaba mucha atención, sino a mí.

- Entonces, ¿dejamos a Dany y vamos a cenar primero?
- Claro.

Nos subimos a su auto, pero como era para dos personas me llevé a Dany en las piernas. Llegamos a casa de Tania y bajé a dejar a la niña.

- Hola. – dijo Tania cuando abrió la puerta. - ¿Quieres entrar?
-No, no puedo. - Me volteé hacia el auto de Cris.
- Oh, ya. Entendí.
- Sí.
- Mi tía tiene una cita con su novio.

La niña se volteó a su casa corriendo.

- Déjala, está cansada.
- Oye.
- Dime.
- ¿A Dany también le cae mal Cristóbal?
- No. Bueno, últimamente ha estado rara. Luego te cuento.
- OK. Nos vemos.
- Adiós

Volví con Cris y nos metimos al auto. Me llevo a un lindo restaurante, dónde afortunadamente mi atuendo no me hacía ver extraña.

- ¿Te dijeron algo en la escuela?
- No, a la gente le gustó como iba.
- Bueno, es que te ves preciosa.
- Gracias.- Le sonreí.
- ¿Y qué va a pasar hoy?
- Simple, te voy a vencer en el billar.

Fuiste Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora