- Pues, es complicada, ¿sabes? Como cualquiera, peleamos, nos divertimos, pero lo sacamos adelante.
- ¿Y cómo te sientes?
- ¿De qué hablas?
- ¿Cómo te sientes tú, cerca de tu novio?
- Pues... Bien, la verdad... Es diferente a como eramos antes, él-. No, ambos cambiamos, quisimos formalizar y seguimos siendo como niños.
- Hm, así no se puede.
- Lo sé, por eso me he rehusado a vivir juntos.
- Bien, porque te estarías metiendo en un terreno de hielo delgado. - Me sirvió un vaso de sake.
- Lo quiero... Pero puede ser muy persistente, y después de algunas peleas, te terminas cansando.
- Sí, pero aprovecha ahora y pelea, y no cuando estés casada y te debas divorciar.Bebió de un trago el sake y lo imité, sirviéndonos otro vaso a cada uno. Ganaste esta batalla sake, pero no la guerra.
- Pero bueno, olvidemos eso. Cambiemos de tema.
- De acuerdo, bien... - Tomó un poco del sashimi y lo comió. - Dime un secreto.
- Secreto... Un secreto. OK. No te rías. - Me vio directo a los ojos. ¿Debería decirle? - Durante mucho tiempo tú... me gustaste.
- Lo sabía.
- ¡¿Qué?! - Volteé a verlo sorprendida, mientras él solo se metía otro bocado a la boca sonriendo. - ¿Cómo? ¿Desde cuándo? ¿Era tan obvia?
- Em... Algo, sí, haha. La verdad, como hablábamos bastante seguido, y de la nada me empecé a imaginar que era por eso. ¿Cuántos tenías? ¿15, 16 años?Otra risa por su parte, mientras yo me cubría la cara con mis manos avergonzada. ¿Lo supo TODO ESTE MALDITO TIEMPO? Tomó una de mis manos y empezó a bajarla.
- ¿Por qué jamás dijiste algo?
- Era... tierno, supongo; jamás me dijiste nada, y no es como si fuese a hacer algo, eras una niña, pero siempre me hablabas. Imaginé que Alex no sabía, era como mi propio secreto.
- ... OK, debo pedirte un gran favor.
- Dime.
- Cava un hoyo y entiérrame en él.- Comenzó a reírse más fuerte.- Si no, voy a morir aquí de la vergüenza.Me abrazó con un brazo mientras reíamos. Él podrá pensar que es gracioso, pero esto acaba de romper mi orgullo y dignidad en miles de pedacitos.
Estúpidaestúpidaestúpidaestúpida.
- No vas a morir, tranquila.
- Si bueno, no fue a ti a quien le rompieron su burbuja de ilusión. Quiero mi venganza.
- De acuerdo. Dime.Lo vi fijamente sin saber que pedirle. Tal vez debería pedirle un secreto también o...
- La foto que me tomaste en el bar. Muéstramela.
- Ah, no. Esa era a cambio del dinosaurio.
- No, ahora la quiero ver por venganza.
- ... De acuerdo.Sacó su celular, mostrándome la foto. Salía viendo hacia al frente con la mirada perdida, mientras que mi cabello hacía una cortina del lado opuesto a la cámara, tenía las mejillas ya un poco rojas, no sé si de la pena o del alcohol.
Me veía linda.
Volteé a verlo, y lo encontré viéndome fijamente mientras recargaba su brazo en el respaldo de mi silla, sonriendo ligeramente.
- OK, me veo bastante mal. - Le di su teléfono. - Bórrala.
- Ni loco, ahora yo espero poder ver el dinosaurio alguna vez.
- Te quedarás esperando.Terminamos de cenar y me llevó a casa.
Cuando llegamos a la puerta me pregunté si debería de invitarlo a entrar o no pero...
- Debería irme ya.
- ¿En serio?
- Sí, además también, tengo trabajo mañana.
- Tienes razón, yo también.
- De acuerdo. Adiós.Hicimos el ademán de sólo darnos un beso en la mejilla, pero Aarón llevó una de sus manos a mi cara, moviendo el ángulo de mi cara juntando nuestros labios.
Por segunda vez, mis labios controlaron mis acciones.
Una de mis manos tomó su nuca juntándonos más, mientras que la otra tomaba de su mano en mi cara. Cuando nos separamos, volteé a ver sus labios para no verle. Me dio un medio abrazo y me susurró:
- Mañana pasa a mi oficina, ¿sí?
- ... OK.
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Fuiste Siempre Tú
Любовные романыEl primer amor nunca se olvida A veces es la historia de amor perfecta, donde viven felices para siempre; otras es más como ese pasado al que no quieres volver. Pero muy probablemente sea la versión que jamás ocurrió. Nadie dio ningún paso, y solo...