Fuiste Siempre Tú

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Llevó su mano derecha a su cara, frustrado.

- Yo... Lo siento. No debí... No era el comentario.
- No te preocupes. - Bajó su mano. - Te entiendo. La verdad... - Volteó a verme a los ojos. - Creo que de toda mi agenda de clientes, abogados y Kike, fuiste algo que no esperaba. Primero que nada no esperaba ver a la "pequeña" Mia en una mujer.
- Sí claro. - No pude evitar soltar una risilla.
- La verdad, me alegraste estos días. Y ella los arruinó.
- ¿Por qué querías que viniera ese día?
- Pues... No sé, simplemente, quería terminar ese beso.
- Pero ella apareció.
- Así es.
- Y ahora va feliz por la vida porque están juntos de nuevo. ¿Sí o no?
- Tuve que decir eso frente a Kike, que ahora estábamos bien y que ya no habría más peleas. Pero no puedo, no olvido que me engañó y que tal vez por eso, o por más motivos, ya no la amo, no quiero estar junto a ella, mintiéndole a mi hijo cada vez que algo no va bien, no es la primera vez.
- ¿Alguna vez tú... la engañaste?
- ... Sí, hace tres años.

Me levanté pensando en si quería saber más de eso o si mejor aquí me detengo. Pero si estoy aquí, más me vale solucionar todo.

- ¿Qué ocurrió?
- Nada interesante. Un viaje, bebidas, una chica que no conocía, pero que me reconoció. Una historia tan usual que ni vale la pena contarla.
- ¿Y cómo se enteró tu esposa?
- Televisión, comentaron que era "el fin de mi matrimonio", "adiós a mi hijo", etc. Cuando volví llegué a humillarme y probarle que eso no era verdad; que no era nuestro final.
- ¿Y qué pasó?
- Pues, aparentemente, todo estaba bien. Pasamos un año tranquilos, pero al siguiente todo se fue al diablo. Ella empezó a verse con este sujeto, su amante.

No supe que decir. Me refiero... Yo no debería haber escuchado esto... Pero aquí estaba, escuchando la historia mal librada de su matrimonio, con mi coraje todavía, pero siendo aplicado por un poco de ¿lástima? No, vergüenza.

Me daba vergüenza mi comportamiento de niña celosa por una situación que yo no podía controlar.

- Lo peor es que su aventura no es lo que me lastima. Fue el fraude.
- ¿Fraude?
- Leslie empezó a cobrar dinero de algunos contratos que no le correspondía. Tuve que cambiar de contador porque el otro también se llevó una buena parte de ese dinero. Afortunadamente se lo quitamos en juicio, no era muy inteligente. Primera señal para no contratarlo. Pero no podía hacer lo mismo con la madre de mi hijo. Lo que más me duele es que sin Kike con nosotros, habría pedido un divorcio en ese momento.

- ... Aarón...

Me sonrío de lado, tomó mi mano entre las suyas y se acercó a mí.

- Mia, no tuve el mejor matrimonio, lo sé. Luego único bueno de él es mi hijo, pero en dos semanas viví en el mismo nervio de cuando tenía 20 años y buscaba a alguien... "Especial".
- Aarón... No entiendo. Ese día... Te vi. No rechazaste a tu esp-
- EX esposa.
- Lo que sea. Te vi besarla. Y vi... Vi a una pareja juntos. No es... Como lo que tengamos nosotros.
- ¿Y qué tenemos nosotros?

Soltó mi mano y se acercó peligrosamente a mí, me hice más atrás de lo que estaba pero nada más me clavé en el asiento, mientras sus manos se colocaban en el respaldo del sillón, a los costados de mi cabeza.

- Tú dime.
- ... "Me".
- Graciosa.
- Sólo cuando estoy nerviosa.
- Oh, entonces, ¿La pongo nerviosa, señorita García?

~ Mucho. ~

Pero lo siento, este juego es de dos. Acerqué mi cara a la suya, logrando que abriera mucho sus ojos.

- Dígame usted, señor Martínez . ¿Lo pongo nervioso?
- Mucho.

Que sincero. La fuerza de sus palabras hizo que regresará a mi lugar, haciendo que se acercase más a mí.

- ¿ Qué somos, Mia? Por que aunque te duela escuchar esto, si aún estás aquí es porque...
- Creí que sólo hablaríamos.
- Eso hacemos ¿no?

¿En qué trampa me vine a meter?