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Cuando llegué al elevador, me recargué derrotada en la pared de ésta... Antes de reír maniáticamente. Esto es ridículo, yo soy ridícula. Como le dije a Tania, era un matrimonio de varios años, ¿cómo iban a terminar tan fácilmente...?

Antes de que la puerta terminará de cerrarse, una mano se interpuso dejando entrar a Aarón, que tan pronto entró cerró la puerta, dejando afuera a su esposa.

- Mia, no es-
- ¿Lo que parece? Sí bueno, me alegro que tu matrimonio haya funcionado. Felicidades.

Volteé a ver la puerta que ya estaba a punto de abrirse, para no tener que verlo.

-Escúchame, ¿quieres?
- No, no quiero. Y no me voy a quedar aquí. Regresa con ella, creo que les falto "hablar" más. - En esa palabra salió todo mi coraje posible.

Apenas abrió la puerta salí de ahí, sin voltear me metí a mi auto y arranqué. Tomé mi celular y marqué un número ya conocido.

- ¿Bueno, Cris?

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No pensé lo que hacía. Sólo sentía el contacto de Cris conmigo. Al terminar nos quedamos acostados en su cama. Estaba de espaldas a él, recostada en su brazo mientras que con la mano del mismo jugaba con mi cabello.

- No esperaba tu llamada.
- Quería sorprenderte.
- Pues lo hiciste. Y mucho. Me alegro de que llamaras.
- Sí.
- ¿Y qué te hizo cambiar de opinión?

~ Ver a Aarón con su mujer encima de él. ~

- Te extrañé demasiado.

Me volteó, besándome de nuevo, aunque mi cabeza estaba en otro lado. Mi teléfono sonó, mostrando el nombre de Aarón, pero colgué. Eso lo vio Cristóbal, sonriendo. Lo vi a los ojos y le dije, con la mayor "sonrisa" que pudiera hacer.

- ¿Sabes? Creo que deberíamos vivir juntos.
- ¿Ahora sí te parece una buena idea?
- Creo que después de todo esto, ya estamos listos.

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Comencé a acomodar mis cosas para meter las de Cristóbal en mi departamento ese sábado. No puede ser... Ahora voy a vivir con mi novio... ¿Quién lo diría?

Recibí otro mensaje de Aarón.

Aarón: Mia, quiero hablar contigo, por favor. Contéstame. O llámame. Lo que sea.

Desde ese día había recibido mensajes de ese tipo, o cómo "No es lo que parece.", " En serio, quiero que hablemos. Márcame. ", ahora yo soy quien lo ignora. ¿Quién lo diría? A pesar de todo mi orgullo, le mande un mensaje, pero no el que esperaría.

Mia: Lo siento, pero estoy ocupada. Que Kike no olvide su tarea.

No iba a hablar, sabía que su mujer seguía cerca. Kike había hablado conmigo acerca de eso toda la semana. "Mi mamá volvió a la casa.", "Se ve feliz de regresar.", "Mi papá luce más relajado."; digo, que bien por el niño; sus calificaciones iban mejorando, pero... A veces quería ya no saber ellos.

Llamada entrante. Cristóbal.

- Oye, mañana va a llegar el camión a tu casa.
- ¿Mañana? ¿Creí que sería hoy?
- Yo también, pero acaban de marcarme y al parecer registraron la mudanza para mañana. Voy a terminar de empacar lo que falta. ¿O quieres que salgamos?
- No, voy a ver a Tania un rato, ¿sí?
- De acuerdo. Te amo, nos vemos.
- Nos vemos.

Le colgué y marqué el número de Tania.

- ¿Bueno?
- Hola horrorosa. ¿Puedo ir a tu casa?
- ¿No se mudaba hoy tu novio?
- Sí, bueno, hubo un problema y será hasta mañana.
- OK, ven. Voy a comprar helado.
- Perfecto.

Fuiste Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora