Fuiste Siempre Tú

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Decir que Cris estaba molesto es poco. Estaba furioso. 

Fue a mi cuarto y se puso rápidamente su ropa mientras me gritaba.

- DIME AHORA QUE NO ESTÁ PASANDO NADA.
- ¡Cris, es sólo un amigo! ¡No es como si-!
- PERO TE ANDA MANDANDO MENSAJITOS, ¿NO?
- ¡No es como si me estuviera coqueteando o algo!
- ESO YA NO LO SÉ. LA OTRA VEZ QUE ME CANCELASTE ¿POR QUÉ FUE?
- ¡Salí a comer con Dany!

Tomó su chamarra y se dirigía a la puerta.

- Algo me dice que eso es una mentira. No quiero escucharlo.

Y se fue dando un portazo. Antes habría ido tras él, explicándole que nada pasaba. Pero me había hartado. ¿Por qué estaba de posesivo ahora?

Regresé a ver qué lo había molestado y lo vi.
"Pequeña", ese había sido el problema aquí. Una estupidez, como pensé.

Aarón: Pequeña, hola. Oye hable con Alex y le comenté de salir. Estaba pensando en que vinieras.
Aarón: En cuanto  veas esto me avisas.

Estuve a punto de contestarle cuando me puse a reflexionar. ¿Y si estaba engañando a Cristóbal?

Hasta ahora no me había puesto a cuestionar eso, pero la infidelidad se daba en muchas maneras. ¿Era ésta una de ellas? Es decir, los problemas con Cris no eran algo nuevo, pero últimamente había evitado estar con él o pasaban cosas como ésta: el nombre de Aarón surgía en nuestra conversación y lo convertía en un problema. ¿Y si el problema era estar con Aarón? Ahora no podía responderle.

Me separé de mi lap, cuando entró una llamada; mi hermano.

- Hola, princesa.
- Hola, hermanito. ¿Cómo estás?
- Bien. Oye. ¿Tienes algo que hacer hoy en la noche?
- No creo que no. ¿Por?
- Porque hablé con algunos amigos ayer, y pensé en salir con ellos. Creí que te gustaría venir. Iremos a algún bar o algo así.
- ¿Quiénes irán? ¿Va a ir Liz?
- Sí, va a ir Liz. Pensaba en Carlos, Mariana, Gael, Iker. Creo que Aarón ya te aviso. Ah, y también Karina.
- Ya, sí Aarón ya me aviso. Pues no lo sé.
- Si quieres puedes traer a tu idiota contigo.
- No le digas así.
- Como sea, ¿vienes?
- ... De acuerdo. Pasas por mí.

-- EN LA NOCHE –

Me puse un vestido strapless azul con cintas por atrás y me arreglé mi cabello para que cayera de un solo lado. Mientras terminaba de aplicarme mi labial, escuche que tocaban a mi puerta. Abrí, siendo casi derribada por un par de brazo que me apretaban.

- ¡Hola, cuñada!
- ¡Liz! ¿Cómo estás?
- Bien. – Mi cuñada me abrazó, mientras me daba cuenta que se había cortado el cabello.

Elizabeth "Liz" Torres, era la ahora esposa de mi hermano Alex, trabajaba como ingeniera industrial y es una fantástica mujer que habíamos conocido en un viaje de vacaciones familiares en Cancún y resultó que vivía en la misma zona que mi hermano, así que se siguieron frecuentando, hasta finalmente salir juntos. Era un poco más baja que yo, de cabello castaño cobrizo que ahora le quedaba corto, como a la nuca por atrás pero mechones largos enmarcando su cara. Aún se veía hermosa.

Se había ataviado un hermoso conjunto de falda roja pegada y blusa negra strapless.

- Que bueno que salgas con nosotros, ya casi no nos vemos.
- Bueno, no los puedo acompañar a su luna de miel y a la remodelación de su casa, Liz.
- Por que no quieres. Alex es un terrible decorador, si fuera por él, tendríamos un cuarto dedicado a los Steelers.
-  Con eso te casaste, ¿qué te digo?
- Cállate y vámonos.