La oscuridad es el asesino. Nuestro cuerpo, la victima.
La nada, lo es todo. A su vez, lo que era todo, ahora es la nada. Un respiro más y aquí estamos. La vida no se mide por cada respiro, se mide por cada paso.
La vida es una cosa, luego es otra. La emoción se vuelve tristeza. Las sonrisas se transforman en lágrimas.
Un momento esto, en otro, aquello. Es el tema de la vida, la vida antes de que el Virus llegara y nos lo quitara todo.
Esta es la forma en la que el mundo se acaba. Así es como el mundo se despide. Un apretón de mano y se acabó. No hay vuelta de página. No hay nada que pelear, salvo nuestra vida. Es la batalla de la humanidad. La lucha constante por seguir vivos.
El aire es el asesino, el olfato es el arma y nuestro cuerpo la victima. La gacela que siempre gana. El insecto que siempre pierde.
Es la única verdad que nos queda. Lo hemos jugado todo, y todo lo hemos perdido. Pero, hay esperanza. Es lo que nos mantiene vivos. Es el cordón que nos mantiene conectados al mundo. Lo que nos hace querer seguir respirando. Los vivos y los muertos, todos unidos. Todos.