🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟏𝟖」🍒

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— ¿Lista? —Pregunto él, ya estaba acostado en la cama

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— ¿Lista? —Pregunto él, ya estaba acostado en la cama.

— ¿Usted esta listo?

Él frunció el ceño.

—Eso creo... —Susurró el Señor Good mientras fruncía el ceño. 

Salí del baño dejándolo ver la lencería que me regalo el otro día. Era un sostén blanco con detalles rosados, unas bragas de encaje blancas con detalles rosados y unas medias rosadas.
Él abrió sus ojos en sorpresa y sonrió.

— ¿Le gusta? —Dije dando una vuelta para que me observara bien.

—Me encanta, Em. De verdad que lo imagine muy bien puesto en ti, te queda a la perfección.

—Lo sé, solo el sostén me aprieta un poco —Dije poniendo mis manos en mis pechos —Es una talla más pequeña que mi talla normal pero no importa —Dije sonriendo y él igual.

— ¿No te lo habías puesto? 

Negué y me acerque a la cama, me subí lenta y coquetamente hasta llegar con él, le plante un enorme beso en sus labios hasta dejarlo sin aire.

—Me encantas Emma, eres jodidamente sensual y peligrosa —Susurró en mis labios. Me mordí el labio y lo volví a besar. 

Él puso sus manos en mi cintura y acariciaba mi espalda con desesperación acercándome más a él. Yo puse mis manos en su pecho desnudo y empece a besarle haciendo rozar mis pechos en su abdomen. El Señor Good gemía y subió sus manos a mi cabeza y acariciaba mi cabello, pase mi lengua desde su pecho hasta su abdomen y nuevamente subí a su cuello.

— ¿Puedo amordazarlo? —Murmuré y él abrió sus ojos en sorpresa.

—Emma... ¿De qué hablas? —Dijo el Señor Good un poco preocupado pero en sus ojos podía ver su excitación.

—Tuve siempre en mi imaginación una escena muy excitante, usted estaba amarrado en mi cama de pies y manos y con los ojos cubiertos. Me encantaría hacerlo... —Explique y él se ríe por lo bajo.

— ¿Eso quieres hacer? —Pregunta él con una voz ronca y muy sensual.

—Me encantaría... — Siseé deseosa.

Él se estiro de brazos y pies permitiéndome o dándome permiso para hacerlo.

—Permitiré que lo hagas pero a cambio quiero verte mientras te masturbas pensando en mi —Susurró él. Enarque una ceja y me reí.

— ¿Por qué me quiere ver haciendo eso? —Pregunte.

— ¿Por qué me quieres amordazar? —Preguntó él.

—Bien dicho, de acuerdo. Es un trato —Susurré. Ambos sonreímos maliciosamente y salte de mi cama al suelo. Camine al clóset y saque unas pañueletas, me volví a subir a la cama y bese su abdomen mientras quitaba su pijama con el bóxer para no hacer tanto esfuerzo. 

Cuando él estaba totalmente desnudo, con las pañueletas amarre sus pies y manos. Él solamente me miraba con detalle, podía sentir su tensión por debajo de mi, al parecer nunca lo había hecho o se pone nervioso, no estoy segura.

Termine de amordazarlo y luego me baje de la cama, puse música de fondo y comencé a bailar para él. Primero moviendo mis caderas lenta y sensualmente, di media vuelta y me agache dejando mi trasero en lo alto mientras acariciaba mis piernas desde arriba hasta los tobillos, me di la media vuelta ahora viéndolo, él me estaba viendo con atención y mordía su labio inferior, debo admitir que eso me excito mucho más. 

Comencé a bajar mis bragas lentamente hasta abajo, estaban húmedas y me avergonzaba un poco, pensaba que tal vez él lo encontraría asqueroso pero de mi emanaba de gran manera mis jugos de placer. Camine hasta la cama y lentamente subí hasta poder sentarme sobre su abdomen. Lo vi a los ojos y bese la comisura de sus labios. Me levante y me senté bien sobre su abdomen y quite el broche del sostén lentamente hasta dejar caerlo sobre él. Jonathan me comía con la mirada y sin duda era algo que me encantaba que hiciera, me recosté sobre él haciendo rozar mis firmes pezones sobre su caja torácica y lentamente estire mi mano hasta el cajón de mi mesita de noche y saque mi consolador. Se lo mostré y él junto sus cejas.

— ¿Qué es eso? — Dijo interesado viendoló.

—Le presento a mi Señor Rosa, es mi consolador —Dije mientras lo metía a mi boca.

— ¿Es tu consolador? —Preguntó él sorprendido y comenzó a reírse.

—Ríete adelante, hazlo. —Incité —Pero es el único que me logro alcanzar muchísimos orgasmos pensando en usted... 

— ¿Solo tú lo has usado? —Preguntó. Lo vi con confusión y asentí — ¿Saben Terry y Elena la existencia del "Señor Rosa"? —Preguntó con curiosidad. Yo suspire y negué.

—No, lo compre a escondidas de ellos hace un par de años.

— ¿Qué harás con el? 

—Lo que usted me pidió, Señor Good—Susurre en sus labios y volví a meter al Señor Rosa en mi boca mientras lo sacaba y metía. Él solo me observaba con excitación.  

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...

「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora