「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」

🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟒𝟓」🍒

—Hola —Saluda el chico rubio con una sonrisa.

—Hola —Respondí a su saludo.

—Me llamo Pratt, ¿Y tú? —Preguntó mientras extendía su mano hacia mí.

—Soy Emma —Respondí y también su saludo.

—Dios, creí que no llegaría a tiempo... Mi despertador se arruino y cuando me levante era súper tarde... —Dice un poco intranquilo. Me rió por lo bajo.

—Pensé que nadie ocuparía este asiento hasta que llegaste tú, a último minuto...

—Sí, yo pensé lo mismo —Dice divertido — ¿Así que vas a Quintana Roo?

—Sí, negocios de mi papá —Me encogí de hombros.

—Ah, vacaciones —Sonríe —Yo voy a ver a mi mamá.

— ¿Ella vive allá?

—Sí.

—Eso quiere decir que tú eres mexicano.

—No, nací aquí y en México viví un tiempo pero ahora vivo aquí con mi papá. —Dice sonriendo.

—Eso explica tu acento, es un poco de allá y un poco de acá —Digo divertida y ambos reímos.

— ¿Y con quien más vienes?

—Con mis padres, una amiga de mamá y mi... —Novio —Tío.

—Espero que se la pasen bien, allá es muy bonito lugar y lo mejor es la playa, Riviera Maya.

Seguimos hablando durante todo el camino, sólo fueron dos horas, creo, pero sentí poco tiempo, Pratt si es un gran platicador y no aburre.

El avión aterrizó y todos comenzaron a sacar sus cosas para poder bajar.

—Whoa! Llegamos rápido, no sentí el vuelo —Dice sorprendido el rubio.

—Yo igual, me alegra que te hayas sentado conmigo y no un viejo amargado —Dije divertida y él comenzó a reírse.

Pratt bajó su maleta del compartimiento de arriba. Vio la mía.

— ¿Es tu maleta? —Pregunta. Asentí. — ¿Quieres que la baje?

—Por favor —Pedí y él sonrió. De repente escuchamos a Jonathan atrás de nosotros.

—No te preocupes, yo bajo la maleta de la señorita. —Dijo él serio.

—Ah... Usted debe ser el papá de Emma, mucho gusto señor, me llamo Pratt —Dijo sonriente Pratt y estiró su mano en saludo. Jonathan no estrechó la mano de él así que Pratt la bajo lentamente, nervioso.

—No, soy su tío —Respondió y me volteo a ver a mí. Yo fruncí los labios.

—Mucho gusto —Balbuceó nervioso.

—Bueno, Pratt, fue un gusto conocerte —Dije para que ya no estuvieran incomodados —Gracias por todo.

—El gusto fue mío, Emma. Espero verte algún día —Dijo él y besó mi mejilla —Mucho gusto, Señor.

Pratt no dijo nada más y se metió en medio de las personas que iban bajando del avión.
Jonathan bajó mi maleta y me la dio, yo sólo la agarre y me dispuse a bajar del avión pero antes...

—No me gustan los hombres celosos —Murmuré y me di la vuelta para bajar.

Espere a que pasaran cuatro señoras y luego era mi turno. De lado izquierdo de las gradas había un muchacho que me ayudó a bajar mi maleta y de lado izquierdo otro muchacho agarró mi mano y me ayudó a bajar.

—Bienvenida a Quintana Roo, Señorita, esperamos que disfrute su estancia. —Dijo otro muchacho que me dio mi maleta al terminar de bajar de las gradas.

—Gracias —Dije coqueta y agarre mi maleta.

Espere a que bajaran Mamá y Renee, luego Jonathan y mi Papá. Renee se me acercó al bajar.

—Cómo es que los hombres tratan bien a todas las chicas con lindo cuerpo —Susurra Renee al llegar.

— ¿Qué? —Pregunte confundida.

—Ya sabes, el muchacho de avión, ahora que bajas... Todo el mundo trata bien a las pechugonas con lindo trasero. —Dijo ella divertida. No sabía si sentirme ofendida o halagada.

—No sé si sentirme halagada u ofendida, si debo darte las ¿Gracias? —Dije aún confundida. Ella soltó una carcajada.

—Tu mamá era igual que tú de joven, todo el mundo la ponía en un pedestal por tener lindo cuerpo. —Dice Renee.

—Es cierto, los hombres ignoran nuestra linda cara por ver lo que esta abajo —Dijo mi mamá al llegar con nosotras.

—Ok, esto es incómodo para mí... Normalmente mi mamá no me dice estas cosas —Dije haciéndome la ofendida. —Además estoy segura de que las personas ven mi rostro y después mi cuerpo.

Ambas rieron y no dijeron más.

Papá y Jonathan llegaron, me sentí mejor así ya no hablan más de esto. Una limosina nos estaba esperando de parte del jefe de mi papá y nos llevó al hotel Dreams Tulum Resorts & Spa.

Nunca había visto un lugar más lujoso que este. Es como una enorme mansión blanca, en la entrada hay un enorme jardín con un "río" en medio, a la mitad del río hay una gran estatua de unos delfines y de lado izquierdo un puente para poder pasar al otro extremo y llegar al hotel. Si así es afuera no quiero imaginar aún mi habitación que desgraciadamente tendré que compartir con la tabla de Renee.

Terry y Elena fueron al quiosco de información del vestíbulo para que nos llevaran a nuestras habitaciones. Un joven muy bien arreglado y con su traje nos llevó a la tercera planta y llevo nuestras maletas. Nos enseñó las habitaciones y pude notar la emoción que tenía Renee al suponer que iba a compartir habitación con Jonathan.

— ¿Sólo tres habitaciones? —Preguntó Renee tratando de contener su emoción.

—Sí, pero... —Papá iba a explicar pero la gran Elena lo interrumpió.

—Eso quiere decir que Renee y Jonathan deberán compartir habitación —Dijo mi mamá.

Jonathan me volteó a ver a mí, yo a papá, él a mi mamá, ella a Renee y ella a Jonathan.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...