「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」

🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟓𝟏」🍒

Fui un rato a la habitación a descansar. En la noche íbamos a ir a una reunión de bienvenida que darán los jefes de mi papá para todos los empresarios. Es a las ocho de la noche y no sé a qué hora terminara, estoy cansada y quizás no duerma bien.

Desperté, vi la hora y apenas son las seis de la tarde. El sol comienza a ocultarse y el ambiente es agradable y hermoso, allá afuera se ve naranja el panorama.

Me levante y fui a darme una ducha para quitarme la suciedad del mar y la piscina del cuerpo. Me puse una bata y comencé a secar mi cabello para dejarlo liso. Ya está largo, creo que lo cortaré un poco, sólo las puntas que son las que más se dañan.

Escuche que abrieron la puerta de la entrada, voltee a ver y era Renee. Se ve cansada.

—Hola, Emma —Saluda y sonríe. Se tira en su cama.

—Hola, Renee ¿Dónde estabas?

—En el jacuzzi del hotel, es magnífico, deberías de ir a verlo, además hay chicos muy guapos y pueden hablar inglés.

—Fabuloso, Renee. —Exprese y seguí secando mi cabello.

— Tienes largo el cabello —Murmura al verlo.

—Sí, quiero cortar las puntas.

— ¿Por qué no te haces unos rizos en las puntas? Así no se ve tan largo y tendría forma. —Comenta.

—Tienes razón...

—Si quieres te ayudo.

Lo pensé un momento pero ya que me quiere ayudar. Acepte y ella puso a calentar la rizadora, luego hizo los rizos en las puntas dejándolos grandes y bien formados.

Al terminar ella se fue a duchar y aprovechando que está adentro saque mi vestido, es uno celeste con la parte de atrás de la falda larga y adelante corto. Me puse unos tacones blancos y maquille mi rostro un poco.

Renee se puso un vestido gris un poco tallado a su cuerpo y se arregló el cabello, sinceramente, se mira linda y ahora que la conozco no es una mala persona sólo una persona que tomo malas decisiones y ahora esta arrepentida pero no dejare ni un milímetro de ventaja para ella, Jonathan es mío y sólo mío.

Mi mamá llego a ver si ya estábamos listas y dijimos que sí, luego mi papá fue por Jonathan. Salimos al pasillo y ahí estaba Jonathan hablando con mi papá, Terry tiene traje formal gris y Jonathan un traje blanco con camisa blanca, no tiene corbata y el cuello de la camisa está un poco abierto... Se ve tan sensual y con su cabello un tanto largo ¡Mi Dios! Él me vio impresionado y sonrió con discreción.

Fuimos al jardín trasero del hotel, donde sería la reunión. Había muchas mesas decoradas con manteles negros y moñas rojas. Nos sentamos en una mesa donde estarían todos los empresarios y la reunión dio inicio. Todo estaba aburrido, incluso la música era instrumental y con el sueño que tengo creo que me dormiré. Mi papá hablaba con sus amigos y también Jonathan. Elena con Renee y otras esposas de ellos, yo... Aquí sentada, aburrida.

Dieron anuncio de que las personas que deseaban bailar podían hacerlo, en medio del jardín hay una pista lisa para poder bailar. Uno de los amigos de mi papá se acercó a Renee y le pidió bailar. Ella sonrojo y acepto. Mi mamá fue con mi papá y otros de los empresarios con sus esposas. Jonathan se acercó a mí.

—Nena ¿Quieres bailar? —Extiende su mano.

— ¿Y si nos ven? —Pregunto. Él se ríe por lo bajo.

—Terry me pidió que baile contigo para que nadie se te acerque...

—Infeliz —Murmuro y agarro su mano para levantarme.

Fuimos a mitad de la pista. Puso sus manos en mi cintura y yo en su cuello y comenzamos a movernos con el ritmo de la música. Me gusta esta canción con su ritmo normal pero así se escucha más romántica.

— ¿Qué te dijo mi papá? —Pregunte un poco intrigada.

—Me preguntó si iba a ir a bailar con alguien o si tenía una conquista, le respondí que no. Entonces me dijo: "Hazme un enorme favor, ve a preguntarle a Emma si quiere bailar contigo. No quiero que algún estúpido se le acerque." Por supuesto que le dije que sí y aquí estamos, bailando. Sonríe —Te ves hermosa, niña —Halaga.

—Ya no me digas niña o nena... El lunes cumpliré veintiuno, ya soy una mujer.
—Para mí siempre serás una niña o nena, aún tengas sesenta y yo ochenta, seguirás siendo mi niña y mi nena —Responde.

—Te has vuelto un romántico —Me quejo divertida.

—A ti te gusta que sea así y no mientas —Gruñe y ambos reímos —Además si hablamos de romanticones, tú me ganas.

— ¿Cuándo he sido romanticona? —Pregunto.

—La promesa de sangre —Me muestra la palma de su mano, tiene una cicatriz que aún se ve fresca.

—Ah... Pero, sólo es una promesa... Y... —Balbuceo y él se ríe.

—Somos unos romanticones —Dice divertido.

Legue y seguimos bailando.

—Quiero darte un beso —Dice.

—Dámelo.

—No, tus padres nos pueden ver... —Suspira.

Lo agarre de la mano y me lo lleve al baño de mujeres, verifique que no hubiera nadie y cerré la puerta con llave. Jonathan me miraba confundido.

—Ok —Suspira —Estamos en el baño de mujeres...

—Te deseo... Good —Dije y lo bese casi con violencia.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...