「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」

🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟔𝟔」🍒

Fuimos a desayunar y luego a buscar la cama que quiere Jonathan. Compró una enorme cama, creo que es la más grande en la jerarquía, ¿Extra king dijeron? Sí, creo que sí pero es una enorme cama. Compró como tres edredones y tres sabanas.

También aprovechó a comprar un amueblado para la sala familiar. Dijo que para la sala de principal dejaría esos, sólo íbamos a lavarlos bien. Dos televisores, uno para la sala familiar de cincuenta pulgadas y uno para nuestra habitación de sesenta pulgadas.

Estufa, varias vajillas, una mesa para el comedor y claro, no podía faltar la famosa podadora, unas tijeras de jardín y aspiradora, las tres mejores amigas de Jonathan... En fin, compró muchísimas cosas y dijeron que las llevarían a las tres de la tarde a la casa.

Así que luego fuimos a comprar ropa. Él me dejo en una tienda para que comprara todo lo que quisiera, me dio dos horas y luego él regresaría a pagar. Él también necesita comprar ropa y a eso fue, dice que odia salir a comprar con mujeres porque somos muy indecisas y es mejor, así no tengo la presión de apresurarme por verlo ahí sentado mientras me ignora y se queda dormido.

Después fuimos a almorzar y luego de regreso a casa. Sinceramente, estoy cansada y agotada. Hoy ni siquiera ha parecido mi cumpleaños, por una parte sí porque Jonathan no termina de consentirme a cada minuto pero por otra porque en ningún otro cumpleaños he andado de arriba para abajo comprando y arreglando cosas.

Eran las dos de la tarde y decidimos regresar a casa por si llegan con las cosas. Justo cuando llegamos el camión de entregas estaba llegando también y descargaron todas las cosas mientras las llevaban adentro. Jonathan me dijo que sólo acomodáramos la cama y las cosas de nuestra habitación para poder descansar un poco y mañana arreglaríamos lo demás.

A penas arreglamos la habitación y ya estoy agotada, no quiero ni imaginar el resto de días. Aunque en realidad yo no hice mucho por mi brazo, me siento inútil con este yeso y tenemos que arreglar toda la casa y limpiarla, esto es lo malo de tener casas grandes, la jodida limpieza.

Terminamos y Jonathan se acostó en la cama y yo me desplome encima de él.

—Ah...Emma —Jadeo.

— ¿Umm?

— ¿Podrías quitarte?

—No...

Él se giró y quedo encima de mí. Yo comencé a gruñir y él me calló con un beso. Nos besamos por varios minutos, sin detenernos ni siquiera a respirar. Me encantan sus besos, no conozco a nadie que bese mejor que él. Ahora me doy cuenta de que todo lo que hice finalmente vale la pena. Ni pensar que en el baño del aeropuerto llegue a pensar en que nunca más iba a volver a ver a Jonathan.
Nos separamos por falta de aire.

—Gracias... Jon...

— ¿Por qué, nena? —Pregunta y me ve a los ojos. Dios que sensual se ve, su cabello esta revuelto, sus ojos cristalinos y sus labios hinchados y rojos por tanto besarnos.

—Por todo esto... Cuando estaba en el baño del aeropuerto, por un minuto la idea de no volver a verte cruzó mi mente...

—Gracias a la odiosa Elena estas aquí ¿No? —Dice divertido.

—Sí, después de todo mi mamá resulto ser una buena madre.

—Sí... Por eso siempre te he dicho que siempre digas la verdad a tu madre, que le tuvieras confianza.

—Ya no hablemos de eso...

Lo volví a besar y comencé a desabotonar su camisa y él puso sus manos en mis muslos mientras los acariciaba lentamente. No tienen idea de lo difícil que es desabotonar su camisa con una sola mano, joder.

— ¿Qué pasa? ¿No puedes? —Pregunta entre besos y se ríe. Se levanta para quitarse la camisa y los pantalones quedando sólo en bóxer. —Ven, te quitare rápido esto.

Me quito la falda y la blusa dejándome sólo en ropa interior pero igual de deshizo de mis bragas y sostén rápido. Me encanta verlo desnudo, es monumental.

—Siento darte más trabajo —Dije mientras él se dedicaba a besar mi cuerpo.

—No importa... —Dice y vuelve sus labios a los míos — ¿Lista para estrenar la cama?

—Claro —Jadee.

Bajo sus cálidos labios junto con su húmeda lengua a mis pechos y metió uno en su boca, lo mordió y lo jaló mientras volvía a succionar. Gemí al sentir sus movimientos.

Yo me dedique a acariciar y rasguñar su espalda. Me encanta que haga eso, deja mi pecho izquierdo y ahora va con el derecho, una de sus manos baja a mi feminidad y por instinto abrí más mis piernas y las enrolle en su cintura. Su pulgar fue directo a mi clítoris y comenzó a presionarlo y hacer círculos a su alrededor mientras su lengua seguía haciendo su trabajo en mi pezón y su otra mano acariciando mi muslo.
Mordió una vez más mi pezón y gemí, él me volteo a ver y me dio un corto beso en los labios.

—Quiero hacerte el amor lentamente... —Susurró con su excitante voz ronca.

—Si, por favor...—Fue lo único que logre decir en un jadeo. —Hazme tuya, Jonathan.

Con mis pies sentí su bóxer aún puesto, aún y los baje con dificultad pero lo logre hacer con mis pies. Él poso sus manos en mi cintura para tomarme firme y volvió a besarme; sentí un movimiento con su cadera y sentí como me iba llenando nuevamente, una vez más éramos uno solo. Gemí en sus labios y él se detuvo, no hizo nada más.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...