「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」

🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟔𝟕」🍒

Sentí un movimiento con su cadera y sentí como me iba llenando nuevamente, una vez más éramos uno solo. Gemí en sus labios y él se detuvo. No hizo nada más.

—Lentamente, delicadamente y tiernamente —Susurró en mis labios y asentí mientras jadeaba. Cerré mis ojos y puse mi mano libre sobre su espalda.

Comenzó a moverse de una manera diferente. Una manera delicada y en su rostro podía ver su ternura irradiando en sus ojos. Dios, Jonathan me enloquecerá.

Ambos nos movíamos en un mismo movimiento. Atrape los labios de Jonathan nuevamente y él puso sus manos en el respaldo de la cama para no ponerme todo el peso encima.

Además tenía cuidado con no lastimar mi brazo enyesado, quite mi mano de la espalda de Jonathan al escucharlo gemir por un fuerte aruñazo y me agarre de las sábanas blancas que estaban abajo de nosotros. Abrí mis ojos y lo vi con sus ojos cerrados, unas gotas de sudar adornaban su frente y decidí cerrar mis ojos de nuevo.

* * *

— ¡Ayuda! —Mis gritos ya no eran gritos, el aire me estaba matando y el fuego en el suelo me desesperaba. Literalmente estaba en un círculo de fuego inundado en humo. Me siento débil.

Camine lentamente a la puerta. Le pegue un puñetazo y seguí gritando.

— ¡Ayuda! ¡Auxilio! —Trate de gritar con todas mis fuerzas pero era en vano, si no me escucharon cuando podía gritar bien mucho menos ahora que mis gritos son débiles. El bungalow estaba incendiado por completo, incluso el techo. De repente un pedazo del techo cayó cerca de mí, voltee a ver y vi que una buena parte estaba cayendo.

Grite y trate de correr pero una barrera de fuego no me permitía pasar. Me desperté de golpe acompañado de un grito de mi parte. Mi reacción fue sentarme y ver mí alrededor. Joder, sólo era un sueño, lo sentí tan real como lo fue ayer.

— ¿Emma, estas bien? —Pregunta Jonathan un tanto preocupado al verme sudar frío.

—Sí... Eso creo... —Estaba jadeando.

—Tranquila cariño —Puso su barbilla en mi hombro mientras me rodeaba con sus manos —Sólo fue una pesadilla.

—Sí, sólo fue eso. —Susurre aun intentando convencerme de que estoy bien. Jonathan besó mi hombro.

—Es tarde —Dijo al ver el enorme reloj que había comprado para la habitación. Son las siete de la noche. ¿Dormimos tanto?

—Creo que dormimos mucho...

—Sólo dos horas. ¿Quieres ir a cenar?

—Por supuesto, por algo compre mi vestido. —Dije divertida y él sonrió.

—Ponte aún más hermosa entonces, me iré a dar una ducha rápida. Nuestra reservación es a las nueve.

Me dio un corto beso en los labios. Se puso de pie y caminó al baño. Escuche como el agua de la regadera comenzaba a caer y suspire. Me levante y me fui a ver en el espejo.

Quisiera ducharme pero me da pereza sólo pensar que me duchare sólo con un brazo, me puse una fina lencería blanca con rosado que compre y encima un vestido color champán de coctel, deje suelto mi cabello e hice unos cuantos rizos, nada exagerado.

Jonathan salió envuelto con una toalla en la cintura y otra alrededor de su cuello. Se secó y lo vi ponerse un traje negro y una camisa blanca, se puso un corbatín azul oscuro y ahora me doy cuenta de que es un esmoquin... ¡Qué guapo se ve!

—Quiero darte tu regalo de cumpleaños, Emma. —Dice mientras se pone su loción e inunda la habitación con su delicioso aroma.

— ¿Tienes un regalo para mí? —Pregunte emocionada.

—Así es.

Él camina a su maleta y saca una cajita cuadrada de color azul oscuro. Lo pone enfrente de mí y abre la cajita dejando ver un hermoso collar de perlas plateadas.

—Jonathan... —Susurre al ver el collar.

— ¿Te gusta? —Pregunta y lo saca de la caja.

— ¡Me encanta!

—Déjame ponértelo. —Pidió y me di la vuelta agarrando mi cabello para darle mejor acceso a mi cuello. Lo puso y me puse enfrente del espejo para ver como se ve, sin duda alguno maravilloso, llena el espacio que quedaba en mi cuello por el vestido.

—Te queda perfecto —Susurra en mi oído al ponerse atrás de mí y pone sus manos en mi abdomen. Pone su cabeza en mi cuello y lo besa.

—Gracias Jonathan —Dije y me di la vuelta poniendo mi mano en su cuello para poder besarle. Él dejo sus manos en mi cintura y me siguió el beso.

—No es nada, linda. —Sonríe al dejar de besarme. —Te ves hermosa, nena.

—No es cierto, con este horrible yeso me veo mal. —Gruñí.

—El yeso combina con tu ropa y el cabestrillo es como color champán. —Dice burlándose.

—Tú te ves guapísimo y hueles bien. Me encanta tu loción.

Sonreímos y luego salimos a la calle. De seguro, de nuevo hay que buscar un taxi, creo que es urgente comprar un auto. Para mi sorpresa, al salir al porche estaba una limusina blanca estacionada en la vereda con un chofer esperando a abrirnos la puerta.
Gire a ver a Jonathan sorprendida y él se encogió de brazos.

—Es tu día, no íbamos a ir en taxi. —Susurra y levanta su mano para poder tomar la mía.
Caminamos a la limusina y el amable chofer abrió la puerta para ayudarnos a subir.

—Buona sera! —Saluda el chofer.

—Buona sera. Grazie per stare qui. —Dice Jonathan con un perfecto acento.

—Con piacere.

Entramos a la limusina. Jonathan me ofreció una copa con champaña —hablando de champán — Y el chofer rápidamente nos llevó a un restaurante muy lujoso.

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...