「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」

🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟐𝟕」🍒

Debe ser Jonathan—Supuso mamá.
—Sí —Respondí.

En efecto es él. Entró al comedor al lado de mi papá y lo primero que vio fue a mí, directamente a mí, fue discreto, lo acepto pero no dejaba de ver mis piernas.

—Hola, Jonathan —Saludó mi mamá.

—Buenos días, Lena —Dijo él con una sonrisa en sus labios y se acercó a mi mamá para besar su mejilla. Luego me vio a mí.

—Hola, Em—Me saludó y me sonrió levemente.

—Buenos días, Señor Good —Respondí.

Él no se tomó la molestia en ir a saludarme porque mi papá extendió su mano para pedirle que se sentara.

Nos sentamos todos y comenzamos a comer. Jonathan y mi papá hablaban de cosas que sinceramente no me interesan y creo que mi mamá igual porque sólo come y no pone interés en la plática.
Jonathan esta normal y tranquilo, como si no hubiese sucedido nada entre nosotros, me ve de reojo a veces pero no me hace caso, está demasiado relajado, creo que es un mal plan porque no marcha como lo esperaba, desgracia.

Terminamos de comer y mi papá con él seguían hablando. Con mi mamá nos pusimos de pie y dimos las gracias, ellos respondieron y Jonathan me volteo a ver directamente esta vez pero en su rostro no reflejaba nada más que seriedad, carajo.

—Yo me llevo los platos, mamá —Dije caminando al lado de mi papá.

—Llévalos al lavadero —Pidió mi mamá y se llevó los platos de nosotras.

—Gracias —Dijo mi papá cuando agarre sus platos.

Asentí y luego camine al lado de Jonathan, me puse a su lado y me agache un poco para recoger sus trastes haciendo que mi escote que le quedara enfrente de su cara. Note su cara de incomodidad y pude ver claramente cómo se sonrojaba. Jesús, nunca lo había visto así, ni siquiera antes de que tuviéramos algo que ver. Se ve tan hermoso y tierno así rojo.

—Gracias —Susurró cuando recogí los platos y tomó un poco de agua que tenía en una copa que mi mamá nos había dado.

—Por nada, Señor Good. —Dije.

Me dispuse a ir a la cocina haciendo un movimiento lento y sensual en mis caderas, mi papá ni siquiera me vio, lo sé porque él seguía viendo su periódico pero estoy segura que Jonathan me vio porque la cocina estaba enfrente de él así que me tenía que ver pasar.

Después de muchas risas de parte de ellos al fin se levantaron y fueron al jardín trasero para encender el carbón para asar la carne en la parrilla.

Terminé de lavar toda la vajilla y mi mamá de preparar la carne, es costilla, la favorita del Señor Good. Me pidió que la llevara donde estaban ellos así la asaban, hice lo que me pidió y cuando llegue mi papá estaba encendiendo el carbón y el Señor Good lo ayudaba. Puse la costilla en la mesa abajo de la sombrilla y me puse en medio de los dos para ver que estaban haciendo aunque mi objetivo claramente era otro.

—Mi amor, ve por una botella de coñac a la estantería, por favor —Pidió mi papá.

—Claro, ahora vuelvo.

Me di la vuelta y fui a la estantería donde mi papá tiene todas sus bebidas, agarre dos copas y un tazón con hielos para que estuviera un poco frío. Era exactamente el mismo tazón que lleve la última noche que estuvimos juntos e hicimos el trato donde perdí.

Regresé y él estaba sentado en una silla, mi papá seguía luchando con el carbón para que encendiera.

—Aquí esta, papá —Dije y puse las cosas en la mesa. Jonathan observó el tazón de los hielos por un momento y luego me vio a mí.
—Sírvenos un poco, por favor —Pidió mi papá.

Le di una copa a Jonathan y él la sostuvo mientras yo me agachaba un poco enfrente de él para servirle el coñac en la copa. Él vio discretamente mi escote y luego me vio a mí.

—Esta mierda no enciende —Gruño mi papá cansado de estar soplando el carbón —Iré a decirle a Elena que me dé algo para encenderlo.

Se dio la vuelta y se fue a la cocina.
Puse la copa de mi papá para servirla y Jonathan suspiró.

—Deja de hacer esto... —Susurró. Lo voltee a ver y fruncí el ceño.

— ¿Qué cosa?

— ¡Esto! — Dijo cabreado señalando discretamente mi escote.

—No entiendo, sólo le serví una copa porque mi papá me lo pidió —Susurre y cerré la botella de coñac.

—Sabes que no me refiero a eso —Dijo él seriamente.

Agarre dos cubos de hielo, uno lo metí a mi boca y él otro lo puse en la copa de él.

—No te entiendo —Balbucee con el hielo en mi boca.

—Sé que sabes a que me refiero y déjame decirte que no voy a caer nuevamente en tus redes, deja de estar insinuándote, no te rebajes a eso. —Pidió él.

Lo vi y voltee a ver a las puertas corredizas de la casa que son de vidrio, lo voltee a ver a él de nuevo y lo besé de sorpresa.   

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...