「𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐆𝐎𝐎𝐃﹢₁₈」

🍒「𝐄𝐩𝐢𝐬𝐨𝐝𝐞 𝟓𝟐」🍒

—Ok —Suspira —Estamos en el baño de mujeres...
—Te deseo... Good —Dije y lo bese casi con violencia.

Él puso sus manos en mi cintura y caminamos hacia atrás. Sentí el lavabo atrás de mí y Jonathan me subió a él. Sus labios descendieron a mi cuello y clavícula y sus manos bajaron a mis muslos mientras los acariciaba delicadamente. Una de sus manos se puso en medio de mis piernas y sacó mis bragas mientras abrió mis piernas. Dejó de besarme y me vio a los ojos.

—No puedo creer que estoy haciendo esto... —Susurra jadeante. Me reí por lo bajo y él dirigió su mirada a mi feminidad —Que linda nena, adoro que estés húmeda para mí.

Bajó su cabeza y su lengua comenzó a rozar mi clítoris haciéndome gemir. No, no quiero correrme... Podría ensuciar mi vestido.

Su lengua hacia giros alrededor de mi clítoris lentamente, era una tortura sentirlo, las sensaciones que provoca en mí son inexplicables. Dejó de lamer y luego comenzó a masajearlo con su dedo índice.

—Me encanta escucharte gemir... —Jadea. Lo hice más y tire mi cabeza hacia atrás.

De repente su dedo dejo de moverse. Abrí mis ojos y lo vi, él estaba viendo sus dedos y los metió a su boca.

— ¿Qué sucede? —Pregunte.

—Quiero verte mientras te masturbas —Pide con cara de perversión.

Abrí mis ojos en sorpresa y dude en hacerlo pero de repente me acorde de una noche... Ya lo hice ¿Por qué no ahora? Puse mi dedo índice en mi boca y luego en la entrada de mi vagina para que se humedeciera mejor, luego lo puse sobre mi clítoris y comencé a moverlo alrededor de él rápido y presionándolo. Jonathan me miraba con atención, se cruzó de brazos y me siguió viendo. Seguí así por varios minutos hasta que sentí mi cuerpo colapsar.

—Cuando estés a punto de terminar, me avisas —Pidió. Asentí.

—Ya no resisto... —Gemí. Él sonrió y se bajó el pantalón junto con sus bóxers.

Se subió al lavabo enfrente de mí y puso su miembro en mis labios vaginales. Lo comenzó a entrar por partes muy pequeñas y no sentía cuando iba a terminar de estar dentro de mí.

— ¡Carajo! mételo todo —Pedí, era más una súplica.

—Tranquila, quiero que te deleites más...

Él puso dos de sus dedos en mi clítoris y lo presionó. Eso fue todo, suficiente para terminar. Él esperó a que terminara y luego se salió de mí, lo poco que estaba adentro.

Me acosté por completo en el lavabo y cerré mis piernas. Jonathan se bajó del lavabo y subió de nuevo sus pantalones y bóxers, quedando impecable.

— ¿Por qué? —Pregunte después de reaccionar.

— ¿Qué cosa?

— ¿Por qué me hiciste sufrir así? Yo pensé que me harías tuya...

—Lo hice —Responde.

—No, sólo fue la puntita... Yo me excite sola. —Gruñí y él se ríe.

—Estaba enfrente de ti, no tuviste ese glorioso orgasmo tú sola —Me guiña el ojo —Además yo sólo quería besarte, tú eres la pervertida, niña.

No dije nada. Jonathan me puso las bragas de nuevo y me ayudo a levantarme. Me dio un beso en los labios.

—No tienes idea de lo excitante que eres cuando te masturbas... —Susurra en mi oído con su ronca y sensual voz.

Acuna mi rostro en sus manos y me besa desesperadamente, como si el mañana no existiera. Estos besos son los que más disfruto.

Salimos del baño con cuidado de no que nadie nos viera y tuvimos suerte porque no había nadie cerca, al parecer todos disfrutaban de la fiesta.

— ¿Conociste a alguien, Em? —Pregunta Renee.

—Sí, un chico... —Dije sin tomarle tanta importancia — ¿Y tú?

—Un hombre anda atrás de mí y estuvo en la fiesta, bailamos y tomamos juntos, es divertido. —Dice Renee con una sonrisa en su rostro.

—Qué bueno por ti, creo que lo mejor que puedes hacer es conseguirte a otro hombre... Yo pienso que no es bueno volver con tu ex, sería volver a vivir lo mismo.

—Yo pensaba lo mismo cuando tenía tu edad, pero aunque lo dudes... El amor lo puede todo y yo amo a Jonathan, nacimos para estar juntos... Lo necesito.

— ¿Crees que él piensa lo mismo que tú?

—Lo dudo mucho... Me acabo de enterar que hace poco tuvo una conquista con una niña y si estuvo con ella, no dudo en que pudo estar con más mujeres durante el tiempo que me fui. —Dice un tanto triste. Esta pobre mujer me da lástima.

Termine de cepillar mi cabello y me acerque a la cama de Renee.

— ¿Te puedo pedir un favor?

—Claro... —Dijo ella mirándome confundida.

—El chico que conocí está hospedándose aquí pero en la planta de arriba... De verdad me gusta y quiero ir a verlo. ¿Puedo ir? —Pregunto poniendo mi cara de perrito tierno.

— ¿Por qué me pides permiso a mí? —Pregunta intrigada.

—Te lo pido porque no quiero que le digas nada a mis padres, será un secreto... Por favor.
—Pero ¿Me presentaras al chico? —Pregunta.

—Por supuesto... —Sera un problema, espero ver a Rodrigo mañana.

—Entonces, ve. —Dice. Sonreí.

—Gracias, Renee ¡Gracias! —Dije emocionada y le di un beso en la mejilla.   

𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...