Adiós a la vecindad

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CAPÍTULO 13


Déjeme que le explique por favor, las cosas no son lo que parece –gritó Nicholas detrás de los barrotes, el policía que ya había aprendido de la última vez que los chicos estuvieron ahí solo dio media vuelta y se marchó a ver te amaré hasta el apocalipsis con Martha. –odio a los policías... TENGO DERECHO A UNA LLAMADA –volvió a gritarles aunque ellos ya no lo escuchaban.

- Tu padre no nos sacará de esto esta vez –dijo Luciana más que enojada.

- Tiene que hacerlo, relájate Lu saldremos de aquí

- ¡NO ME DIGAS QUE ME RELAJE, PORQUE LLEVO RELAJANDOME UN DIA ENTERO Y OTRA VEZ ESTAMOS AQUÍ! Y NO ME DIGAS LU, ME LLAMO LUCIANA –le gritó.

- Está bien, está bien, ya no grites –alzó las manos en modo de rendición. Ella lo ignoró y se sentó en el suelo decepcionada de sí misma y de la vida, esta vez compartían celda con varias personas, entre ellas dos travestis, una prostituta y un hombre con el cabello y la barba más largo que rapunzel. Nicholas permaneció recostado a los barrotes con la esperanza de que los policías volvieran y los dejaran salir, pero nada pasó por media hora, estaba casi por perder la cabeza, cerró sus ojos y comenzó a prestar atención a los ligeros sonidos del lugar; encontró una extraña melodía provocada por las gotas que escurrían de una dañada tubería, por los ronquidos del hombre rapunzel, el resonar de unos zapatos, entonces una canción llego a su cabeza, la cual comenzó a tararear suavemente y poco a poco fue subiendo el tono.

Cuando el tarareo llegó a oídos de los que estaban en la celda, de inmediato comenzaron a chocar dos veces sus manos en las rodillas y acto seguido un aplauso, Nicholas sonrió y no dudó en empezar a cantar.

Buddy you're a boy make a big noise

Playin' in the street gonna be a big man some day

You got mud on yo' face

You big disgrace

Kickin' your can all over the place

Singin' –dijo animando al resto a cantar, los cuales no dudaron en seguirlo, a pesar de sus voces afeminadas.

We will we will rock you, rock you

We will we will rock you, rock you –cantaban mientras tocaban con sus palmas.

El hombre Rapunzel despertó y esta fue él quien con su voz gruesa entonó la siguiente estrofa. Para cuando terminó su parte, los detenidos de las otras celdas, cantaban a todo pulmón y hacían el ritmo con sus pies. Una mujer de la celda de enfrente cantó lo que seguía, así se formó una pachanga rockanrolera, que no pasó por alto por los policías quienes despegaron la vista de la televisión para poner orden. Nicholas como improvisador de primera inventó la siguiente estrofa, que hablaba acerca de ser encerrados injustamente y rápidamente el coro pasó de we will, we will rock you – a we want, we want out of here.

La canción terminó con los policías gritando con altavoces que se calláran y con Nicholas teniendo un ataque de estornudos y tos. Mientras la chica observaba asombrada como todos estaban igual de locos que Nick, negó con la cabeza unas cuantas veces, aun no se lo creía que toda esa gente hubiera seguido la locura de Nicholas y de paso estuviesen aplaudiendo y pidiendo otra canción.

El policía al ver que el chico estaba dispuesto a seguir con su concierto y que lo reclusos estaban más que emocionados en seguirlo, no tuvo otra opción que dejar que él hiciese su llamada. Minutos después ambos estaban fueran, aún así la chica seguía enojada.

Atados al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora