Rescates

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Capítulo 24


A pesar de que al principio no hubiese estado de acuerdo en esperar tres horas para el vuelo; ahora, lo agradecía grandemente. Necesitaba un baño largo y relajante para olvidarme de los últimos acontecimientos, ya que de los sucesos de la madrugada se había encargado el alcohol. Esta era la vida que una mujer como yo se merecía, excepto por el insoportable joven que hace 5 segundos no para de tocar la puerta.

- Los expertos dicen que si tus baños duran mucho, se desgasta tu piel –ni siquiera podía tomar un baño tranquila. ¿por qué se empeñaba en hacer mi vida miserable? –Luci... –cantó alargando las u –hermosa...

- ¡Ya! ¡ya! Ya voy a salir –envuelta en una toalla salí de mi zona de paz para encontrarme con el Hitler de mi vida, ni siquiera lo miré cuando pasé por su lado, en cambio, sentía sus ojos taladrándome.

- Creí que podías tener hambre y pedí algo de comida –mi vista me traicionó y lo buscó casi con premura –y no es pizza –señaló con una sonrisa –está en el microondas.

- Gracias –no pude contener devolverle la sonrisa y mi consciencia me regañó por ello. ¿qué pasa con ser la excepción, Luciana?

- Me podrías pasar la toalla cuando la desocupes –mis mejillas se tiñeron de rojo, seguía prácticamente desnuda en frente de él. Apenada me limité a asentir. Una vez que desapareció en el baño, me vestí con algo cómodo, dejé la toalla en el pomo de la puerta y corrí a acabar con la deliciosa pasta primavera. Nicholas salió media hora más tarde listo para marcharnos al aeropuerto. El viaje en avión inició retrasado y fue más corto de lo esperado, aterrizamos en una ciudad antes debido al clima tormentoso, tuvimos que esperar por horas hasta que al final terminamos rentando un auto para dirigirnos a PortArgels y seguidamente a Río negro.

- No puedo creerlo, todo esto para salvar a un tarado –me quejé mirando un mapa que nos guiaría a la ciudad.

- Ese tarado se llama Logan y es nuestro vecino. No podemos dejarlo, ya abandonamos a su tía –la consciencia me carcomió por un momento, mandé lejos el recuerdo, había tantas cosas en las que pensar ahora.

- Como sea. Cruza a la derecha –le ordené siguiendo las instrucciones.

- ¿segura?

- Sí, tú solo obedece –detuvo el auto y me quitó el mapa de las manos.

- Mira –señaló el papel –por aquí hay un camino más corto.

- Ese camino no aparece en google maps, creo que ya no existe. Es mejor ir a la segura a la derecha

- Google maps no siempre es confiable, aún está en actualización –me rebatió.

- ¡Claro que no! ¿Estás loco? La vez pasada fue lo mismo y ¿te acuerdas como terminamos? ¡Estrellados! –le recordé, sin embargo no le importó.

- Eso fue porque leíste mal el mapa –lo miré indignada.

- ¡Tú leíste mal el mapa! –recalqué.

- El punto es que ahora lo estás leyendo bien –Haciendo caso omiso a mis reclamos siguió derecho en vez de cruzar a la derecha.

- ¿Por qué eres tan tarado? ¡Dios! Así empiezan todas las películas de terror. ¿No te das cuenta? uno de los protagonistas toma el camino equivocado hacia un pueblo fantasma, dónde está el asesino zombie esperándolos con un machete listo para convertirlos en muñecos de cera –sin dejar de mirar al frente alcanzó mi mejilla y la apretó.

Atados al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora