La Paz

3.5K 186 29
                                    

Capítulo 11

-       Señor Reinaldi yo... no puedo aceptar eso, lo siento...

-       ¡Eso! Ella no va a aceptar, lo siento papá, adiós. –intervino Nicholas, empezando a empujar a su padre hacia la puerta.

-       Pero ¿por qué? ¿Es poco lo que te ofrezco? –Le preguntó rápidamente.

-       ¡No! –respondió de inmediato –No, no Señor, no es eso, es muy buena su oferta,  es solo que... sinceramente no me apetece en lo más mínimo vivir casi para siempre con su hijo...

-       Ves papá, no le apetece, no insistas –la interrumpió.

-       Además mis papás jamás aceptarían y mucho menos mi novio, de seguro me enviarán a un convento por el resto de mi vida.

-       Sí, papá y nadie quiere que ella vaya a un convento...

-       Ellos no se tienen que enterar... vamos, esto es lo que necesita mi hijo, disciplina –señaló las reglas pegadas en la puerta –pídeme lo que quieras –le dijo desesperado, quitándose las manos de su hijo de encima que lo empujaba.

-       Señor, no hay... -comenzó diciendo, pero luego como un flash llegó a su mente la noticia de la televisión, donde decían que Nick y ella eran pareja –Espere... sí hay algo que quiero y si usted lo hace, prometo quedarme a vivir aquí.

-       ¡No! ¡No! –gritó el chico horrorizado sabiendo que su papá era capaz de hacerlo casi todo – ¡No la escuches papá! –lo jaló e intentó taparle los oídos.

-        ¿Y qué es...? ¡Nicholas por dios déjame! –le gritó a Nick, intentando quitárselo de encima, cosa que no pudo, el chico seguía dando salticos para intentar taparle los oídos.

-       Mis padres nunca se pueden enterar de esto, pero ha salido en la televisión internacional que el insecto y yo... perdón que su hijo y yo somos pareja –lo último lo dijo escupiendo las palabras –así que si se asegura que la noticia no llegue hasta mis padres, yo prometo quedarme

-       ¡Hecho! –le respondió Fernando sacando su teléfono celular de su pantalón de tela -¿en qué país están tus padres?

-       Colombia –respondió un poco sorprendida. Fernando marcó un número en su teléfono, se alejó un poco y habló por unos minutos, mientras todos lo miraban en silencio con expectación.

-       Ya está, tu familia no se enterará, así que bienvenida a la familia, saluda a tu nuevo hogar –le expresó con entusiasmo. Nicholas por su parte estrelló su palma derecha en su frente lamentándose.

-       ¿Qué? ¿cómo lo...?

-       Linda –Fernando se acercó a ella con un caminado galante y una mirada cargada de picardía –yo soy Fernando Reinaldi. –ella quedó atónita, era como si con esa frase el mundo se arrodillaría ante sus pies. Ahora entendía el egocentrismo de Nicholas.

-       Señor...

-       Nada de señor, no estoy tan viejo, dime Fernando –le sonrió, ella le devolvió la sonrisa, mientras que Nick ponía los ojos en blanco con frustración –no te preocupes linda recibirás todo lo que necesites

-       Fernando muchas gracias, no sé cómo agradecerle –Luciana realmente estaba agradecida con el padre de Nicholas por asegurarse que sus padres no se enteraran de la locura que comentaban en la farándula.

-       Linda, no tienes que agradecerme nada, al contrario creo que yo te debo más a ti, vivir con el espécimen de orangután que tengo como hijo no es fácil, mira que llevan cuatro días y ya los secuestraron, de seguro en una semana derrumban el edificio, en dos la tercera guerra mundial y al mes el apocalipsis –dramatizó el padre, ella rió –ya, pero en serio no me agradezcas. –ella asintió. –bueno todo aclarado, ahora nos marchamos y tú –señaló a su hijo y lo miró con los ojos achinados –deja de meterte en problemas o voy a matarte lenta y dolorosamente y haré que parezca un accidente –el chico le lanzó cuchillos con la mirada, mientras su padre se despedía con la mano y salía galantemente por la puerta haciéndole señas a Layla de que la esperaba abajo.

Atados al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora