Dig.
Es lo peor. No solo ha sido un exhausto día de la manera física, no sé cuántos cadáveres he visto en menos de 8 horas.
Cavando y cavando todo la jornada de luz. Lamentándome y lamentándome ahora que la cena ha terminado.
Oigo que abren la puerta del cuarto y muevo la cabeza hacia un lado de la cama para ver la mano de Guillermo extendiéndome una tableta de analgésicos mientras Santiago se sienta cerca de mis pies y le da una palmadita a mi pantorrilla.
—Te van a dejar un día sí y un día no, a las mujeres las turnan ¿Quieres que me hable con mi papá y le diga que te saquen de ahí?
—No, no es justo. No sé hacer nada más por eso me pusieron ahí. Está bien lo de un día y un día.
Guillermo se pone en cuchillas y puedo ver su rostro frente al mío, lanzándome una mirada que intenta animar.
Resulta que Adelaida tenía razón después de todo. Mi cuerpo no ha aguantado y la espalda me está matando. Si para mañana sigo viva no sé cómo me voy a mover, ni siquiera sé cómo voy a dormir esa noche si el dolor no me deja estar tranquila.
Acepto el vaso de agua que me extiende Guillermo y alzó un poco la cabeza para poder tragar las pastillas.
Ellos no me han contado su día pero al parecer estuvieron en una zona de entrenamiento. Adelaida dice que si son buenos comenzarán a enviarlo a los poblados a recoger cadáveres y mantener el orden que al parecer es lo que han puesto a hacer a algunos de los Hunters.
—Vamos a ir a lo de los registros y ahorita regresamos —Guillermo va a su mochila y regresa con una libreta—. Necesito toda la información que se pueda sobre tu familia para poder decírselos.
Con la epidemia hay mucha gente intentando encontrar a su familia. Adultos cuyos hijos universitarios estaban en otras ciudades, personas que se encontraban fuera de sus lugares de origen cuando los aeropuertos se cerraron, niños que no saben leer ni escribir y que nadie sabe quiénes son, y otras personas que ahora que los miembros de su familia cercana han disminuido están buscando a familiares más lejanos.
Guillermo le ha dado la información de sus hermanos y sus papás a Vivien Radcliffe, que acaba de volver de Fort Hood. Y ella verá que puede hacer para intentar saber algo. Al parecer están trabajando en cosas de telégrafos y de la radio. La tecnología satelital está prácticamente muerta, es como si estuviéramos a principios del siglo XX mezclado con la época de la peste.
A pesar de que hemos intentando obtener respuestas a nuestras dudas, nadie ha podido asegurarnos por qué ha ocurrido la epidemia, y cuando le he preguntado a Santiago si su papá sabe algo nuevo, él solo se ha encogido de hombros sin mirarme, señal de que me está evadiendo, pero hoy no me quedan más fuerzas para presionarlo.
La teoría alienígena está cobrando más fuerza y aunque tampoco nadie de los refugiados en Applewhite ha visto nada con sus propios ojos, los rumores van y vienen.
Santiago y Guillermo me dejan un rato sola con el ya dormido Beto que está en el otro extremo de la cama reponiéndose también de su jornada.
A los niños a veces los ponen a pedalear en unas bicicletas que mediante la mecánica activan algunas cosas que se usan en Applewhite o incluso para generar luz al parecer. No lo han puesto a hacer eso todo el día, porque en realidad a los menores de 15 los tienen en una carpa donde hacen cosas como si estuvieran en la escuela, pero según sus edades deben cumplir con una cuota pedaleando en las bicicletas fijas.
Creo que a este paso él y yo vamos a terminar bajando la mitad de nuestro peso.
El dolor de espalda no me deja dormir y creo que pasa una hora hasta que Guillermo vuelve solo. No le digo nada pero desde la cama puedo ver un poco su silueta entre la oscuridad. Se quita la chaqueta y se arrodilla a su querida mochila de donde al parecer saca otra playera porque puedo ver un poquito que dobla los codos y se saca la otra para ponerse esa que supongo está más limpia.
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Propagación
Ciencia FicciónHace exactamente 20 días que dos meteoritos colisionaron casi a la misma hora pero en dos hemisferios diferentes. El primero de ellos llegó a la Antártida. El segundo cayó en Siberia. ¿Hubo muertos? No ¿Un tsunami terrible nos ahogó a todos? Tampoco...