Segundas oportunidades [FANFIC SHAWN MENDES]

Parte 2: Reflexionando

Hola, como estas? Yo bien jaja ta prosigamos, aquí les traigo la SUPER SEGUNDA PARTE...espero les guste muchito como a mi, hay nuevos personajes apareciendo, yo me los imagino por las personas que puse en reparto, pero solo es para guiarlos a leer, se los pueden imaginar como ustedes quieran.

Ahora sin mas preámbulos... disfruten (y si pueden y quieren déjense un comentario, me haría muy feliz saber si les gusta)

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Iba caminando por los pasillos vacíos del colegio, pensando, tengo una misión, sí acepte la petición del profesor, ésta es ayudar-cambiar a Aaron Collins.

Prefiero pensar que lo estoy ayudando, cambiar suena a alguien manipulador y yo no me veo así.

<<Me he perdido el almuerzo por su culpa>> Digo para mí misma al acordarme de la hora, ir a la cafetería sería una pérdida de tiempo, ya es tarde.

Voy caminando en dirección a mi casillero, cuando me acuerdo que dejé una manzana ahí ayer, al menos podré comer algo.

Suena la campana y una multitud de alumnos sale del comedor para los 5 minutos antes de la siguiente clase, apresuro mi paso para llegar al casillero que me designaron hace algunas semanas.

Llego, pongo la combinación y cuando lo abro lo primero que tomo es la manzana, la pongo en mí boca y cuando voy a guardar el libro de química siento dos dedos punzando debajo de mis costillas.

-¡Maggie!-Alguien me grita haciendo que de un pequeño salto en mi lugar, me doy vuelta-¿Te asusté?-Termina con una gran sonrisa burlona. Él es Eiden Smith, mi mejor amigo después de Lily, nos conocimos en primero de escuela y enseguida nos hicimos muy cercanos hasta la fecha. Divertido, sarcastico, un poco engreído y mujeriego, tierno y muy sociable, son algunas de las características de éste apuesto chico unos centímetros más alto que yo, ojos miel, pelo castaño claro y un buen sentido de la moda. Él, Lily, Dylan y yo somos los mejores amigos desde la escuela.

-Naaa, es que me encanta saltar cuando escucho mi apodo-Dije con gran sarcasmo.

Se ríe-Veo que te levantaste de buen humor amiga mía-Río con él.

Así son nuestras conversaciones de siempre, llenas de sarcasmo; Realmente adoro a Eiden.

-Digamos que he tenido mejores días, después te contaré-Eso ultimo lo digo mirando de reojo por encima de su hombro.

Veo acercarse a Amber, popular, morocha, ojos color avellana, piel tersa, alta, delgada y muy inteligente. La chica perfecta, y en los ojos de mi amigo eso no es una excepción, él está enamorado de ella y ella de él, todos lo saben excepto ellos.

Amber y yo somos cercanas, no se podría decir que somos las mejores amigas pero lo suficiente para admitirme que está loca por Eiden, yo fui la primera en saberlo a mis 13 años de edad, nunca me dejó decírselo y él nunca me dejó decírselo a ella cuando me lo dijo a los 10, algún día harán una linda pareja, lo sé.

Cuando ésta llega, Eiden gira quedando en frente de ella, congelado sin saber que decir, Amber nota su estado, se sonroja y corre a abrazarme intentando disimular. Luego de una mini charla sobre el colegio, me dirijo a mi amigo tratando de sacarlo de su trance: -¡Eiden!

-Qu...que...li...li....linda estas....Amber-Suelta (tartamudea) de repente, como si esas palabras hallan estado atascadas en él desde hace un tiempo, ella se pone colorada y sin importarle lo descabellada que fue esa oración, le responde: -Gracias.

Se quedan mirando fijamente a los ojos con una dulzura inexplicable, como si en ello se les fuera la vida, parecían olvidarse de todo a su alrededor......incluyéndome.

-Okeey-Digo alargando la "e"-Creo que sobro aquí, así queee mejor me voy chicos, adiós- Dije medio incomoda, tomo mi manzana la cual se había caído al piso, la limpio en un bebedero cerca mío y la vuelvo a poner en mi boca. Cierro el casillero y me voy sin haber obtenido respuesta de ellos en ningún momento.

Voy de camino a la clase de matemática.

Eso ha sido algo incómodo, no me malentiendan estoy feliz por ellos, es solo que....puede que esté un poco celosa (celosa, como está celoso un hermano, no en el sentido romántico), debe ser lindo estar enamorado, yo jamás lo he estado, el único novio que tuve fue uno a los 15 pero solo duró un més, no fue amor, me gustaba pero no estaba ni cerca de estar enamorada, fue un amor tonto y pasajero. Tengo 17, estoy en mi último año de bachiller y jamás he ido a una fiesta, ¿Esto será todo? ¿Aquí termina mi adolescencia? Se supone que ésta es la etapa de locura, de la rebeldía y de los corazones rotos por todos lados, y no siento haber pasado por ninguna de esas etapas.

<<Y sí, que más queres si nunca sales de tu casa, liceo casa, casa liceo, es tu culpa no te quejes>>
(N/A: todo lo que, a partir de ahora, este entre estos símbolos, será la conciencia de Maggie.)

<<Aahh tu cállate>>

Llego al salón de Matemática y tiro el cabo de la manzana que ya me terminé. Todavía no ha llegado la profesora, de repente llega una muy agitada Lily a abrazarme junto a Dylan, su novio.

-¡Oh por dios amiga cuéntame! ¿Qué pasó? ¿Que te dijo el profesor?- Comenzó Lily como si se acabara el mundo.

-Tranquila cariño, tampoco la abrumes, ella ya nos contará-Dice un Dylan más tranquilo, lo agradecí infinitamente, estoy cansada para las preguntas abrumadoras de mi amiga, aunque se que tarde o temprano las tendré que contestar.

-Gracias-Éste se ríe por mi notable alivio. Lily y yo lo fulminamos con la mirada, enseguida se calló.

En eso llega la directora para informarnos que la profesora de matemática no llegará ese día a clases por temas familiares, así que tendríamos las dos horas que nos tomarían, libres, celebré internamente, realmente lo necesitaba, anoche no pude dormir muy bien y con el día que tuve hoy lo último que quería era resolver ecuación o hacer parábolas.

-Vamos amiga nos cuentas afuera-Dijo Lily antes de marcharnos los tres de aquel aula en busca de aire fresco y alguna sombra donde escondernos del radiante sol.

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En multimedia Eiden Smith