Segundas oportunidades [FANFIC SHAWN MENDES]

Parte 32: Dylan.

(Narra Lily)

Me despierto por el ruido de la radio programada para sonar a las 12 del medio día, los fines de semana.

Hoy sábado, ayer viernes fue... interesante, no sabría de que otra forma describir la noche.

Déjenme hablarles de Dylan...

Nosotros nos conocimos en primero de escuela, él estaba repitiendo el curso y Maggie y yo lo habíamos comenzado. Ahí también conocimos a Eiden, Amber se sumó al grupo recién en tercero de escuela.

Cosa que nos hicimos íntimos amigos entre todos, los grupos para trabajos o lo que sea siempre éramos nosotros, jugábamos en las casas de todos y nuestras mamás se adoraban, era todo perfecto.

Y así fue hasta primero de liceo que todos pegamos el estirón y las hormonas se alborotaron, comenzamos con los novios y novias, nosotros dos éramos inseparables, él me hacía reír, me cuidaba, me daba consejos, ibamos de compras juntos y siempre estuvo ahí para mí. Era dulce, comprensivo y me trataba como a una reina.

Al ocurrir lo de sus padres fui yo quien comió helado con él hasta las cinco de la madrugada que a las siete tendría que ir al Tribunal, dejé mojar remeras completas en su triste llanto, lo abracé en días de lluvia porque le temía a los truenos, fui yo su primer beso.

Siempre fuimos nosotros.

Comenzaron a shipearnos (adornar la situación para que parezcamos pareja porque eso es lo que desearían).

Al principio todo era pura broma pero en privado teníamos nuestros momentos, nos gustabamos pero teníamos miedo que perder la amistad, nos amabamos mucho. Y de pronto, en tercero, se me declaró en el baile de primavera, yo no me lo podía creer... le dije que sí. Así estuvimos hasta hace unas semanas... enamorados.

Yo jamás dejé de estar enamorada de él, es el hombre de mi vida y siempre lo voy a amar, es una de las mejores personas que conozco. Simplemente se había acabado esta etapa de nuestra relación, las relaciones no son sólo amorosas, también son de amistad. Y como toda relación afectuosa, tiene etapas, etapas de amores diferentes, ahora era el momento de volver a ser esos mejores amigos que solíamos ser, quizás lo habíamos perdido un poco.

Por un lado estoy feliz porque siento que es algo bueno, vamos a conocer nuevas personas y reavivar esa llama de amor puro que solíamos tener, sin tanto maquillaje (en el sentido figurado).

Pero por otro tengo miedo, miedo de que encuentre a alguien más, sé que jamás lo perderé como amigo pero quizás como novio sí. No quiero perderlo pero tampoco voy a esperar como estúpida.

Esto fue lo que me pasó anoche, él estaba un poco pasado de copas y se encontraba coqueteando con una chica, nada fea déjenme decirles. La cosa es que yo los miraba de reojo y de repente se me acerca un chico, morocho, ojos café, muy guapo la verdad, puede que yo también haya estado un poco pasada de copas, entonces que se me acerca y me pide para bailar, pues yo con toda la impotencia del momento le acepto y comenzamos a caminar hacia la pista.

La casa de Eiden no es pequeña pero tampoco es una discoteca, la pista era angosta y no te costaba mucho ver al que bailaba en la otra esquina, cosa que estoy reguetoneando con el chico guapo y él me dice <<Vi como lo miras, si quieres darle celos yo no tengo problema, mi nombre es Charlie>> La oferta de Charlie se me hace demasiado tentadora para rechazarla, asiento.

El baile se intensifica y nuestras caderas no paran. Dylan y la chica nos miran, mi plan funcionó <<Tú no eres el único malo>> Pienso para mis adentros. La adrenalina corre por mis venas, el sudor me cae y la euforia no se queda atrás... hasta que levanto la cabeza, todos nos miran. Mi ritmo se enlentece, no puedo... caigo al suelo.

<<Creo que va a abrir los ojos...>> escucho decir a Eiden.

Me encontraba en el cuarto de sus padres, mi grupo me miraba preocupado. Me contaron lo que había pasado y al ver que estaba mejor, todos bajaron... excepto Dyl.

<<¿Qué sucedió?>> Fueron sus palabras.

Le hablé de mis celos, de mis inseguridades y al ver caer una gota por mi mejilla me abrazó. Un abrazo que no sentía hace mucho, uno de esos que reconfotan, que te hacen sentir mejor, que te protegen. De esos sólo había recibido de él. Algo único e inolvidable.

En ese momento supe que jamás lo perdería pero que por ahora éramos amigos.

Voy a intentar relajarme y ver como surgen las cosas.

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Lamento la demora, cuarto capítulo del maratón.

Las amo buenas noches.

-Vicky♡