Parte 30: Mamá.

2K 124 8
                                    

Llego a la oficina y pregunto por Miriam Silva, mi madre. Al rato la veo bajar por las escaleras.

-¡Hola, princesa!- Nos saludamos con un cariñoso abrazo- ¿Vamos?- Asiento.

Son las once de la mañana y tiene el descanso hasta las dos. Entra a las ocho de la mañana y sale a las diez de la noche, por eso tiene tanto receso.

Nos sentamos en el bar de la esquina.

-Entonces... Aaron ¿Ee?- Escupo la comida, al parecer ahora todo el mundo me lee el pensamiento. ¿Quién le dijo?

-¿Que sabes y porqué?

-Yo lo sé todo mi amor. Entonces... ¿Ya son novios?- Decisto de ocultarselo.

-Nop, me gusta mucho- Me río- Es muy lindo y me trata bien. ¿A ti te cae bien? Eso es muy importante.

-Tampoco hablé mucho con él pero parece buen chico. Me alegro por ti mi niña. Estás creciendo- Y se limpia una lágrima falsa dramatizando. Como la amo. Reímos unos segundos por la situación.

-Sí... Gracias mami. Por cierto, hablando de él, me invitó a salir y le dije que no porque quería pasar contigo- Juro que se lo dije de lo más casual sin ninguna intención.

-Que dulce mi niña pero sos joven disfruta con tu chico, no te quedes con esta vieja.

-Tú no estás vieja, quiero pasar contigo, peeero ¿Me dejas salir con él más tarde?

-Pero pospuesto- Me acaricia la cabeza, pagamos y salimos a recorrer el centro.

Caminando y caminando vamos entrando a lugares divertidos, bonitos o simplemente interesantes, chistes van chistes vienen, somos solo nosotras y es perfecto. Entramos a una tienda de antigüedades.

Mamá pasa por las estanterías rozando los dedos delicadamente por las reliquias. Le pregunto a una muchacha sus años, los de los productos obviamente, y me contesta que más de 100 los más nuevos. ¡Vaya! Realmente sos reliquias. Vuelvo a mamá.

-Veníamos aquí con tu padre, era nuestro lugar de compras favorito. Lo inservible para otros, nosotros lo veíamos como regalos del destino. Aquí fue donde compramos tu moises- No me mira en ningún momento, sus ojos se ponen vidriosos y observa las cosas con nostalgia.

Pobre mamá, yo sufrí mucho pero de seguro ella más, yo era pequeña y todavía no sabía bien qué era morir o perder a un ser querido, ahora me acuerdo y lo extraño muchísimos pero... él era el amor de su vida nunca más tuvo un novio o nada parecido.

Me acerco y la abrazo, nos quedamos así por unos minutos. Se nos escapan un par de lágrimas.

Y así fue nuestro día juntas, risas, anécdotas, lágrimas y lo más abundante... puro amor madre e hija, realmente la extrañaba mucho.

Son las dos, llegamos a la oficina. Está Aaron y su hermana en la puerta hablando con un hombre de seguridad.

♡♡♡♡♡

¡¡¡Niñaaaas!!! Segundo capítulo del maratón ¿Les está gustando? Espero que sí las amo mucho un beso gigante. Hasta mañana linduras.

-Vicky







Segundas oportunidades [FANFIC SHAWN MENDES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora