La Hija De Jeff The Killer

Esto Apenas Comienza.

Grandes y negras son las bolsas que cuelgan bajo mis ojos, ojeras. Inyectados de sangre y con líneas rojas están mis ojos. Cortadas profundas pero vendadas hay en mi rostro y parte del pecho. Dos grandes y sobresalientes moretones, uno rodea mi ojo derecho y el otro abarca un pedazo de mi mentón. Viajo con la punta de mis dedos por cada una de esas imperfecciones que tengo tatuadas, mientras veo mi reflejo en el espejo... Mientras veo el desastre que soy, los destrozos de la guerra en mi piel. Duele, duele las cicatrices, duele verme así pero sobretodo; duele el dolor interno, el que nunca se curará.

Llevo media hora en el baño de la habitación del hospital que me resignaron.

Después de que Jeff y yo nos pusiéramos de acuerdo para la venganza que preparada ya está, él me hizo el honor de traerme ropa de mi casa. No se como entró y no quiero saberlo, pero toda la ropa que me trajo es negra y de mi armario: una camisa de tirantes, una sudadera, unos Jeans y unas botas. Todo negro. Ya estoy preparada solo que me estoy retrasando con la obra de arte que me dejaron Rosa y sus acompañantes.

Toques en la puerta hacen que me despierte de mi trance algo sobresaltada.

-Ya acabaste.- dice Jeff al otro lado.- No tengo todo tu maldito tiempo, niña.

-Ya voy.

Me arregle un poco el cabello y salí del baño. Jeff... Mi padre... Me esperaba recargado en la pared con los brazos cruzados.

-¿Para eso te tardaste? -lo miro confundida.- Media hora en el baño para que solo salieras con la ropa que te traje ¿ni siquiera te maquillaste? ¿ o al menos intentar taparte todo lo feo del rostro?

-Si quieres eso entonces voy a volver.- dije dando un paso atrás.

-¡No! -me detiene y lo miro sonriendo- Ya vámonos, descerebrada.

Abandonaremos el hospital y así ir a las casas de las amigas de Rose. Tiene que ser esta noche o si no, esas fotos terminarán con mi vida.

Jeff y yo salimos por la ventana, él primero y yo atrás de él. Nos deslizamos por una cuerda que llega hasta el césped. Al parecer, Jeff lo planeo todo.

Al llegar al piso, Jeff tira de la cuerda y la oculta en la tierra, caminamos sigilosamente entre los arbustos para llegar a la carretera sin que nadie nos vea.

La luna es grande y brillante, el viento sopla provocando que en mi ropa se produzcan olas, el cielo nocturno esta acompañado de unas nubes. Todo contiene un aire de misterio.

(...)

Al llegar a los condominios donde esta la casa de Rosa, Jeff y yo caminamos y saltamos por los techos de las casas.

Jeff ya tenía todo listo solo que no me quería decir, también investigó las casas en las que viven nuestras víctimas. Realmente él quería esto, tanto como yo, no tengo que quejarme, ¿que es lo que esperaba de un asesino profesional?

-Aquí es -dice Jeff aterrizando en el techo de una casa.

-¿Y ahora que? -pregunto.

-Ponte esto -Jeff saca de una de sus bolsas de la sudadera, una máscara de plástico blanca, solo con orificios en la parte de los ojos, y me lo entrega.- Ella podrá identificarte y puede hacerte algo peor.

La agarro pensando en lo considerado que esta siendo Jeff, tal vez, por fin está mostrando su cariño... Aunque lo dudo.

Me coloco la máscara y noto que en donde están los orificios de los ojos tienen una tela negra, pero alcanzo a ver perfectamente.

-¿Qué tal? -pregunto con los brazos estirados a los lados.

-Pues te ves mejor que antes, creo que deberías llevarla siempre puesta.- Jeff se ríe.