La Hija De Jeff The Killer

"Recuerda quién eres"

-Pero qué... -Peter no tenia palabras para expresar lo que había pasado.- mierda...

Dylan no quitaba la vista de mi y aún seguía encima de mi. Me sentía muy débil, con el cuerpo a dolorido no estaba segura si pudiera moverme. Un brillo de esperanza salió de lo más profundo de mi corazón, sintiendo de nuevo esa calidez que se fue hace unos minutos atrás.

-Dylan... -dije apenas audible con las lágrimas resbalando por mis costados.

-Lo siento mucho...-se le cristalizan los ojos a Dylan, veo en lo más profundo lo mucho que está arrepentido, es como si supiera lo que hizo.

Se levantó lentamente y con delicadeza me ayudó a ponerme de pie, con mucho esfuerzo y dolor lo logre. Coloque una mano en el tronco de un árbol para no caer. Dylan tenia una mano en mi espalda. Las garras habían desaparecido. Dirijo mi vista hacia enfrente; Peter y sus secuaces estaban al rededor de nosotros con sus bocas abiertas y rostros de asombros. Yo tampoco sabia con exactitud que había pasado, llegue a creer que esto no era real o tal vez que acabo de despertar de un sueño. Sin embargo, el hormigueo que siento por todo mi cuerpo y lo vulnerable que estoy, me hacen creer que todo esto es real, y sobre todo, ese beso.

-No... -Peter seguía sin saber qué decir.- Tú... No... ¿Qué mierda fue lo que pasó?

Una gota de agua me cayó en la frente, después otra en el hombro y 3 más en mi cabeza. De pronto, pequeñas gotas de agua empezaron a caer del cielo. Dentro de poco lloverá más fuerte.

-Esta fue tu mejor idea -Dentro de mi sale una voz fuerte que se hace notar.- Tener que enfrentarme a la persona que amo, una pelea a muerte, mientras que tú admiras el espectáculo -dirigí una mirada de odio a Peter.- Eres tan cobarde que tú mismo no me pudiste enfrentar.

-Esto no ha acabado -dice entre dientes.- Te ves fatal y por tu apariencia dudo que puedas seguir de pie o tan siquiera seguir respirando. 

Peter le hace un movimiento con la cabeza a uno de sus secuaces. El secuas saca un cuchillo y se dirigí a mi con cuchillo en mano. Veo atentamente como se va acercando. A un metro de mi, levanto mi pierna y lo pateo justo en la cara, él retrocede y grita de dolor soltando el cuchillo, antes de que este caiga a la tierra lo atrapo, empuño el arma y se la clavo al secuas en la pierna, él vuelve a soltar un grito desgarrador cayendo al suelo.

-Perdón... -digo con cierta malicia.- pero ¿qué habías dicho?

Todos lo que están a mi alrededor me miran asombrados con un toque de miedo en sus facciones. Abro los ojos como platos al pensar al chico que tengo a un lado de mi: Dylan. Lo volteo a ver con cierto temor. Me rompe el corazón ver como me mira: sus labios tiemblan, los ojos bien abiertos fijos en mi, con una expresión de miedo en cada facción, como si no me reconociera. Él jamás me había visto hacer algo así y creo que jamás se borrará está imagen. Saco el cuchillo de la carne del chico salpicando algo de sangre. Giro mi cuarpo hasta quedar delante de Dylan.

-Dylan... -no sé qué decir.- No... No, no es lo que piensas.

-¡Ah! ¿no? -me responde y se escucha algo tembloroso.- Sólo hiciste un ataque que no sabia eso de ti y le clavaste un cuchillo a ese chico.

-Bueno, tal vez si es lo que piensas

<< ¿Así o más tonta, Luna? >>

De pronto, a Dylan se le ponen los ojos totalmente blancos, escupe sangre y cae al suelo de la nada.

-¡Dylan! -exclamo tirandome al piso alado de él.

Coloco mi mano en su pecho y siento como su corazón golpea con fuerza. Tose, y por la boca le sale un líquido negro. Se escucha como si se estuviera ahogando. Sus venas se resaltaban por su cuello.