Penúltima Y Última Víctima.

12.2K 1K 202
                                    

-¿Qué hacemos aquí?.- pregunto.

-Buscar armas.- responde Jeff con una sonrisa.

Nos encontramos en el centro de un zoológico. Pienso en las armas que encontraríamos en un zoológico pero... Pienso que es algo ilógico y raro.

-No entiendo...- Confieso.

-Cómo eres una principiante.- Jeff se pone al frente del mapa del zoológico.- Debes concentrarte principalmente en el dolor y luego transformarlo en venganzas poco sádicas. Después te enseñaré a matar, torturar...

-¡Ya se carajo!.- Digo desesperada.- Nos has dejado de repetir lo mismo una y otra vez.

-Sólo quiero recordartelo, enana.

-¡Ash!

-¡Vamos al área de los elefantes!.- Exclama Jeff corriendo a dirección del área de elefantes.

-¡Hey! ¡Esperame!.- Corro atrás de él.

Cuando paso por el área de cebras se me viene a la mente un hermoso y lejano recuerdo: a la edad de 8 años vine a este zoológico con mis padres... Lo que me criaron... Y con Dylan.

¡Dylan!

Todo este tiempo estuve concentrada en el dolor interno que me olvide por completo de las personas que están en mi vida; Dylan, Cara, mis padres.

Joder. ¿Cómo pude olvidarme de todo esto?

Cuando logro alcanzar a Jeff él ya está parado enfrente del habita de los elefantes mirándolos. Me coloco a un lado de él.

-¿Y bien?.- pregunto.

-Toma.- Me ofrece una bolsa jumbo color negra, la agarro.

-¿Esto que?

-Recoge la popo de estos grandotes.

-¿¡Qué!?.- grito y Jeff me calla con un "Ssshh".- No voy a recoger mierda.- Digo en voz baja.- De eso se encargan las tipas que me dejaron hecha polvo.

-Es ahora o nunca.- Me dice Jeff.- Además, esto te ayudará, piensa en la siguiente que te hizo daño.

¿Cómo es posible que Jeff con tan sólo decir esa última frase me empujará a hacer toda esta locura?

Agarro con fuerza la bolsa de jumbo.

-Hagamoslo.- Digo firmemente.

Salto por la valla que separa a los elefantes de nosotros mientras escucho pequeña risas de parte de Jeff atrás de mi.

Camino sin hacer ruido. No quiero que me aplaste un elefante de quién sabe cuántos kilos.

Recogí como pude la popo con la bolsa negra. Realmente esto es asqueroso.

Regrese corriendo a donde esta Jeff.

-¿Ya?.- Me pregunta Jeff.

-Ya.- Respondo.

-Pues, vamos.

(...)

Llene toda la habitación de la siguiente víctima de popo de elefante. Me puse un tapabocas debajo de la máscara, realmente olía horrible. Estoy segura que con el olor Silvia (la víctima) se despertará.

También me puse bolsas alrededor de mis pies para evitar que me ensucie.

Cuando termino de llenar su habitación de popo de elefante. Me voy a la cama donde esta dormida Silvia y le lleno de Captus su almohada.

-Listo.- Le digo a Jeff.

-Bien.- Empieza a salir por la ventana.- Vamos.

(...)

Ya estamos en la habitación de mi siguiente y última víctima, Barbara.

-Son las 4:00 a.m.- Me informa Jeff.- Y ya acabaremos.

Asiento con la cabeza.

Hago lo primero que se me viene a la mente: en el piso empiezo a clavar cosas afiladas (como hice antes), coloco en su cama hierva venenosa que Jeff consiguió, la cerradura de la puerta la rodeo con alambres de púas.

-Perfecto.- Digo con satisfacción.- Es hora de irnos.

-Pues andando.- Me dice Jeff preparando la ventana para salir.

Esta noche a sido rara, peligrosa y arriesgada. Jamás creí hacer este tipo de cosas.

Ahora, espero que Jeff me enseñe más sobre el ''divino" arte de matar personas con algo mucho más peligroso.

He acabado todo. Solo falta regresar al hospital y fingir que nada paso.

La Hija De Jeff The KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora