Burbuja Reventada

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Voy pateando una piedra mientras camino. Observo la piedra al mismo tiempo que fijo mi vista en el camino de pavimento.

El cielo esta nublado, las nubes son de un gris claro. Amenazando a las personas de que pronto va a llover.

Voy camino a ver a Jeff, me mandó un mensajes de que debíamos vernos en un lugar mas apartado de lo normal. Apenas acabo de salir de la escuela y siento sobre mis hombros una gran carga, toneladas de culpa y resentimientos.

A unas cuantas cuadras de distancia veo a unos niños jugar entre si con una pelota roja. Dos niños y dos niñas, en sus rostros se refleja la alegría, como si no les importara que fuese a llover y caer las heladas gotas de agua sobre ellos, viven en su mundo, una burbuja que ni los adultos pueden romper.

<< ¿Los rostros de esos niños cambiaría si un día llega un asesino en serie y les dice que es su padre? >> pensé sin encontrar respuesta a la pregunta.

Recuerdo cuando yo vivía dentro de mi propia burbuja; no era consiente de lo que pasaba a mi alrededor, no le daba importancia. Mi pequeño mundo se conformaba por mis padres, mis pocos amigos y la escuela. Nada más... Y esa burbuja fue reventada por Jeff, y la cruda y fría verdad que trajo a mi vida. Mi vida cambió desde que ese psicópata me dijo que era mi padre biológico.

Aprieto los dientes. Es repugnante darse cuenta que vengo de un padre asesino y completamente loco, de un ser humano sin corazón, de un monstruo. Pude haberlo evitado, pasar de largo y fingir que no pasó nada, pero estaría huyendo de la verdad. Sigo sin entender por qué acepté que Jeff me entrenara, parece como si dentro de mi se estuviera encendiendo un fuego sin explicación alguna...

Lo odio.

El lugar donde iba a ver Jeff es una casa abandonada y que no fue terminada de construir. Se ubica por las zonas lejanas de la ciudad, como un pequeño pueblo. Tuve que caminar mucho.

Al llegar a la casa dejo a mi compañera de viaje, la piedra que estaba pateando. Y me adentro a la casa. Es una casa de dos pisos, la obra sin terminar. Las ventanas de vidrio estaban rotas, adentro no había nada, en las paredes grises de cemento sólo había graffitis y dibujos de personas que se metían sólo a dejar su marca. Mis pasos se escuchaban retumbar por la sala principal y unos cuantos crujidos de tierra.

-¿Hola? -pregunte, se escuchó un eco por toda la casa.

Mi celular vibro dentro de mi mochila. Sacó el celular y reviso mi bandeja de mensajes.

Desconocido (papi Jeff):
Estoy arriba, descerebrada.

Rodeo los ojos, suelto un suspiro y subo por las escaleras de caracol. Al llegar al segundo piso busco con mi vista a Jeff y lo encuentro sentado en una esquina donde no llega luz suficiente.

-¿No pudiste haber bajado tú? -pregunté.

-Me da pereza bajar -dice de una manera simple.- Y aparte, allá abajo me podrían haber visto por las ventanas y no me quiero arriesgar.

Caminé mas para estar un poco mas cerca a él.

-¿Por qué ahora aquí? -me cruce de brazos.

-Quería intentar un lugar diferente -dice Jeff.- A veces vengo aquí a pensar o a ver como unos adolescentes se drogan o violan a chicas pequeñas.

-No... No necesitaba tanta información -confieso con amargura.

Jeff se levanta y empieza a caminar por la habitación.

-¿Alguien sospecho? -pregunta.

Tardo unos segundos en captar su pregunta pero al final respondo:

-Creo que... Si -la duda se asoma en mi lengua.

-¿Crees? -me voltea a mirar con esos ojos tan escalofriantes.

-El sub director me interrogo mucho, no se como sus sospechas llegan hasta mi -confieso.

Jeff se mantiene callado, navegando entre sus pensamientos.

-Cuando llegue a la escuela y vi los baños -continuo.- fue como ver una escena del crimen, había policías y nadie podía pasar. El sub director se aferró mucho a que yo fuera la culpable.

-Bueno -por fin habla.- en si, no eres la culpable, tú no tuviste nada que ver con lo que le pasó a ese retrasado mental. Yo fui. Pero te echaran la culpa sólo porque tú te quedaste hasta muy tarde en la escuela.

-Ya lo se -digo fastidiada de escuchar lo obvio. -Gruño.- ¿Sabes... Sabes lo que quiero? -alzo la voz y empiezo a caminar por la desesperación.- Quiero olvidar esto, todo esto, lo que pasó ahora y antes de eso. ¿¡Por qué yo!? ¿¡por qué a mi me toco ser la hija de un asesino!? ¡No lo entiendo!

Volteo a ver a Jeff y por primera vez desde que él apareció, ya no sentía miedo al ver ese rostro con cicatrices, por primera vez sentía un raro desafío.

Él me miraba fijamente con esos ojos sin párpados.

-Yo no lo sé -dice con esa voz de psicópata.- Yo no sé por qué te tocó ser mi hija ¡Ni yo mismo lo entiendo! -gritó y dio un paso hacia adelante. Di un paso hacia atrás sintiendo como la valentía huía de mi cuerpo.- ¿¡Crees que yo quería a una mocosa cobarde como tú, pegada a mi!? ¿¡Tienes alguna idea de cuantas personas quisieran estar en tu lugar!?

-¡Sólo psicópatas enfermos como tú! -grito sacando el enojo que ya tenia guardado.

-¡Pues tú tienes genes de psicópata! -grita y puedo ver como sale saliva de su boca.- ¡Sólo me has causado problemas desde el primer momento en que te vi, cuando eras apenas una cría!

-¡Tú lo único que quieres es matarme!

-¡Si quisiera matarte ya lo habría hecho!

-¿¡Y por qué no lo has hecho!?

Pude notar como Jeff se había quedado paralizado después de esa pregunta. Se quedó callado, mirándome fijamente, sin respuesta alguna. Parecía que navegaba en sus pensamientos.

-¡Dime! -seguí gritando.- Si tanto soy un parásito para ti ¿por qué no te has desasido de mi?

No hubo respuesta. Sólo un silencio que también me dejó a mi pensando.

Después de varios segundos en silencio, Jeff dice:

-Te iré a buscar más tarde para tu entrenamiento.

Caminó en dirección a la ventana trasera. Dejandome con mil preguntas en mi cabeza. No lo detuve, de nada servía seguir hablando de algo que Jeff no quería, siempre me ignoraba cuando se trataba de esos temas. Salió por la ventana, sin mirar atrás.

Creo que nunca me di cuenta hasta ahora que yo vivía en una burbuja, evitando todo mal que se me acercara. Extraño vivir en mi burbuja, fuera de la realidad.

Y mi realidad es una terrible historia que preferiría vender mi alma al diablo, pero no puedo huir de mi verdad, de mi pasado, de mi legado.

Esta es mi vida.

Y Jeff reventó esa burbuja.

La Hija De Jeff The KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora