Capitulo 25

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Theo

Maldita sea.

Era un idiota.

¿Cómo pude pensar que Rebeca y yo podíamos seguir siendo amigos sin que Shailene se molestara por eso?

Me sentía molesto y frustrado. Shailene no me había dejado explicarle las cosas, nunca escuchaba a nadie más que ella misma, además de sus hermanos, que lo único que hacen es hacer que su odio hacia mí regrese.
Golpeó mi casillero tan fuerte que escucho cómo alguien se sobresalta.

-Theo-escucho la voz de Rebeca sorprendida-¿Qué pasó? ¿Está todo bien?

No contesto y Rebeca se cruza de brazos.

-Oye-dice golpeando mi hombro-Dijiste que seriamos amigos, vamos.

La observo por un largo rato y sin conectar mi cerebro con mi boca, como usualmente no lo hago, le digo:

-¿Quieres ir al baile de verano conmigo?

Rebeca frunce el ceño.

-¿Me estás invitando de verdad o por despecho?

-De verdad-digo suavizando mi rostro-Iba a invitarte desde hace un mes más o menos.

Rebeca sonríe-Estaba esperándolo.

Rebeca me da un abrazo y Shailene cruza por mi mente. Esto iba a terminar lo que sea que Shailene y yo tuvimos o pudimos llegara a tener. Al final terminaríamos como siempre, peleados y saliendo con personas diferentes.

-Faltan solo unas semanas-dice golpeando mi hombro de nuevo-Y no tengo nada que ponerme!

Sonrío-Tienes algo así como 100 vestidos en tu armario.

-Y ya eh utilizado todos-dice rodando los ojos-Como sea, iré hoy de compras.

Rebeca se despide de mí con un beso en la mejilla y me deja de pie frente a los casilleros en un pasillo vacío. Me sentía igual de frustrado pero ya no había más que hacer. Ni Shailene ni yo poníamos de nuestra parte.

Tomo mis libros para la clase de álgebra y antes de entrar al salón me encuentro con Sean, el novio de Jess.

-Theo-saluda.

-Sean-contestó sin voltear a verlo.

-¿Todo bien?- pregunta frunciendo el ceño.

-No-contestó siendo honesto con el. Aunque no lo conozca de años como a Daniel, Sean también se había convertido en un gran amigo.

-Me imagine-dice haciendo una mueca-Shailene no quiere hablar con nosotros, Jess está volviéndose loca por eso.

-Si-contestó-Creo que se termino lo que sea que teníamos.

-Vaya, pensé que enserio se gustaban-dice Sean confundido.

-Pensé lo mismo-contestó al ver a Shailene entrando a la clase sin dirigirme la mirada. Jess no tenía esta clase con nosotros por lo que Shailene se sentó al fondo.

-¿Por qué no lo intentas de nuevo?- pregunta Sean-Ya sabes, arreglar las cosas.

-No tiene caso-contestó encogiéndose de hombros-Después de todo lo de nosotros nunca iba a funcionar. Nuestras familias se odian y hasta hace unos cuantos meses ella y yo también nos odiábamos.

-Pero ya no es así-dice Sean-Si, sus familias pueden odiarse mucho pero sabes que entre tu y ella lo que menos existe, es odio.

Suspiro pero no digo nada. Me quedo sumido en mis pensamientos.

-¿O vas a decirme que la besabas con odio?-pregunta Sean enarcando una ceja.

Suelto una carcajada y golpeó su hombro.

-Ya cállate-le digo riendo.

-Oye, solo quiero ayudar-dice encogiéndose de hombros-Sabes que tengo razón.

-Y por eso mismo te digo que te calles-digo haciendo una mueca-Solo me estás confundiendo más.

-Lo siento amigo-dice Sean palmeando mi espalda-Pero sé que todo se va a arreglar.

-Si...sobre eso-digo rascando mi cabeza.

Sean me mira frunciendo el ceño.

-Invite a Rebeca al baile.

Sean me mira sorprendido y después me da un golpe en mi cabeza.

-¡Oye!- digo sobando mi cabeza.

-¿Eres idiota?-pregunta Sean.

-Oye, Shailene irá con Brandon, ¿Qué se suponía que hiciera? ¿Quedarme brazos cruzados?

-Shailene iba a rechazar a Brandon-dice Sean-Ella quería ir contigo.

El profesor entra antes de que pueda contestarle a Sean pero no sabía qué decirle. Ni siquiera sabía que pensar.

-Bueno-digo en voz baja-Creo que eso ya no importa.

Sean niega con la cabeza y rápidamente le doy un vistazo a Shailene. Está mirando atenta a la clase, apuntando algo en su libreta.

Sonrío un poco al verla. Ella era hermosa, con carácter pero eso era lo que la distinguía. Quién diría que algún día ella y yo terminaríamos donde nos encontramos ahora.

Un día odiándonos como todo el tiempo y otro día queriéndonos como nunca habíamos querido estar con alguien.

Y todo eso se había arruinado.

Guerra de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora