Alguna vez te preguntaste, ¿Qué paso con Wendy cuando Peter se marcho?
Wendy no olvido a Peter, siempre le recordaba e incluso escribía las aventuras que había vivido en el país de nunca jamás, para que no se olvidase, ya que uno de sus sueños era e...
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Wendy había regresado del país de Nunca Jamás, junto a los niños perdidos, sus hermanos y Peter Pan, todos se encontraban muy felices, sus padres se regocijaron de alegría y los niños perdidos tenían una nueva familia.
El cuadro no podía ser más conmovedor, pero no se encontraba nadie para observarlo, a excepción de un extraño niño que observaba por la ventana. Peter Pan, que tenía innumerables aventuras que ningún otro niño podría tener, pero estaba contemplando la única dicha que jamás podría sentir.
—Vivir sería una gran aventura —dijo Peter Pan desde el umbral de la ventana.
Campanilla escuchó lo que dijo Peter, voló rápido hacía él y le dio un tirón a uno de sus mechones dorados indicándole que eso sería una tontería y debían marcharse, pero Peter hizo caso omiso y siguió contemplando la escena. Campanilla ya fastidiada creó un pequeño violín con su polvillo, tocó una melodía triste en forma de burla ya que Peter se estaba poniendo sentimental y eso era muy raro en él, éste le escuchó y le sonrió, poco después se dio media vuelta dispuesto a salir volando con rumbo a Nunca Jamás.
Wendy que no estaba muy atenta a los mimos que su familia les brindaba a sus hermanos, se percató que la sombra de aquel niño al que le había dado su primer dedal se alejaba y desapareció del umbral de la ventana.
—¡Peter! —gritó Wendy apresurada.
Peter que ya se marchaba, se detuvo y se dio la vuelta al escuchar su nombre.
—No me olvidarás, ¿verdad? —dijo Wendy melancólica y algunas lágrimas amenazaban con salir.
Peter la observó y sonrió traviesamente.
—¿Yo? ¿Olvidarte? —se cruzó de brazos juguetón —Jamás.
Wendy sonrió de alegría al igual que Peter, pero esa sonrisa no duró por mucho ya que ambos sabían que tenían que despedirse, como Peter odiaba las despedidas, decidió retomar su camino, se despidió de Wendy moviendo su mano, se dio media vuelta y comenzó a elevarse de nuevo.
Antes de que Peter se perdiese de vista en el cielo, Wendy le llamo por última vez.
—¿Y Volverás? —dijo esperanzada.
Peter que se alejaba poco a poco, se dio media vuelta y observó a Wendy.
—Claro, para escuchar historias, sobre mí.
Wendy se rió suavemente ya que sabía que a Peter le encantaban las historias que trataran sobre él.
Poco o poco se fue alejando ese pequeño niño que era guiado por una hermosa hada y Wendy le observó hasta que desapareció en el cielo, sonrió por última vez y fue alejándose del umbral de la ventana, pero antes de hacerlo por completo echó una última ojeada, al ver que se había marchado, regresó con su familia, feliz, pero con un pequeño hueco en su corazón.
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