CAPÍTULO 35.

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Cada vez escuchaba los pasos más cerca, pero ya no tenía fuerzas para correr y sentía como iba a desmayarme

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Cada vez escuchaba los pasos más cerca, pero ya no tenía fuerzas para correr y sentía como iba a desmayarme. Me recargue al árbol con más fuerza y me deslice por este lentamente hasta tocar el suelo, sentí las caricias de las hojas secas en mis piernas y podía escuchar el sonido de la orilla del mar algo que me puso bastante triste ya que estaba tan cerca de llegar al navío de Todd pero simplemente no podía moverme, pero la idea de perder a alguien simplemente por mí de nuevo me desgarraba el corazón. Primero había sido Torpe y ahora perdería Todd que se había vuelto mi protector en Nunca Jamás.

Cerré mis ojos aceptando mi derrota, dejaría que los niños perdidos cegados por Peter me raptaran para llevarme ante él, sabía que esta vez no me dejaría salir ni siquiera de la casa del árbol y cuando sentí brazos rodeando mi cuerpo temblé al instante y comencé a llorar. Pero ésta vez ya no lucharía más.

—El capitán estará feliz de verte.

Al abrir mis ojos me encontré con la mirada penetrante de Dean, aquel pirata que me había visto lleno de deseo y me delató una vez haciendo que casi me maten, pero ésta vez su mirada fue completamente diferente. Ya no hubo más deseo, simplemente me observó con tristeza, pero quien no lo haría en el estado en el que me encuentro. El sujetaba uno de mis brazos mientras que el pirata que le acompañaba sujetaba el otro, me encaminaron con delicadeza hasta el navío de Todd que al verlo simplemente sonreí.

Remember WendyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora