CAPÍTULO 42.

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Campanilla se había perdido de mi vista desde hace bastante tiempo, ni siquiera sabia cuanto o donde podría estar

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Campanilla se había perdido de mi vista desde hace bastante tiempo, ni siquiera sabia cuanto o donde podría estar. Tampoco tenía idea en donde se encontraría Wendy o si está a salvo, ya que tengo un profundo sentimiento de culpabilidad. Se que algo malo le ha pasado o esta por pasarle.

Volé con rapidez hasta adentrarme en el bosque, pero de pronto aquel tintineo se estrelló con mi pecho llenándome de aquel polvillo dorado que de inmediato hizo que me elevara un poco más en el aire. Era Campanilla que un poco aturdida sacudió su cabeza y al verme me observó exaltada para después hablarme con aquellos movimientos que hace con sus pequeñas manitas.

—¿Qué ocurre campanilla? —le pregunté gracioso.

Bufo para después volver a decirme aquello aún más despacio. Y lo que me dijo hizo que se partiera mi corazón de inmediato. Dijo haber visto a Wendy de nuevo atada, dentro de una diminuta jaula donde apenas cabía sentada, Barbosa había vuelto a la vida e iba escoltado por su antigua tripulación. Los había traído a la vida con aquella magia que está prohibida en Nunca Jamás, lo bueno es que son mitad hombres y serian fáciles de derrotar, algo que seria sencillo, lo difícil es que son más de treinta hombres, tenia que pedirle ayuda a los pieles rojas de nuevo y llevar a los menos niños perdidos que pueda ya que no quiero perder más.

Volé hasta la aldea de los pieles rojas junto a Campanilla. Aún seguían celebrando nuestra victoria contra la tripulación de Todd, los niños perdidos brincaban y bailaban al ritmo de los tambores al rededor de la gran fogata escarlata. El jefe y la princesa Tiger Lily estaban sentados en sus pequeños tronos como siempre, observando el espectáculo que les brindan sus aldeanos, me acerqué a ellos y como siempre sucede, los ojos de la princesa se iluminaron al verme a lo cual le sonrei.

Remember WendyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora