Remember Wendy

CAPÍTULO 43.

Me habían golpeado casi hasta el cansancio, estuve apunto de ahogarme y me salvo la vida aquel fantástico niño que tanto me persiguió, aunque me prometió que jamas me lastimaría, lo hizo. Pero aun así regreso a buscarme, en sus ojos ya no se veía aquella decepción pero es que tenia miedo de perderme, algo que es inevitable. 

Quería correr fuera de aquel lugar donde sabia que hoy habría demasiadas muertes, pero no puedo vivir escapando de mis pesadillas, tengo que enfrentarlas de cara e intentar ser valiente. Tome con fuerza la espada de Peter y trate de recordar aquellas noches donde mis hermanos y yo fingíamos ser despiadados piratas, luchábamos hasta cansarnos con aquellas espadas de madera, se que no puede ser lo mismo ya que esto no es un juego y podría morir en el intento pero respire profundamente antes de correr hacia el primer pirata, había logrado ganarle y ahora ya se quejaba en el suelo mal herido al igual que otros tres, pero algo me detuvo a ir por el siguiente. Peter que había comenzado a pelear de una manera tan perfecta contra Barbosa fue decayendo poco a poco, ahora estaba casi moribundo y sin fuerzas. Apenas detenía sus ataques. 

Peter estaba rígido sosteniendo sus espada, su hombro sangraba y sus ojos aceituna estaban cristalinos, tenia miedo y estaba reteniendo sus ganas de llorar. Sabia que no detendría ese ataque que Barbosa estaba por hacerle, corrí hacia él y lo empuje hacia un lado, se tambaleo un poco pero se mantuvo en pie. Pude detener aquel ataque aunque mis brazos temblaron y me hice un poco hacia atrás, su rostro quedo a centímetros del mio y solo nos separaba el filo de nuestras espadas, me sonrió de aquella manera tan macabra que antes hacia que temblara de inmediato pero ahora no lo hice. Lo observe con un semblante serio sin titubear en ningún momento.

—¿Asustada?

—No tengo miedo, mucho menos de ti. 

Su sonrisa desapareció y en su lugar apareció un rostro sin expresión alguna, aunque se escapaba un poco de miedo por sus ojos. Sabia que esta vez no ganaría. Sus ojos se llenaron de cólera, volvió atacarme con fuerza haciendo que casi cayera al suelo pero me logre mantener en pie. Puede sentir la mirada de asombro de los que nos rodeaban y al voltear por un segundo pude ver que Peter me sonreía de aquella manera que encanta y hace que mi corazón se acelere, le devolví el gesto, tome su espada con fuerza y ataque de una vez  Barbosa haciéndolo temblar. 

De inmediato volvió a desatarse el caos en el navío, caían muertos a cada segundo y el suelo de madera se tornaba escarlata poco a poco. Barbosa logro hacerme barios cortes en mis brazos, uno en mi mejilla que apenas había rozado el filo de su espada, no me había dejado intimidar e igualmente le había hecho cortes, mas profundos de los que él me había hecho a mi. La batalla siguió durante horas hasta que todas las estrellas se habían asomado en el cielo, quedaban pocos piratas casi asegurando la vitoria, algo que me conforto por completo porque sabia que toda esta pesadilla terminaría. Todos estaban exhaustos, Peter ahora volaba de un lado a otro para atacar a mas piratas a la vez y aunque la mayoría apenas podíamos mantenernos en pie seguíamos luchando. 

Logre quitarle la espada a mi rival con un gran corte en su brazo, al mismo tiempo retrocedió con su mirada llena de cólera y asombro, retrocedió de nuevo hasta topar con los barriles de pólvora. Los pocos piratas que quedaban se rindieron ante los indios al ver como su capitán había sido derrotado, los indios gritaron de alegría, la sonrisa de Peter sobre mi se hizo aun mas grande y llena de asombro, le devolví el gesto al igual que a los que me aplaudía, pero no solo mi victoria si no la de que habíamos logrado todos juntos. Pude respirar tranquila y alce mi espada en el aire. Lo había derrotado por fin.

Pude ver que un sudor había aparecido sobre la frente de Barbosa, que ahora en su rostro se podía ver paranoia, cada vez palidecía mas al igual que sus ojos se veían desorbitados, pero cuando menos lo espere. Esquivo mi ultimo ataque que iba hacia su pecho para terminar de una vez con él, de alguna manera logro tomar mi muñeca que sostenía la espada y la estrujo con tal fuerza que me hizo gritar del dolor y soltar la espada de inmediato.

—¡Tú no eres nadie! —grito para seguir estrujando mi brazo.

—Por favor suéltame...

—¡Todos me temen! Voy a acabar con tu asquerosa existencia, Wendy Darling.

Me tomo con aun mas fuerza para después arrojarme contra el suelo, mi cabeza crujió ante tal impacto haciendo que mi vista se nublara, pude ver como tomo mi espada de inmediato, la alzo en el aire para después impulsarla hacia mi. Pensé que esta vez nadie salvaría mi vida y moriría en el acto. Pero esa cabellera rubia de piel pálida se atravesó en el camino, éste de inmediato callo al suelo a un lado de mi y cuando vi su rostro, mi corazón esta vez se rompió en mil pedazos y el llanto que últimamente no me dejaba en paz se hizo presente de nuevo.

Me arrastre hacia su lado y tome su cabeza entre mis manos para posarla sobre mis piernas, vi su torso lleno de sangre, saque con cuidado la espada. Sus ojos estaban llenos de lagrimas, pero me sonreía con esa sonrisa que pocas veces aparecía y llevo una de sus manos temblorosas hasta mi rostro donde limpio con delicadeza un par de lagrimas que se deslizaban por mi mejilla. Acaricie su rostro con delicadeza, éste al instante cerro sus ojos disfrutando de la sensación.

—No quiero perderte... por favor, quédate conmigo.