Remember Wendy

CAPÍTULO 28.

Volé hasta la orilla de la bahía con el poco polvillo de hada que me quedó, temí a caer y eso hizo que poco a poco descendiera lentamente hasta que toqué la arena de la playa con mis pies. Comencé a caminar hacia al centro de la isla en busca de Peter, pero no logré recordar el camino de regreso, estaba exhausta adolorida y asustada, ya no podía más.

Llegué hasta la orilla de un hermoso lago, me incliné para ver mi reflejo y un nudo en mi garganta apareció al igual que lágrimas. Me veía fatal, tenía ojeras, el labio roto además de unos pequeños rasguños en mi rostro, estaba bastante sucia, y mi blusón blanco de seda estaba desgarrado de una manga que tenia pequeñas manchas de sangre seca. Ya no era de aquel blanco precioso, ahora estaba opaco y tenía barro.

Mire hacia todos, quería meterme en el lago y tratar de lavar mi blusón, una vez que comprobé que estaba sola me despoje de éste quedando solo con mis bragas me metí de apoco al estanque disfrutando del tacto en mi piel con el agua, lavé mis heridas y mi cara, al final lavé mi blusón, lo puse a secar sobre una liana al igual que mis bragas y volví a sambullirme sobre el estanque.

Wendy jamás había estado tan tranquila y hacia bastante que no gozaba algo así, ya que últimamente solo ha estado asustada cubriendo sus espaldas todo el tiempo para que aquellos piratas no le atraparán y no hacían más que tratarla mal desde que había llegado, pero la inocente Wendy no se espero que unos peculiares ojos oscuros se llegaran a posar sobre ella en ese mismo instante.