Lo estuve pensando una y otra vez y realmente llegué a la conclusión de tener que cerrar esta etapa,todo esto nos lastimó y no dejare que lo haga de nuevo,ya no más lágrimas, me cansé.
-¿podemos hablar?-dijo Gabriela al teléfono.
-te dije que no quiero-me toqué el cabello con nervios.
-enserio quiero arreglar lo nuestro-dijo apenada.
-si piensas en sexo,te olvidas ya-dije enojada.
-estas estresada,amor quiero verte-dijo llorando.
-dejame en paz,no quiero saber nada de nadie-dije con angustia.
-entonces ella se fue ¿no?-dijo de repente.
-no quiero ser grosera,pero tengo mejores cosas que hacer-dije molesta.
-¿que cosas?-dijo preocupada.
-estoy preparando la mudanza-dije cerrando una caja.
-¿qué? ¿hablas enserio? No hagas eso,por favor,piensalo-dijo alterada.
-si hablo enserio, me cansé de ser un juguete, si tengo que estar sola,entonces así será-corte la llamada y deje el teléfono en la mesa.
Seguí guardando cosas en las cajas,mientras tomaba un jugo de limón, por mis ataques de nervios sufría calambres en mi estómago y esto me calmaba.
-mami ¿puedo llevar esto?-dijo sosteniendo un velador con peces giratorios.
-claro que si,todo lo que está aquí lo llevaremos-sostuve eso y lo metí en otra caja.
Así estuvimos unas cuantas horas armando todo hasta que ya no quedó nada.
-¡NATALIA!-escuché gritar.
Miré a Daniel que estaba cansado mirándome desde el sillón y le sonrei.
-¿quieres ver los dibujitos?-dije frunciendo el seño.
-si mamá-agarré el control y Prendí la televisión, busque el canal de los dibujos y le subí el volumen a propósito.
Me dirigí a la ventana y miré a través de ella,quería saber quien era la que me gritaba así.
-¡NATALIA!-gritó de nuevo.
Suspire porque ya me tenia cansada.
Abrí la puerta y la vi parada estaba toda mojada por la lluvia,cerré la puerta y me la quedé viendo.
-¿qué quieres?-dije cruzandome de brazos.
-¿Qué es esto?-dijo señalando el cartel que avisaba la casa en venta.
-¿no sabes leer?-dije alzando una ceja.
-¿por qué lo haces?-dijo llorando.
-y no sé, preguntate, quizás encuentres respuestas-dije tirandome el cabello hacia atrás.
Se acercó a mi y apoyó su frente con la mía.
-no me hagas esto,por favor,no me alejes de él-dijo mirándome tiernamente.
-ya no confío en ti Emily-la alejé un poco.
-yo te amo enserio-dijo limpiándose el agua en la cara.
-no digas cosas que no sientes-dije cruzandome de brazos.
-por favor ya no sé que hacer para que me perdones, quiero que estemos juntas-dijo tapándose el rostro.
-me cansé de creerte y que no cumplas tus promesas-dije sentándome en las escaleras de la entrada.
-¿a donde irán?-dijo temblando.
-no te lo diré, por eso me voy,para alejarme de ti-dije sollozando.
-no puedes llevartelo es mi hijo también-dijo agachándose para quedar a mi altura.
-renunciaste a él muchas veces-dije mirándola fijo.
-oh Natalia,por favor,dejame hablar con él-dijo poniendo su rostro sobre mi rodilla.
-no quiere verte,lo lastimaste-dije mirando hacia otra parte.
-¿tu no me amas?-dijo acercándose un poco a mi rostro.
-¿qué tiene que ver eso ahora?-dije nerviosa.
-contestame,¿me amas cierto?-intentó darme un beso pero corrí la cara y la alejé.
-hueles a alcohol,estás ebria-dije enojada.
-no es cierto,solo tomé una cerveza,como antes-dijo acomodándose la campera.
-ya nada es como antes-me levanté y la miré.
-no puedes vender la casa,es mía también-dijo aún sentada en el césped mojado.
-nunca estuvimos casadas, por lo tanto hago lo que quiero con ella-la miré sería.
Se levantó de golpe,me miró con rabia y luego para desquitarse, agarró el cartel y lo patio.
-eso es Emily,demuestra que eres adulta-dije aplaudiendo sarcásticamente.
-vete a la mierda Natalia-dijo furiosa.
-vete a la mierda tu cretina-me di la vuelta y entré a casa.
Daniel estaba mirándome desde el sillón con cara triste.-¿Quieres comer helado?-dije mirándola cansada.
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La Chica Del Bar Parte 2 © [Terminada]
Roman d'amourTodo cambió en la vida de Emily y Natalia,hubo celos,traición, un hijo y muchas cosas más. Pero si hay otra oportunidad de ser felices,¿la aprovecharán? No todo es color de rosa en sus vidas,pero no por eso todo está perdido. Segunda parte de esta n...