José Luis estaba en el sillón mensajeando por su celular mientras que Raúl estaba terminando algunos trabajos de la oficina.
Raúl, dice Jean que si vamos patinar un rato en el hielo y después vamos por una pizza.
Tal vez los alcance en la pizzería, estoy terminando un trabajo.
¿No te parece que trabajas mucho? Deberías dejarlo un rato, divertirte más.
Si yo no hago mi trabajo, ¿quién lo hará? Esto es importante.
Buenos, eso sí. Pero tal vez deberías buscar un asistente.
¿Tú quieres ser mi asistente?
Hablo enserio Raúl.
No tengo suficiente dinero como para pagarle a uno.
Está bien, ya no digo nada. ¿Si vas a ir?
Según como vaya con esto.
Bueno, espero que lo acabes pronto. Yo ya me voy.
José Luis salió en su auto hacia la pista de hielo y al llegar se encontró con Jean.
Hola, bro dijo José Luis llegando hacia él.
Hola. ¿Y Raúl?
Dijo que nos alcanzaría en la pizzería, se quedó como siempre haciendo trabajo.
¿Qué pasa con él? ¿Por qué hace trabajo en su casa? Se supone que eso sólo se hace en la oficina.
Pues sí. A veces me preocupa, siento que está deprimido y se refugia en el trabajo.
¿Deprimido de qué? preguntó Jean curioso.
Eso no lo sé, tendré que averiguarlo.
Bueno... Ya vamos a entrar a la pista de hielo, ¿sí?
Sí, vamos.
José Luis y Jean pidieron sus patines y cuando se los pusieron entraron a la pista. Cada uno se fue por distinto lugar.
La pista era bastante grande y todos podían patinar sin problemas, pues no había muchas personas adentro.
José Luis se quedó recargado un momento en la orilla de la pista, sacó su celular y escribió un mensaje para Raúl. No vio que una chica que no sabía patinar iba directo a él a una gran velocidad.
¡CUIDADO! gritó la chica.
José Luis la volteó a ver, pero ya era demasiado tarde, la chica chocó con José Luis y ambos cayeron al hielo.
Auch José Luis se quejó. ¿Estás bien? le preguntó a la chica.
Creo que sí contestó ella. Discúlpame.
No hay cuidado dijo José Luis y después se levantó, juntó su celular que también se había caído y lo guardó en su bolsillo. Te ayudo a levantarte estiró su mano para ayudarla.
No es necesario puso sus manos en el hielo para levantarse pero se resbaló.
Mi mano sigue disponible dijo José Luis sonriendo.
La chica tomó la mano de José Luis él la ayudó a levantarse.
Gracias dijo la chica ya que estuvo de pie.
No hay de qué. Debes tener más cuidado cuando intentes patinar.
Ya lo sé dijo la chica en tono molesto.
No sabes patinar, ¿cierto?
No volvió a decir en tono molesto, pues al parecer ella estaba molesta. Es que mi amiga me dijo que si patinaba rápido me iba a enseñar más pronto.
José Luis rió.
Pues ya viste que no contestó él.
¡Sí! Ya me dí cuenta seguía contestando de la misma manera.
¿Quieres que te enseñe a patinar?
NOO dijo casi gritando.
Está bien, está bien dijo José Luis extrañado de la reacción de esta chica. Yo sólo decía.
Para que no digas. Mejor ya me voy comenzó a caminar por la orilla de la pista agarrada del barandal.
¿Al menos me dirías tu nombre?
La chica se volteó a José Luis y le sonrió.
No contestó ella y siguió caminando.
José Luis estaba extrañado de la conducta de esta chica.
¿Qué fue lo que hice? pensó. Esta niña sí que es rara.
José Luis sacó su celular y le dio enviar al mensaje que le había escrito a Raúl. Iba a comenzar a patinar cuando llegó Jean.
¿Qué haces, José Luis?
Le mandé un mensaje a Raúl.
Sí sabes que no se puede entrar aquí con celular, ¿cierto?
Olvidé dejarlo.
Sí, claro dijo Jean, con sarcasmo.
Mejor sigamos patinando.
Los dos patinaron por un lago rato. Al salir de ahí se fueron a la pizzería.
¿Gustan ordenar? dijo el mesero llegando a ellos.
Jean iba a hablar pero José Luis lo interrumpió.
En un rato más contestó José Luis. Estamos esperando a alguien.
Muy bien dijo el mesero. Con su permiso se fue de ahí.
¿Estás seguro de que vendrá? preguntó Jean.
Tiene que venir.
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Notas de la autora
Hola! Aquí me encuentro de nuevo con una nueva historia :)
Espero que esta tenga más votos ya que la otra solo es leída por mi amiguita Patolín... Bueno, pues ella fue la que me dijo que la publicara, porque sólo ella la ha leído completamente (hasta lo que llevo).
Espero que disfruten esta novelita, será interesante!!
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Corazones Compartidos
Romance-No puedes negar que me quieres tanto como yo a ti. No tengas miedo, es mejor que hables antes de que sea tarde. Puede que a él hoy lo lastimes con esto, pero es mejor a que lo lastimes toda la vida porque no lo amas. Aún estás a tiempo de decidir n...
