Capítulo 23 - Alejados Físicamente

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Pasaron varios días, José Luis se notaba más animado gracias a al perrito que le alegraba los días. Ahora la que sentía más desanimada era Hanna, pues ya no notaba interés de José Luis hacia ella, pero era por la misma razón de que Raúl le había dicho que la dejara pensar para saber qué quería. Ashley notaba triste a Hanna y un día se acercó a preguntarle qué era lo que le pasaba.

-Es que ya no noto a José Luis interesado en mí -respondió Hanna-. Lo he notado muy distante.

-Pero no lo hizo porque ya se haya olvidado de ti, sino para darte tu espacio y no estarte presionando. Tú sabes que él te quiere mucho.

-Entonces, ¿no crees que sea porque se haya olvidado de mí?

-Para nada, ¿qué no sabes que él está súper enamorado de ti? Pero ya no quiere verte estresada por la presión que te causa, pero él también está muy triste pero tampoco quiere hacerse mal.

-Y yo que no me puedo decidir aún, no sé con quien quiero estar.

-Pues es mejor que te decidas pronto, porque sino te puedes quedar como el perro de las dos tortas -le dijo Ashley antes de irse.

Hanna seguía pensativa, sentada en un sofá en la sala de su casa.

José Luis había empezado a llevar a su perro con una persona que lo adiestraba para que fuera más fácil tenerlo en su casa.

Todos los fines de semana salía con él al parque a pasear, estaba muy feliz con él.

Un lunes por la mañana, cuando José Luis llegó a la oficina, le avisaron que tenía que ir a una junta de directivos, y entonces se dirigió a la sala de juntas.

En algún momento, Antonio ya les había comentado sobre un congreso en algún lugar del país al que debían asistir sólo algunos de los directivos en la empresa. El congreso comenzaba en dos semanas, y mencionó a las personas que debían asistir. Entre ellos estaba José Luis y Hanna. Él no estaba seguro de ir, pues debía cuidar a su nuevo perrito.

Intentó hablar con Antonio, pero él sólo le dijo que quería verlo en su oficina porque necesitaba hablar con él.

Así que cuando terminó la junta se dirigió a la oficina de Antonio. Él lo estaba esperando.

-Sabes que muy pronto va a ser el aniversario de la empresa -le dijo Antonio-, y quiero que tú me ayudes con la organización para la fiesta, y que además seas el maestro de ceremonias. Quiero que haya de todo; música, baile, vamos a entregar reconocimientos a las personas que llevan más tiempo trabajando aquí, voy a subir de puesto a Hanna, y vamos a darle la bienvenida a Ashley a la empresa. ¿Qué te parece la idea?

-Me parece muy bien -le respondió a José Luis.

-Mira, tú busca alguien que organice todo, un profesional, y me dices cuál es el presupuesto que necesitas.

-Está muy bien. La empresa en la que trabaja mi hermano Raúl organizan eventos. Pediré que me hagan un presupuesto.

-Está muy bien. Debemos hacer una lista de invitados para los amigos.

-Muy bien. Y respecto a lo del congreso... ¿Es muy importante que yo asista?

-Por supuesto que sí. ¿Por qué la pregunta?

-Es que está difícil que yo vaya. Tengo que cuidar a mi perro.

Antonio rió creyendo que era una broma.

-Ah, qué José Luis tan gracioso.

-No es una broma, es enserio -le dijo José Luis- ¿O al menos aceptan perros en ese hotel? Así me lo llevo.

-José Luis, esto es algo serio -le dijo Antonio -. Puedes buscar a alguien que te lo cuide por los días en los que regresas. Son sólo son 5 días.

-Bueno, lo haré -respondió José Luis desanimado.

Después de todo eso José Luis se salió de la oficina y se fue a la suya y empezó a ver todo para la organización de la fiesta de aniversario de la empresa.

Primeramente le mandó un mensaje a Raúl para preguntarle el número que debía marcar para hacer una cita con uno de los organizadores de eventos. Después de varios minutos le respondió, y en ese momento habló José Luis, le dijeron que al día siguiente mandarían a una persona para que le hiciera un presupuesto.

Más tarde Raúl fue a la oficina de Hugo porque necesitaba que le firmara unos papeles.

-¿Qué onda con Romina? -le preguntó Hugo a Raúl -. ¿Ya no te buscado?

-No deja de hacerlo -le respondió -. ¿Platicamos más tarde? Hay mucho de qué hablar.

Hugo le dijo que fueran a un café que estaba cerca, para platicar a gusto, y así quedaron.

Así pasó el rato, y efectivamente se fueron a platicar al café que habían acordado. Raúl le platicó a Hugo que cada que Romina tenía oportunidad le hablaba para decirle que era muy importante que hablarán, pero Raúl siempre salía con que no tenía nada de qué hablar y solo la dejaba sin escucharla.

-¿No crees que deberías dejar a Romina que hable y dejarle claro que ya no quieres nada con ella porque tienes novia? -le dijo Hugo.

-Sí lo he pensado pero, la verdad es que tengo miedo... Miedo de volver a caer.

-¿Cómo? Pero si ahora eres muy feliz con Ashley, ¿no es así?

-Sí, efectivamente soy muy feliz, pero a Romina la amé demasiado.

-Quieres decir que la amaste más de lo que amas a Ashley -le dijo Hugo, que parecía una afirmación tanto como una pregunta.

-Yo amo mucho a Ashley, y sé que nos falta tiempo para aprendernos amar mucho más.

-No me estarás respondiendo directamente, pero con eso me estás demostrando que sí amaste más a Romina de lo que amas Ashley.

Raúl no le contestó, sólo bajó la mirada. En realidad había sido muy fuerte lo que sintió por Romina, que aunque ya no lo sentía, creía que podía volver a caer en lo mismo.

Mientras tanto, José Luis iba llegando a su casa, como siempre saludo a su perro y platicaba con él, aunque sabía que no le contestaría.

Algunos minutos después tocaron la puerta, era Ashley esperando que Raúl ya se encontrará ahí, pero no era así, pues Raúl se había entretenido con Hugo en el café. José Luis la invitó a esperarlo adentro, pues creía que no tardaba en llegar.

En un rato más llegó Yahel, llevó una bolsa con tiras de carnaza para Perry. Como ella no conocía Ashley, José Luis las presentó, pues no estaba Raúl para que lo hiciera.

Estuvieron platicando un buen rato esperando que llegara Raúl, y como hasta la media hora llegó, sorprendido de que Ashley estuviera ahí, pues no lo esperaba.

Saludo a todos, en especial a su hermana, porque ya tenía algún tiempo sin verla.

-¿Qué? ¿Tenían reunión sin mí?- dijo Raúl.

-Solamente esperábamos que llegaras -respondió José Luis-. Ashley ya tiene un buen de tiempo esperándote.

-Lo siento, mi amor -volteó a ver a Ashley-, no sabía que ibas a venir. Me tardé porque me quedé platicando un rato con Hugo y hasta nos fuimos a tomar un café.

-No te preocupes, lo entiendo, ya tenías tiempo sin salir con él y son amigos, lo necesitan -ella sonrió.

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Notas de la autora

¡Hola! Aquí les dejo el capítulo 23 de la historia. Espero que les guste. 😁

Ando de nuevo por acá, esperando que hayan tenido unas bonitas fiestas en compañía de sus seres queridos. Yo me puse taaan emocionada con las fechas que me olvidé un poquito de publicar, pero ya estoy aquí de nuevo. Les quiero.

¿Ya se dieron cuenta de la nueva portada? ¿Les gusta?

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