Capítulo 6 - Ya entendí

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—De las 5 de la tarde en adelante se espera que despierte —contestó el doctor a la pregunta de José Luis.

—¿Por qué tanto tiempo? —preguntó José Luis preocupado.

El doctor le explicó que las pastillas que tomó Raúl eran unos somníferos y aunque le hicieron el lavado de estómago, las pastillas hicieron efecto, pero no era grave.

José Luis pidió al doctor que le hiciera un gran favor.

—¿De qué se trata?

—Le voy a avisar a mis padres que mi hermano está aquí, pero le quisiera pedir que no les diga nada de lo que hizo, ¿sí?

—Yo no puedo mentirles a sus padres.

—No le estoy pidiendo que les mienta, sólo que por el momento no les diga lo que pasó, yo voy a hablar con ellos más tarde y contarles todo, pero tengo que salir ahora. ¿Cree que me pueda ayudar con eso?

—Está bien, no se preocupe.

—Gracias —dijo José Luis y se fue rápido de ahí.

Por el camino les marcó a sus padres y les dijo que Raúl estaba en el hospital porque se había puesto mal. José Luis se fue a la oficina, mentalmente preparado para que su jefe lo despidiera. Cuando llegó se fue a la oficina de Melissa, ella se encontraba detrás del escritorio sentada, pero al ver a José Luis se levantó.

—¿Qué fue lo que pasó, José Luis? —dijo Melissa acercándose a él.

—Raúl no está bien, él trató de suicidarse —dijo abrasando a Melissa.

—¿Qué estás diciendo? —preguntó Melissa sorprendida—. ¿Y cómo está?

—Al parecer no corre ningún peligro, le hicieron un lavado de estómago. Pero los somníferos que se tomó lograron hacer algo de efecto y no ha despertado.

—Tranquilo —dijo Melissa tomándolo de las mejillas—, vas a ver que todo va a salir bien.

—Espero que sí —dijo José Luis alejándose un poco de ella—. Lo que ahora me preocupa es que me voy a quedar sin trabajo.

—¿Crees que pase eso?

—Sí, tu tío Simón ya me lo había advertido.

—Si quieres puedo hablar con él.

—No, no quiero estar trabajando aquí sólo por ser novio de su sobrina. Gracias, pero es lo mejor.

—Está bien.

—Creo que iré a recoger mis cosas de la oficina.

—Te acompaño —dijo Melissa.

Ambos salieron de la oficina de Melissa, pero al salir estaba ahí su jefe.

—Espero que tengas una buena excusa para no haber llegado a trabajar  temprano —dijo Simón el jefe de José Luis y tío de Melissa.

—Mi hermano se puso mal —contestó José Luis.

—Claro, siempre se pone mal tu hermano —dijo el jefe sarcásticamente—. ¿Y si es tu hermano el que se pone mal por qué faltas tú?

—Tío, en verdad está mal su hermano —habló Melissa.

—Ya te lo había advertido —dijo Simón viendo a José Luis—. ¿Si recuerdas?

José Luis empezaba a enfadarse, pero se estaba tratando de contener.

—Sí contestó José Luis apretando los dientes. Pero no me importa, mi hermano es más importante que esto.

—Qué bueno que lo tomes así —dijo Simón—. Sara —le habló a su secretaria—, que le den su liquidación al licenciado Ortega.

Corazones CompartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora