Capítulo 10 - Buenas Noticias

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—Sí, hija —respondió Antonio—, quiero presentarte a José Luis, a partir de hoy será parte de la empresa. José Luis —dijo viéndolo—, te presento a mi hija Hanna Nicole Pérez Mosa.

José Luis se quedó impresionado al ver a Hanna, pues notó que era la misma chica con la que se había encontrado un par de veces en la pista de hielo.

Wow, yo dije que iba a descubrir su nombre —dijo José Luis en su mente—, pero no pensé que fuera a ser tan pronto.

—José Luis —dijo Antonio sacándolo de sus pensamientos—, ¿estás bien?

—Sí, sí, disculpe —se acercó a Hanna y le dio la mano—. Mucho gusto, señorita —dijo con una sonrisa—, José Luis Ortega.

—Hanna, quiero que le muestres su oficina y que le des un recorrido por la empresa.

—Está bien. Por aquí, señor —dijo para dirigirse a la puerta.

—Con su permiso —le dijo José Luis a Antonio y caminó detrás de Hanna hasta que salieron de la oficina—. No me digas señor, sólo José Luis, o joven —dijo riendo.

—Como digas —dijo caminando.

—Te dije que iba a saber tu nombre, pero no creí que fuera a ser tan rápido.

—Eres insoportable.

—Podrías tratarme mejor, ahora trabajaremos juntos.

—Mejor ya no me hables.

—Quisiera saber qué fue lo que te hice para caerte mal.

—Con el hecho de ser tú —contestó Hanna de mala gana.

—¿Algún día te voy a caer bien? ¿O quieres que tú también me caigas mal a mí?

—Me parece mejor que el odio sea mutuo.

—¿Hablas enserio? No puedo creerlo.

—Mejor ya cierra la boca y deja que te dé el recorrido.

Hanna le dio el recorrido a José Luis por toda la empresa y le mostró donde sería su oficina. Él la invitó a comer, pero como era de esperarse ella lo rechazó.

Mientras tanto con Raúl, Ashley ya le había contestado el mensaje, este decía:
"Buen día, Raulín. Claro que no me voy a arrepentir. Te espero en mi casa, y espero que estés puntual".

Claro que seré puntual —pensó Raúl—. Por eso me tengo que dar prisa con estos documentos.

—Hola —dijo Hugo llegando a la oficina de Raúl y sacándolo de sus pensamientos—. ¿Qué no quedamos en que ibas a trabajar lo necesario? ¿Por qué no saliste a comer?

—Tengo que terminar esto, y no estoy trabajando en exceso. Tengo cosas que hacer en la tarde, por eso necesito terminarlo pronto. Y la comida, pedí para comer aquí.

—¿Qué vas a hacer? Si se puede saber.

—Voy a ir a una fiesta que me invitó una chica.

—¿Una chica? ¿La conozco?

—No creo. La acabo de conocer.

—Me da gusto que estés progresando tan bien, y que quieras olvidar a Romina.

—No hables de ella, cada que escucho su nombre se me parte el corazón.

—Raúl, tal vez no es bueno que te diga esto, pero... ¿Qué vas a hacer cuando regrese a trabajar? Sabes que sólo se fue por unas semanas a su luna de miel.

—No sé. Quisiera olvidarme de ella para siempre, pero no puedo, quisiera no amarla.

—Creo que no fue buena idea hablar de ella. Mejor háblame de la chica que conociste.

—Mejor déjame terminar esto, ¿sí? Después te cuento.

—Está bien, te veo al rato —dijo Hugo y salió de la oficina de Raúl.

Raúl siguió con su trabajo hasta que terminó, pero se dio cuenta que se estaba haciendo tarde y se fue inmediatamente a su casa. Estando ahí empezó a arreglarse para ir a la fiesta, primero se dio un baño, se cambió y se perfumó un poco, bajó a la sala y antes de salir, se encontró con José Luis que a penas llegaba.

—¿Y tú qué haces aquí tan temprano? —preguntó José Luis extrañado por verlo ahí.

—Te dije que quería terminar pronto, y es que voy a ir a una fiesta —contestó Raúl.

—¿A una fiesta? —preguntó José Luis y Raúl asintió—. ¿Con quién o qué?
—Con una chica que conocí hace unos días.

—Me sorprendes, Raúl.

—Bueno, ¿y a ti cómo te fue en la entrevista?

—Súper, empezaré a trabajar ahí a partir del lunes.

—Qué buena noticia, bro.

—Sí. Pero ya vete, no se te vaya a hacer tarde.

—Te tomaré la palabra, adiós.

—Adiós, y suerte.

Raúl salió rumbo a la casa de Ashley, le costó un poco llegar porque era la primera vez, pero cuando al fin llegó bajó de su auto, se dirigió a la puerta y tocó. Pocos segundos después salió Ashley.

—Ya creía que no ibas a llegar, Raulín —dijo Ashley.

—Bueno, es que me costó un poco llegar. Pero ya vámonos, no se nos vaya a hacer tarde.

Ambos subieron al auto de Raúl y se dirigieron a donde iba a ser la fiesta. Cuando llegaron, Ashley presentó a Raúl con sus amigos. Al principio Raúl se sentía entre extraños, pero todos lo trataban muy bien y pronto se los hizo de amigos.
Ashley le pidió a Claudia, su amiga, que invitara a bailar a Raúl para ella bailar con Fabián, el chico que por el momento le gustaba, y así fue; Claudia invitó a bailar a Raúl, mientras que Ashley bailaba con Fabián. Más tarde, Ashley decidió invitar a bailar a Raúl.

—Wow, que bien bailas, Raulín —dijo Ashley.

—Y ya tenía mucho que no lo hacia —contestó Raúl.

Gran parte de lo que restaba de la noche, ellos se la pasaron bailando.

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Notas de la autora

¡Hola! Aquí les dejo el capítulo 10 de Corazones Compartidos. Espero que les guste.

Aquí estoy cumpliendo lo que dije ayer de subir dos capítulos de la novela por adivinar por qué se había sorprendido Hanna al ver a JL.
Enseguida el siguiente capítulo.

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