Capítulo 32 - Fuera de control

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Así pasaron los días del congreso, todo tranquilo, fue más fácil para Hanna y José Luis de lo que ellos esperaban.
Las conferencias y talleres fueron muy interesantes, se la pasaron muy bien. Solo eran por la mañana y parte de la tarde, así que siempre les quedaba un rato para hacer lo que ellos quisieran. Y casi todas las tardes salían a caminar por la playa y ver la puesta del sol, era de lo más romántico. Y parte de la noche se quedaban platicando en la orilla del mar.

El día sábado tuvieron la clausura del congreso a las 4:00 pm. Luego tuvieron una fiesta con comida y bebidas de todo tipo.

Ese mismo día, en la ciudad, los papás de Raúl hicieron una comida en su casa y lo invitaron. Él llevó a Ashley. También estuvo David, su hermano, con su esposa Miriam. Al igual que Yahel, pero ella vivía con sus padres aún.

Raúl y Hanna habían llegado antes que David. Estaban todos en la sala cuando él y su esposa llegaron.

—Hola, familia —dijo David al llegar—. Ya no puedo más con la noticia, y me hubiera gustado que José Luis estuviera aquí, pero ya lo quiero gritar. Miriam y yo vamos a ser papás.

Todos se emocionaron y los felicitaron, los abrazaron.

—Esto lo tenemos que festejar —dijo Raúl alzando la voz.

—Lo estamos haciendo, para eso nos reunimos, David dijo que tenía una gran noticia, pero no la imaginaba —habló Tere, su madre.

—Me refiero a que debemos brindar con una botella de vino o tequila —contestó Raúl.

José Luis, el padre de ellos, sacó una botella de las que guardaba para brindar. Luego se sentaron a comer.

Más tarde volvieron a sala a seguir platicando.

—Yahel, ¿Dónde está Perry? —cuestionó Raúl, estaba a un lado de ella.

—Mi mamá quiso que lo dejara en mi cuarto para que no estuviera aquí —respondió.

—Ni que le vaya a hacer algo.

—No, pero ya sabes cómo es.

—¿Vamos? Quiero verlo.

—Claro, vamos —ella se puso de pie para ir a su habitación.

—¿Quieres ir? —le preguntó Raúl a Ashley.

—Sí, vamos —respondió.

Siguieron a Yahel hasta su habitación y en cuanto abrió la puerta Perry salió a encontrarlos.

Raúl lo abrazó sin pensarlo, Ashley comenzó a acariciarlo. Se sentaron en la cama de Yahel un rato.
Platicaron unos minutos, luego volvieron a la sala, pero se llevaron a Perry.

—¿Para qué traen al perro para acá? —cuestionó Tere.

—No te hace nada, mamá —le respondió Raúl–. Además ahorita lo vamos a sacar al jardín.

—Lo que no quiero es que deje sus pelos por todos lados —volvió a decir Tere.

—Ay ma, ni se notan los pelos, y sabes que yo limpio todo.

Tere no lo decía en mala onda, solo como una mamá que hace precauciones con las mascotas.

Salieron al jardín a jugar con Perry. Al final todos salieron, pues era relajante salir un rato al jardín.
Traían juguetes para Perry, hasta una pelota que le aventaban e iba por ella.

Esa misma noche, en Acapulco, seguían de fiesta, todos los de la empresa de Antonio estaban juntos. José Luis no había tomado mucho, aún estaba conciente de lo que hacía. Antonio tomaba poco, nada de que preocuparse. Steven había tomado poco y seguía en sus 5 sentidos hasta que empezó a revolver de distintas bebidas y se le cruzó, así que pronto se vio mal. Hanna había tomado poco, hasta que la descuidaron y ni cuenta se dieron de lo que tomaba, pues había salido un rato, buscando el baño, y regreso totalmente ebria.

José Luis la observó desde lejos, notó que ya estaba tomada, entonces se acercó a ella.

—Hanna, ¿Por qué estás así? —cuestionó al llegar a ella.

—No siempre suceden estas cosas, no siempre voy a fiestas, solo me estoy divirtiendo —respondió ella felizmente borracha.

—Es mejor que ya nos vayamos —continuó hablando José Luis.

—Sí me quiero ir contigo, pero en un ratito más, hay que bailar.

José Luis no quería que todo se saliera de control. Decidió regresar a la mesa donde estaban todos, que igual la mayoría ya estaban tomados, pero no demasiado.

José Luis le dijo a Antonio cómo había visto a Hanna, a ver si decía que se la llevaran.

—Estos dos se pasaron de copas —dijo Antonio molesto—. Lo que nunca pasa con Hanna. Creo que será mejor que nos vayamos. Por favor, ayúdame a llevar a Steven a su habitación, ¿Sí? Yo llevaré a Hanna a la suya.

José Luis hizo caso a lo que le dijo Antonio. Steven se negó al principio, pero José Luis lo logro convencer. Iban los cuatro subiendo el elevador, pues las habitaciones estaban en el mismo piso. Abrieron las puertas de las habitaciones y los metieron a sus respectivas. Steven se aventó a su cama y ya no se levantó, José Luis le quitó los zapatos, no quiso invadir más su privacidad y así lo dejó vestido.
Hanna, en cambio, no quería acostarse, quería volver a la fiesta y seguir "divirtiéndose", como decía. Después de mucho aceptó acostarse y Antonio salió de la habitación.

—José Luis, tú puedes regresar a la fiesta si quieres —le dijo Antonio al encontrarse de nuevo en el pasillo—, no te preocupes por ellos.

—No, yo mejor ya me iré a dormir —respondió—. Ya estoy cansado y prefiero ir a acostarme.

—Bueno, descansa, también me iré a acostar.

—Gracias, igualmente —dijo como despedida y se fue a su habitación.

Estaba quedándose dormido cuando escuchó que tocaban su puerta. Preguntó quién era, pero no le contestaron. Se levantó y con cuidado abrió la puerta, encontró ahí a Hanna, igual como la había dejado su papá en la habitación.

—¿Qué estás haciendo? —cuestionó José Luis.

—Quiero estar contigo —respondió Hanna, con su tono de ebriedad.

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Notas de la autora

¡Hola, gente bonita! Aquí les dejo el capítulo 32 de la historia, espero que les guste. No olviden dejar su voto.

Les tengo noticias: Creo que la inspiración ha regresado a mí, ya estoy escribiendo más de lo que lo hacía, por esa razón pensé que podría subir un capítulo cada semana. ¿Les gusta la idea? Digan qué día les gustaría que subiera un capítulo.

El capítulo pasado tuvo más votos que el anterior y eso me agradó mucho, y perdón por todo el tiempo que dejé de publicarles, yo sé que es difícil creer que voy a actualizar más seguido por todo el tiempo que dejo de publicar, pero gracias por su paciencia y espera que tienen para leer cuando actualizo.

Los quiero mucho. Saludos.

Por cierto, vienen cosas difíciles para Hanna y José Luis, esperen los siguientes capítulos, que esto se pone bueno.

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